ADAP denuncia la falta de realismo del MAGRAMA en la búsqueda de una solución ambiental para la gestión de purines porcinos
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Tras la última reunión mantenida con el subsecretario del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Jaime Haddad, la Asociación para el Desimpacto Ambiental de los Purines (ADAP) denuncia la falta de realismo por parte del Ministerio de Agricultura en la búsqueda de soluciones al problema del purín al no considerar como elemento clave de la resolución del problema a las plantas de tratamiento de purines que se ven abocadas al cierre con la reforma energética.
Agricultura, mientras afirma no tener conocimiento cierto de que las plantas de ADAP estén en una situación de quiebra por la nueva regulación energética, está elaborando soluciones ya demostradas como ineficaces o parciales en el pasado y que incluso se han visto superadas por otras inversiones públicas recientes arrancadas en 2011.
El desconocimiento de la situación de quiebra de las instalaciones de ADAP resultan sorprendentes, puesto que ya en febrero de este año, ADAP envió al Ministerio de Agricultura una copia del estudio realizado por una consultora internacional de primer rango. En este estudio se detallan los datos auditados anualmente por las compañías desde su inicio y los resultados sobre costes de inversión y operación de estas instalaciones. Igualmente, en marzo remitió al Ministerio una carta denunciando la paralización en la que se encuentran las 29 plantas del sector.
Así pues, las plantas de tratamiento de purín se encuentran ignoradas por ambos ministerios, y manifiestan su preocupación por esta situación que condenan a la desaparición a una solución que ha demostrado funcionar y ser viable, con un claro impacto en el medio ambiente y en el sector porcino. El cierre definitivo de estas instalaciones implicaría la pérdida de más de 5.000 empleos, entre directos e indirectos, en su mayoría en el medio rural y afectaría a más de 2.000 explotaciones que gestionan sus excedentes a través de las 29 plantas existentes. El impacto total del cierre de estas instalaciones se cuantifica en más de 350 millones de euros.
ADAP reclama interlocución inmediata con ambos ministerios para definir una solución sostenible que permita a las plantas de tratamiento de purines con cogeneración mantener su actividad y propone una moratoria del régimen actual hasta que se encuentren soluciones complementarias y viables.