\"Aumentar la calidad del papel recuperado será clave para incrementar las tasas de recogida\"
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La Asociación de Recuperadores Recicladores de Papel y Cartón (REPACAR) organizó una jornada en la tarde ayer, en la sede del Foment del Treball Nacional (Barcelona), en la que representantes de los fabricantes, los recuperadores y la administración autonómica debatieron sobre “los retos de la calidad del papel recuperado”.
Con el incremento de los objetivos de reciclaje aprobados el pasado 14 de marzo por el Parlamento Europeo y el aumento de los controles por parte de China a la importación de papel y cartón recuperado, tras la puesta en marcha del programa “National Sword 2017”, “el aumento de la calidad de esta materia prima secundaria será clave no sólo para incrementar las tasas de recogida, sino también para poder competir en el mercado global”, afirmó, Sebastián Solís, presidente de REPACAR. Además, para que España pueda mantener el segundo puesto actual en la Unión Europea en porcentaje de reciclaje de papel y cartón “la calidad del material recogido y tratado será fundamental” y para ello “es prioritario que fabricantes, recuperadores y administraciones públicas colaboren estrechamente”, añadió.
Xavier Reinaldos, adjunto a la dirección de la Agencia de Residuos de Cataluña, informó que la gestión de residuos “supone actualmente el 6% del PIB” de la comunidad autónoma y la apuesta por la recogida selectiva ha derivado en 300.000 toneladas de residuos recuperados en 2015, “un 10% más que en el año anterior”. Respecto al papel, Reinaldos calificó como material “clave en la economía circular” por lo que el objetivo es “mejorar la accesibilidad de los contenedores para los ciudadanos para aumentar las tasas de recogida”.
Eduardo Perea, representante de America Cheng Nam Europe (ACN), informó de que la aplicación del programa “National Sword 2017” por parte de la Administración General de las Aduanas Chinas desde el pasado 1 de marzo “ha llevado al arresto de más de 90 personas por contrabando de residuos extranjeros y a la confiscación de más de 22.000 toneladas de residuos extranjeros, incluyendo desechos electrónicos, residuos domésticos y plásticos”. En referencia al sector papelero, Perea advirtió de que 160 contenedores de papel recuperado fueron enviados de regreso a Irlanda por su alto grado de contaminación y “se estima que la operación le costara a la industria de residuos irlandesa alrededor de 500.000 euros”. De esta forma, el mensaje enviado por el gigante asiático a los países exportadores de materias primas secundarias es claro: la calidad será un requisito indispensable para mantener las relaciones comerciales.
Este nuevo problema en las exportación supondrá, según Perea, un gran reto para los fabricantes y recuperadores porque “Europa está por detrás de EE.UU. y Japón en calidad de papel recuperado”.
Para José Antonio Rúa, director gerente de Rúa Papel Gestión, cada agente sectorial tiene problemas intrínsecos derivados de su actividad a la hora de obtener un papel de calidad, pero lo fundamental para optimizar esa materia prima secundaria es establecer “un diálogo respetuoso y fluido entre dos partes tan necesitadas una de otra como somos los fabricantes y los recuperadores”. “En un mercado voluble y exigente, en el que hay una enorme competencia y sus actores padecen duras cargas administrativas, sólo la colaboración entre fabricantes y recuperadores nos hará más fuertes y competitivos”, añadió.
Por su parte, Joaquim Doménech, responsable de Logística y Planificación de ISMA 2000, ofreció la visión de los fabricantes de papel: “Pese a las inversiones que hemos realizado en los últimos años para aumentar la competitividad, la materia prima que nos llega no alcanza la calidad exigida y, por tanto, no rentabilizamos esa I+D+i”. Cuatro son los problemas, según Doménech, con los que se encuentran los fabricantes: “El excesivo grado de humedad del papel recuperado, la notable cantidad de contenido de impropios (plásticos, arandelas…), la presencia de etiquetas o adhesivos y la mezcla del archivo blanco con otros materiales que oscurecen el papel”.
Manuel Domínguez, director general de REPACAR, concluyó el encuentro apuntando que la mejor forma de “fijar un estándar de calidad del papel recuperado” sería mediante “una estrecha colaboración de recuperadores y fabricantes” que se diera como resultado “un procedimiento de control de calidad consensuado que otorgue seguridad a ambas partes”.
“Uno de los retos que debemos afrontar como sector es dar la máxima calidad a nuestro producto, el papel recuperado, que será la mejor forma de distinguirnos como industria y, para ello, será fundamental apostar por la I+D+i”, añadió el responsable de la asociación.