Aumentan un 6% las emisiones de las instalaciones catalanas sometidas al régimen europeo de comercio de CO2

Las 124 instalaciones sujetas a este régimen han emitido, en el año 2017, 14,9 millones de toneladas de CO2
Aumentan un 6% las emisiones de las instalaciones catalanas sometidas al régimen europeo de comercio de CO2
Aumentan un 6% las emisiones de las instalaciones catalanas sometidas al régimen europeo de comercio de CO2
11-04-2018

El Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña, a través de la Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático, ha validado los informes verificados de las emisiones de las instalaciones incluidas en la ley que regula el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCD ) de Gases de efecto invernadero (GEI) correspondientes al año 2017. Esta información se inscribirá próximamente en el Registro comunitario de derechos de emisión.

En Cataluña, las instalaciones incluidas en el RCDE, y de las que se ha validado el informe anual de emisiones, han sido 124. En total, han emitido 14.930.210 toneladas de CO2 . Este valor representa un aumento del 6,2% de las emisiones respecto del año 2016, un ritmo similar al que ya lo hicieron entre 2015 y 2014. Estas instalaciones son las responsables de aproximadamente un 30% de las emisiones de GEI de Cataluña. Si tomamos la evolución temporal, desde el 2013, año de inicio de la fase III del RCDE, en que entraron en vigor las reglas de funcionamiento del esquema del mercado desde 2013 hasta 2020, el incremento global de las emisiones ha sido de un 13,4%.

El 81% de las emisiones se deben a la combustión

En el análisis por sectores, el incremento más importante se ha dado en la energía eléctrica y el cemento, así como en la cogeneración. Con respecto a este último, cabe decir que, aunque los datos indican un descenso de las emisiones respecto al año anterior, ha habido una reclasificación de algunas instalaciones que estaban incluidas hasta ahora en otros sectores que no les correspondía. Del total de emisiones del RCDE un 81% son debidas a la combustión, ya sea en centrales de producción eléctrica como en instalaciones de procesos industriales, mientras que el otro 19% son emisiones de proceso, mayoritariamente asociadas a la descarbonatación de materias primas.

Aumenta la diferencia entre las emisiones reales y las asignadas

Este 2017 ha sido aún más clara la tendencia ya iniciada en el inicio del tercer periodo del RCDE con respecto al aumento del diferencial entre las emisiones y la asignación gratuita.

En total, las instalaciones catalanas deberán adquirir y entregar más de 5 millones de toneladas de CO2 para cumplir con las obligaciones establecidas en este régimen. El déficit de derechos se concentra en el sector energético -generación de energía eléctrica, que no tiene asignación gratuita de créditos, y combustión.

63 millones de euros por el déficit de derechos

Con el precio medio del derecho al mercado el último trimestre -aproximadamente 12 €/tCO2, cumplir con el RCDE costará unos 63 millones de euros al sector energético e industrial. Buena parte, sin embargo, de las instalaciones del sector industrial podrán cumplir con sus obligaciones de entrega de derechos con la asignación gratuita otorgada.

El ajuste de la asignación gratuita en función del nivel de actividad de las instalaciones y de los cambios de capacidad, que se aplica desde 2013, resulta efectivo y ha permitido reducir de manera significativa los excedentes de derechos de emisión que se generaron en el período de comercio anterior -16,6 millones de derechos- debido a la fuerte incidencia de la crisis económica, con una caída sin precedentes de la actividad productiva de manera generalizada en todos los sectores, combinada con unas reglas de asignación europeas diseñadas antes de 2008, con unos datos de actividad productiva y de generación energética en crecimiento constante.

Estos ajustes y de otras modificaciones que la Unión Europea quiere introducir en el RCDE para la década 2020-2030 son los que deben permitir que el precio de la tonelada de carbono alcance un valor que incentive y dé una señal inconfundible hacia el desarrollo de tecnologías menos intensivas en emisiones de GEI.

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