Soluciones circulares para evitar el desperdicio de posos de café
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La pasión mundial por el café conlleva que, cada año, millones de toneladas de posos de café acaben en los vertederos, donde se descomponen y emiten metano, una de las principales causas del calentamiento global. Para evitar que estos residuos terminen en los vertederos y contribuir a la economía circular, AIMPLAS - Instituto Tecnológico del Plástico, en España, ha creado una película plástica a partir de posos de café, transformándolos así en un producto con valor.
Esta actividad forma parte del proyecto WaysTUP!, financiado con fondos europeos, cuyo equipo trabaja para establecer nuevas cadenas de valor para aprovechar biorresiduos urbanos. «WaysTUP! es un claro ejemplo de cómo los biorresiduos pueden desempeñar un papel importante en la transición hacia una economía circular, al evitar su generación y aprovechar su potencial como una fuente de recursos secundarios de gran valor», comenta la doctora Nuria López en un blog publicado en el sitio web de la empresa. López es investigadora principal en AIMPLAS, entidad socia del proyecto WaysTUP!
«En nuestro caso, estamos transformando los residuos de café en una película plástica para envases», explica López. La película plástica de origen biológico de AIMPLAS se produce con polihidroxialcanoatos (PHA) procedentes de posos de café de restaurantes y que son recolectados por bio-bean, empresa socia del proyecto WaysTUP! en el Reino Unido. Los PHA son un grupo de poliésteres biodegradables producidos en la naturaleza por microorganismos. Tal como se explica en el artículo del blog, «en primer lugar, AIMPLAS ha formulado el PHA para que sea procesable mediante extrusión y, después, ha fabricado la película, que servirá para conformar diferentes tipos de envases flexibles».
No solo para los PHA
Además de utilizar posos de café para fabricar PHA, los socios de WaysTUP! han descubierto otros usos para este residuo. Por ejemplo, bio-bean está produciendo aceite de café a partir de él. La empresa biotecnológica española Biopolis extrae aromas, polifenoles, aceites y carotenoides de posos de café proporcionados por Agricultores de la Vega de València, la empresa coordinadora del proyecto. El socio italiano Novamont produce ácidos dicarboxílicos de cadena larga (LCDCA) necesarios para sintetizar poliésteres.
Sin embargo, WaysTUP! no solo se centra en el café. Está dando a conocer una serie de procesos para transformar biorresiduos urbanos en bioproductos de gran valor a partir de diferentes materias primas. Los subproductos cárnicos (por ejemplo, sangre, huesos, recortes de carne, piel, tejidos grasos, cuernos, pezuñas, patas, cráneos y vísceras) se emplean para producir enzimas para ablandar y péptidos activos. Los desechos de pescado, incluidas cabezas, colas, piel, entrañas y aletas, sirven como materia prima para producir péptidos activos y gelatina. Los biorresiduos domésticos separados en origen también se usan para producir harina rica en proteínas destinadas a piensos para animales y biodisolventes. Los PHA, LCDCA y bioplásticos se fabrican con aceite de cocina usado. Los desechos de celulosa de las instalaciones de tratamiento de residuos y aguas residuales se transforman en bioetanol y biodisolventes. Por último, pero no por ello menos importante, los lodos de depuradora se emplean para producir biocarbón, un carbón vegetal obtenido por la descomposición térmica de biomasa.
Al adoptar un enfoque más amplio para promover una economía circular, el equipo de WaysTUP! (Value chains for disruptive transformation of urban biowaste into biobased products in the city context) también trabaja para concienciar a los ciudadanos y las comunidades locales sobre la importancia de los biorresiduos urbanos como recurso. Además, ha fomentado la participación ciudadana activa en la recogida de biorresiduos urbanos.