Cataluña defiende en Bruselas su canon de residuos
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Miembros de distintos grupos del Parlamento Europeo han mostrado su apoyo al actual canon sobre el vertido e incineración de residuos en Cataluña en una reunión mantenida con director de la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC), Isaac Peraire, en Bruselas. Los eurodiputados de Els Verds/Aliança Libre Europea, Ernest Urtasun y Jordi Solé y el eurodiputado de Junts per Catalunya - Libres por Europa, Antoni Comín, defienden este impuesto catalán, que permite importantes inversiones en municipios e industrias en forma de subvenciones y actuaciones específicas.
Peraire también informó de los detalles del canon a Margarete Auken, eurodiputada danesa responsable de economía circular del grupo Verd-ALE y otros representantes de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea.
Actas en territorio catalán
El mantenimiento del canon de residuos ha generado distintas movilizaciones y actas en Cataluña durante este mes de marzo. De entrada, el 4 de marzo se celebró en el Palau de la Generalitat el acto de firma del manifiesto en defensa del canon sobre la disposición de residuos en Cataluña, que impulsó el Gobierno y suscribe una larga lista de entidades y instituciones. El acto lo encabezó el Presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y participaron la consejera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, Teresa Jordà y Roura; el consejero de Economía y Hacienda, Jaume Giró y Ribas, así como los alcaldes de Tarragona, Gerona, Lérida, y Mataró, entre otros; presidentes y presidentas de Cámaras de comercio de toda Cataluña y representantes de diversas entidades sociales firmantes.
Ya el día antes del acto de firma, la secretaria de Acción Climática, Anna Barnadas, alertaba de que la pérdida de los cánones de residuos que recauda actualmente la Generalitat pone en peligro la hoja de ruta para la restauración del vertedero de Vacamorta. Barnadas realizó estas declaraciones durante la tercera reunión de la Comisión informativa para evaluar las implicaciones sociales derivadas del cierre y restauración del depósito controlado de Cruïlles.
Un impuesto que devuelve
Desde el ejecutivo catalán se defiende que la futura Ley española, actualmente en trámite en el Senado, propone un impuesto estatal que no tiene carácter finalista, mientras que el canon catalán de residuos no funciona sólo como una herramienta recaudatoria sino que tiene un retorno directo a quien lo paga. El actual modelo de fiscalidad ambiental de Cataluña cuenta con un gran consenso político y social y que, además de ser pionero, ha demostrado ser óptimo y positivo.
El canon sobre la disposición de los residuos municipales que abonan los ayuntamientos por cada tonelada de fracción queda destinado a los vertederos o incineradoras, permite financiar infraestructuras de gestión de residuos y equilibrar los costes de gestión de la recogida selectiva. La recaudación de este impuesto ecológico conforma el llamado fondo del canon, que devuelve a la ciudadanía a través de la financiación de una gestión sostenible de los residuos. Gracias a este fondo, por ejemplo, se ha podido desplegar la recogida selectiva de la fracción orgánica o convocar ayudas para entes locales para mejorar infraestructuras de gestión de residuos, como los puntos limpios o las plantas de tratamiento.
Los cánones de residuos industriales y de la construcción devuelven íntegramente a los sectores en forma de subvenciones y actuaciones específicas, favoreciendo así la prevención de la generación, la valorización de los residuos y el impulso de la actividad económica.
El impuesto catalán ha permitido que Cataluña tenga actualmente unos niveles de recogida selectiva del 46%, cuando en 2004, año de inicio de la aplicación de este canon, estaba en el 30%. La progresión del canon en los próximos años incentiva a que los municipios y todo el sector productivo se esfuercen de forma explícita hacia la mejora de sus sistemas de recogida y de gestión de residuos. Sólo con el canon de residuos municipales se han recaudado 647 millones, que se suman los 36 millones del industrial y los 34 del de la construcción, que se han revertido en su totalidad a políticas de prevención y recogida selectiva, en especial fracción orgánica, además de mejoras en infraestructuras y ayudas para el fomento de la economía circular.
La pérdida de buena parte de los ingresos de la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC) significará, inevitablemente, la reducción de las inversiones para mejorar la gestión de los desechos que se generan y una merma de la calidad ambiental del país.