“La reutilización del agua para regadío contribuye a una gestión más sostenible”
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La amenaza de un futuro con menos agua a causa del cambio climático impulsa la búsqueda de recursos hídricos no convencionales. El uso para riego agrícola de agua regenerada es una de las fórmulas que está sobre la mesa. Analizar el potencial de esta fuente alternativa en España, así como sus implicaciones sociales, económicas y medioambientales, constituye el objetivo del proyecto de investigación RECLAMO (acrónimo de The contribution of water REuse to a resourCe-efficient and sustainabLe wAter manageMent for irrigatiOn). Lo coordina Irene Blanco, profesora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) e investigadora del Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales (CEIGRAM). A la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) pertenece la mayor parte del equipo, formado por agrónomos, hidrólogos, químicos y economistas agrarios.
Pregunta: Reducir, reutilizar y reciclar. La estrategia que plantea la economía circular también es válida para un recurso como el agua.
R.- Por supuesto. El sector del agua es uno de los principales protagonistas de la transformación de los sistemas económicos lineales a modelos más circulares. Numerosos desafíos, derivados fundamentalmente del cambio climático, están provocando una merma en la cantidad y calidad del agua, y fomentando la búsqueda de nuevas fórmulas para una gestión más sostenible del agua a través de instrumentos propios de la economía circular. La reutilización del agua para regadío es uno de esos instrumentos. Sus posibilidades y capacidades de futuro han despertado recientemente un gran interés. Particularmente en zonas de escasez, la reutilización del agua se ha convertido en una alternativa estratégica que permite disminuir la presión sobre los recursos hídricos, incrementar la garantía de suministro y reducir los vertidos de nutrientes.
P.- El riego de cultivos con agua procedente de plantas depuradoras puede despertar recelos en agricultores y consumidores. ¿Está justificada esa posible desconfianza?
R.- Los riesgos para la salud pública son un serio obstáculo para generalizar el uso del agua regenerada. Muchos países han desarrollado estrictas reglamentaciones sobre la materia con costosos requerimientos de cumplimiento. Recientemente, la Comisión Europea ha aprobado el Reglamento 2020/741, relativo a los requisitos mínimos para la reutilización del agua. Este reglamento, que será aplicable desde junio de 2023, incorpora parámetros químicos y biológicos para garantizar que las aguas regeneradas sean seguras para el riego agrícola. Por otro lado, los agricultores se muestran reticentes porque la reutilización del agua resulta más costosa energéticamente que las fuentes de agua convencionales, superficial y subterránea. Además, los costes para la producción de agua reutilizada los han asumido mayoritariamente las entidades gestoras de las estaciones depuradoras, pero según la normativa (el texto refundido de la Ley de Aguas), los usuarios finales (los agricultores) son quienes tendrían que asumir estos costes. Se espera que la disposición a asumirlos aumente cuando se transmita a los usuarios las señales adecuadas sobre el coste real del agua y la necesidad de alcanzar la sostenibilidad ambiental y económica de su gestión.
P.- El proyecto presenta como objetivo principal examinar el potencial que ofrece el agua reciclada para el regadío en España. ¿Cómo se realiza el análisis?
R.- El proyecto combinará herramientas de modelización cuantitativas y cualitativas para analizar la situación actual del agua regenerada para riego y su potencial real. La modelización cuantitativa está basada en el desarrollo y aplicación de modelos agronómicos-hidrológicos-económicos que permiten estudiar las complejas relaciones espaciales y temporales entre la disponibilidad y las demandas de recursos hídricos y las implicaciones de la reutilización del agua para riego. La modelización cualitativa consiste en el análisis de sistemas y el desarrollo de escenarios de futuro (climáticos y socioeconómicos) y sirve para desarrollar posibles hojas de ruta para fomentar el uso de este recurso. Estos modelos y escenarios son codiseñados con los grupos de interés. El objetivo es apoyar la toma de decisiones y dirigir mejor las prioridades en materia de reutilización del agua para el regadío. Para ello, el proyecto cuenta con un equipo mutidisciplinar de investigadores especialistas en economía agraria, hidráulica, agronomía y química y depuración de agua.
P.- Tienen previsto dos casos de estudio sobre el terreno, en Ciudad Real y Murcia.
