La Cátedra Aquae establece cinco tipos de indicadores para medir la economía circular del agua en España
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La Cátedra Aquae de Economía del Agua, impulsada por Fundación Aquae y la UNED, propone cinco clases de indicadores para evaluar el estado actual, la evolución en los últimos años y las posibilidades de mejora de la economía circular en materia de agua en España. El objetivo es contribuir a que nuestra economía sea circular y, por tanto, plenamente sostenible y competitiva para 2030.
«Con este trabajo, medimos el papel del agua en la economía circular, algo a lo que no se había prestado mucha atención hasta la fecha, a pesar de que este modelo de economía está en el centro de la agenda política nacional e internacional, como muestran el Plan de Acción de la Unión Europea para la Economía Circular (2015) y la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC), impulsada en 2017», explica Amelia Pérez Zabaleta, directora de la Cátedra Aquae.
La EEEC establece sucesivos planes de acción, a corto y medio plazo, centrados en la producción, el consumo, la gestión de residuos, las materias primas secundarias y la reutilización del agua, con el objetivo de conseguir que la economía circular sea una realidad en nuestro país en 2030. Para evaluar estas acciones, la EEEC ha identificado, a partir de estadísticas oficiales, una serie de indicadores para los distintos ejes de actuación. «Llama la atención el hecho de que para la reutilización del agua en la EEEC solo se haya incluido un indicador (volumen anual de agua reutilizada), algo que puede explicarse, en parte, por la falta de datos disponibles al respecto. Precisamente para contribuir a paliar esta falta de indicadores hemos realizado este trabajo», subraya Pérez Zabaleta.
Este estudio, elaborado en el marco del Grupo de Trabajo Nº12 Agua y Economía Circular del último Congreso Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), establece indicadores de captación, que miden si la asignación del agua, según su uso y origen, se realiza de la forma más eficiente posible; indicadores de abastecimiento, incluyendo transporte, tratamiento, almacenaje y distribución, así como la eficiencia de este servicio; indicadores de uso de agua, que analiza la utilización de este recurso por parte de distintos usuarios; indicadores de saneamiento y reutilización, que evalúa la incidencia y eficiencia de estas fases y la inversión en este tipo de infraestructuras; e indicadores de estado ambiental, que miden el estado cuantitativo-cualitativo de las masas de agua.
La captación de agua se reduce en España un 10%
Los indicadores de captación muestran que en el periodo 2000-2014, el principal destino del agua captada en España fue la agricultura (70% del total), seguido del agua urbana (17%) y del agua captada directamente por las empresas, utilizando sus instalaciones y equipamientos (13%). Estos datos indican que, del total del agua captada en España, solo el 17% es tratada y potabilizada para su posterior uso; mientras que el 83% restante es captada por los propios usuarios (agrícolas e industriales).
«Este porcentaje representa una evidencia muy positiva en la relación agua-economía circular, ya que esta agua se utiliza habitualmente para usos que no requieren una elevada calidad, evitando así tratamientos del agua innecesarios y pudiendo reservar las aguas de mayor calidad para aquellos usos que así lo requieran. Además, dado que en estos casos el punto de uso y de captación suelen estar muy próximos, se evitan importantes costes de transporte, que habitualmente suponen un elevado consumo energético», indica Amelia Pérez Zabaleta.
En cuanto a la evolución de dicha captación de agua, se aprecia una tendencia decreciente, especialmente en la captación de agua para riego agrícola (-11%), seguida de la captación realizada directamente por las empresas (-10%) y de la captación para el suministro de las redes públicas (-7%).
El 10,74% del agua residual tratada en España se reutilizó
Los indicadores de uso del agua revelan que, en general, los usuarios han realizado importantes esfuerzos para mejorar su eficiencia en el uso del agua. Las empresas redujeron su intensidad en el uso del agua en un 40% en 2000-2014; seguidas por los hogares, que disminuyeron el uso de agua por persona en más de un 20%, hasta alcanzar los 132 litros por habitante y día (2014). Por el contrario, los usuarios agrícolas son los que han realizado un menor esfuerzo ya que los datos de 2000 y 2014 son prácticamente iguales.
Los indicadores de saneamiento y reutilización muestran el volumen de agua residual que es tratada o depurada. En 2014, el 10,74% del agua tratada en las más de 2.000 Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) que hay en España se regeneró para su posterior reutilización en la agricultura (62%), el riego de zonas verdes (20%) o la industria (7%). La Comunidad Valenciana (59%), Murcia (50%) y Baleares (45%) son las regiones donde mayor porcentaje de agua tratada se reutilizó en 2014. «Este dato sitúa a España a la cabeza en materia de reutilización de aguas residuales ya que en Europa la media se sitúa en un 2,4%», subraya la directora de la Cátedra Aquae.
Respecto a los indicadores de estado ambiental de las masas de agua, tanto cuantitativo como cualitativo, este estudio de la Cátedra Aquae destaca un dato: el 54,8% de las masas de agua superficiales en España ha alcanzado el buen estado ecológico, un 14,8% más que la media europea (según el informe europeo WISE Water Framework Directive de 2018). En cuanto a las masas de agua subterráneas, el 81,5% están en buen estado cuantitativo en nuestro país. Sin embargo, el estado químico de estas masas (el 69,1% están en buen estado cualitativo) es muy inferior al estado de las masas superficiales (el 87,4% están en buen estado).
«Estos resultados muestran que aún hay importantes avances que hacer para lograr el buen estado de las masas de agua, especialmente en la mejora cuantitativa de las masas superficiales, sobre todo en las cuencas del Duero, el Guadiana y el Júcar, que son las que tienen un mayor porcentaje de masas que no alcanzan el buen estado. También hay que mejorar el estado cualitativo de las masas subterráneas, sobre todo en las cuencas del Guadiana y las cuencas mediterráneas andaluzas, que presentan un menor porcentaje de masas en buen estado químico», concluye Amelia Pérez Zabaleta.
En 2013, Fundación Aquae y la UNED crearon la Cátedra AQUAE de Economía del Agua con el objetivo de realizar actividades de investigación, transferencia, divulgación, docencia e innovación sobre la Economía del Agua. Sus esfuerzos se centran en avanzar en la investigación sobre la gestión sostenible del agua, a través de la publicación de artículos, la participación en proyectos de investigación nacionales y europeos y la visualización de investigaciones en congresos.