Analizan cómo hacer socialmente justa la transición hacia la economía circular
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¿Cómo promover una transición de cara a una economía circular que, además de contribuir a la conservación de los ecosistemas, sea también socialmente justa? Esta es la pregunta a la que, a lo largo de los próximos tres años, buscará dar respuesta el proyecto JUST2CE. A just transition of circular economy, financiado con 3,6 millones de euros por el programa comunitario H2020 y liderado por el investigador Mario Pansera, investigador vinculado de la UAB y Starting Grant en la Universidade de Vigo.
Coordinado por la Universitat Autònoma de Barcelona en colaboración con la Universidade de Vigo, este proyecto reúne 14 socios de nueve países europeos y africanos, tanto instituciones académicas y centros de investigación como organizaciones no gubernamentales, y abarcará también el análisis de experiencias concretas con el propósito de diseñar una aplicación que proporcione recomendaciones a instituciones y empresas a la hora de promover medidas que favorezcan la implantación de nuevas prácticas de economía circular.
“El proyecto intenta resolver Los problemas teóricos y empíricos de la economía circular, tal y como la define el discurso dominante”, señala Pansera, que subraya que este discurso hace hincapié “en el desarrollo de tecnologías para la transición ecológica, pero olvida las cuestiones políticas, sociales y de género”. Partiendo de ese análisis crítico del paradigma de la economía circular, JUST2CE tiene como objetivo analizar en qué condiciones sería posible “una transición responsable, inclusiva y socialmente justa” hacia un nuevo modelo económico y estudiar qué factores técnicos y políticos pueden permitir y obstaculizar esta transformación. Con un presupuesto de cerca de 3,6 millones, de los que a la Universidade de Vigo corresponden cerca de 200.000 euros, el proyecto, que arrancará en septiembre, reúne 14 entidades de España, Portugal, Italia, Grecia, Reino Unido, Suráfrica, Ghana, Etiopía y Zimbabue.
Concretamente, entre los socios del proyecto se encuentran las universidades de Sheffield, Federico II de Nápoles, Leeds, Coímbra, Cape Town y la Mekelle University de Etopía, junto con la Agència de Residus de Catalunya el Scientific and Industrial Research and Development Centre de Cimbabue, así como organizaciones como Kumasi Hive, de Ghana y African Circular Economy Network. Junto a Pansera, que en el marco del proyecto Prospera, seleccionado en el programa Starting Grant, liderará en el campus de Pontevedra el grupo de investigación Post-growth Innovation Lab, en JUST2CE participarán también los investigadores de la Universidade de Vigo Miguel Rodríguez Méndez, Pilar Piñeiro García, David Soto Oñate y Antonio Sartal.
Una nueva “narración” de la economía circular
“Vivimos en un mundo en el que diseñamos productos en California, vamos al Congo, donde trabajan niños en condiciones absurdas, a extraer los minerales, los envíamos a China, donde se construye el producto que luego utilizamos nosotros en el norte, para que finalmente esos materiales vuelvan a África, porque, segun algunos estudios, el 60% de los residuos electrónicos europeos se rematan en Ghana”. De este modo ejemplifica Pansera la necesidad de que la transición hacia una economía circular tenga en cuenta el impacto que los modelos de producción y consumo tienen en las relaciones sociales y de género, así como en las diferencias norte-sur y en contraposición entre “economías productivas y extractivas”.
JUST2CE busca poner el foco en un aspecto aún no estudiado, el de “qué grupos podrían clasificarse como ganadores y perdedores” en el desarrollo del actual paradigma de la economía circular y cómo podrían “reconfigurarse” estas relaciones para lograr una circularidad más justa. “No se trata de un problema científico-técnico, sino de un problema económico y social sobre qué producimos y cómo lo producimos”, señala Pansera, que defiende que las “soluciones técnicas” solo implicarían “seguir viviendo con un modelo económico que crea desigualdades, desnutrición y cambio climático, mudando solo a tecnología y el lenguaje”. En ese sentido, Pansera, que recientemente ahondaba en estos aspectos en un artículo publicado en la revista científica Journal of Responsible Innovation, pone el acento en la necesidad de articular “una nueva narración de la economía circular”.
Una aplicación para implantar cambios y mejoras
Con el propósito de identificar “barreras y facilitadores para la implantación de políticas alternativas de economía circular”, JUST2CE comprende el análisis de diez casos de estudio, cinco en Europa y otros cinco África. En ambos continentes se estudiarán experiencias llevadas a cabo en sectores estratégicos clave, de acuerdo con los indicados en el Plan de Acción de la UE para la economía circular, “como podría ser el caso de la producción y desperdicio de alimentos, la gestión del agua, las materias primas críticas y la producción en un complejo mundo global de cadenas de suministro”.
Los resultados alcanzados en este análisis permitirán desarrollar un “sistema de apoyo a la toma de decisiones”, una aplicación que podría acercar “indicaciones concretas” a empresas, cooperativas o instituciones. Como explica Pansera, la idea es diseñar una aplicación que proporcione propuestas de cambios y medidas para “avanzar en la economía circular”, partiendo del análisis de los datos que se le proporcionen sobre gestión del personal y proveedores, flujos de energía o materias primas utilizadas.
Asimismo, los resultados de estos casos de estudio posibilitarán también el desarrollo “de modelos macroeconómicos alternativos”, aspecto que centra otro de los bloques de trabajo de un proyecto que cuenta también con módulos centrados en el desarrollo de metodologías participativas con la sociedad y de innovación responsable.