R.- En el proyecto hemos seleccionado dos casos de estudio para ilustrar contextos muy diferentes de la reutilización del agua para riego. Por una parte, se trabajará en la cuenca alta del Guadiana (Ciudad Real), una zona con algún caso de éxito, pero en general con poca experiencia en la reutilización del agua. Se trata de una cuenca interna, donde el regadío intensivo llevado a cabo a finales del siglo XX produjo la sobreexplotación de las masas de agua Mancha Occidental I y Mancha Occidental II, antiguamente conocidas como Acuífero 23, y la degradación de los humedales de las Tablas de Daimiel. La sustitución de extracciones de agua subterránea por agua regenerada para regadío, siempre y cuando se mantengan los caudales ecológicos, podría aliviar la presión sobre las masas de agua y los humedales, contribuyendo a la gestión sostenible del recurso. Por otra parte, el proyecto estudiará el caso de la cuenca del Segura (Murcia), a la cabeza de Europa en depuración y reutilización de agua residual urbana. En esta zona, deficitaria de agua, los caudales provenientes de la reutilización de agua son vitales para mantener su importante producción agrícola. En particular en zonas costeras que vierten directamente al mar, la reutilización podría aumentar el volumen neto disponible de recursos hídricos. El análisis y la comparativa de los dos casos de estudio permitirá identificar barreras y oportunidades relacionadas con el fomento de la reutilización del agua para regadío en España.
P.- ¿Cuáles son las barreras que dificultan un mayor aprovechamiento de las aguas residuales?
R.- Aparte de las barreras sanitarias, de salud pública, y las financieras o económicas que he citado anteriormente, existen barreras técnicas, relacionadas con los tratamientos de depuración, el desarrollo de infraestructuras (adecuación de los sistemas de conducción) y las técnicas de riego (dispositivos que reduzcan la exposición de los cultivos a los agentes patógenos). También barreras medioambientales, relacionadas con los posibles impactos adversos de la reutilización del agua sobre el medio ambiente y derivadas de la presencia de sales, metales pesados y patógenos con efectos negativos sobre las plantas, los animales y el suelo. Barreras normativas, ligadas al marco concesional, la gobernanza, y la dificultad interpretativa de la norma y de las restricciones relacionadas con los criterios de calidad. Por último, barreras ligadas a la percepción y aceptación social del agua regenerada para la agricultura. En general, la sociedad desconoce el potencial de reutilización del agua en España y la robustez del marco regulatorio en cuanto a calidad y gestión del riego.
P.- ¿Qué papel pueden desempeñar las Administraciones públicas?
R.- Las Administraciones públicas están apostando fuertemente por la reutilización del agua para riego tanto a nivel nacional como a nivel europeo. El Nuevo Plan de Acción para la Economía Circular de la Unión Europea y la Estrategia Española de Economía Circular contemplan la reutilización del agua como un eje prioritario de actuación. En concreto, España propone abordar la revisión del actual marco normativo, basado en el Real Decreto 1620/2007, y está en la antesala de aprobar el ambicioso Plan Nacional de Depuración, Saneamiento, Eficiencia, Ahorro y Reutilización, conocido como Plan DSEAR. Este plan permitirá encajar los nuevos parámetros definidos en la nueva legislación europea (Reglamento 2020/741) y se incorporará a la estructura del tercer ciclo de planificación hidrológica para el periodo 2021-2027, proporcionando la necesaria seguridad jurídica a consumidores y usuarios finales.
P.- La Agencia Estatal de Investigación financia el proyecto a través de un programa orientado a los denominados retos de la sociedad. ¿Puede afirmarse que uno de los grandes desafíos de la agricultura española es la adaptación a un futuro con mayor escasez de agua?
R.- Sin duda. España es uno de los países más secos de Europa y en 2040 se prevé que sea uno de los países más secos del mundo. En los próximos 50 años el panorama del cambio climático en España será desolador. La temperatura podría aumentar hasta 2,5 grados más y las precipitaciones podrían disminuir un 10%. Según la Unión Europea, los cambios legislativos y las inversiones previstas en reutilización de agua permitirán aumentar seis veces en 2025 los volúmenes anuales que ahora se reutilizan, aliviando la presión sobre los recursos hídricos y evitando hasta en un 5% las extracciones directas de agua de fuentes superficiales y subterráneas. Además de los beneficios ambientales, esta actividad es creadora de riqueza y empleo verde. Se estima que el incremento del 1% en la tasa de crecimiento de la industria del agua en Europa puede crear entre 10.000 y 20.000 nuevos puestos de trabajo.