La innovación tecnológica: solución para un desarrollo sostenible
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Por Paolo Rossi, Director de operaciones de Veolia España
Los avances tecnológicos que se han producido durante el último siglo han afectado y beneficiado a todos los sectores, ámbitos y sociedades. La tecnología nos ha permitido agilizar los procesos de fabricación, mejorar la asistencia sanitaria, el transporte y, además, simplificar la gran mayoría de modelos de producción de la industria. Sin embargo, estas mejoras -unidas al incremento de la población- también han traído consigo un aspecto más negativo: su impacto en el medio ambiente. Por ello, es fundamental volver a aprovechar las oportunidades que brindan las innovaciones tecnológicas para fomentar modelos de desarrollo sostenible que favorezcan no solo el bienestar de la población, sino también el crecimiento de las ciudades.
En el caso de Veolia, la innovación siempre ha sido una de las principales características que nos ha diferenciado y permitido mejorar el rendimiento y la productividad de las actividades de nuestros clientes, anticipando sus necesidades futuras. Prueba de ello es el Hubgrade, un centro pionero de eficiencia energética que permite llevar un control telemático de las instalaciones de los clientes de Veolia en toda España, garantizando la optimización del consumo energético con el consiguiente ahorro económico y la reducción de emisiones de CO2. Este sistema de monitorización supone un soporte tecnológico pionero en España que permite a nuestros clientes alcanzar sus objetivos de mejora y eficiencia.
Y es que el mundo debe orientarse hacia un uso más eficiente de la energía para poder seguir disfrutando y haciendo uso de nuestras ciudades, sin degradar nuestro entorno. Nuevas ideas y modelos de desarrollo son ahora más necesarios que nunca. Frente a las tensiones crecientes que afectan a los recursos, nuestra responsabilidad colectiva es economizarlos y protegerlos. Consumir menos recursos, utilizarlos mejor y deteriorarlos menos implica que su disponibilidad para el futuro será mayor. En este sentido, la economía circular es una solución eficaz para preservar y renovar los recursos hídricos, energéticos y materiales a nivel local.
Conscientes de su importancia, ya son muchas las iniciativas que han surgido con el objetivo de actuar, concienciar a la población y reducir el volumen de residuos. Actualmente, existen por ejemplo aplicaciones móviles que permiten a distintos establecimientos (supermercados, restaurantes, cafeterías…) dar salida a su excedente diario a precios más económicos para reducir su volumen de residuos, que solucionan las dudas de los usuarios cuando no saben qué hacer con determinados residuos o que incluso permiten medir el consumo de agua. Medidas como estas, enfocadas en el usuario final, acaban teniendo una repercusión positiva en la forma de consumo y contribuyen a la mejora de la gestión de los residuos.
El Centro Integral de Valorización de Residuos del Maresme: un ejemplo en la gestión y el tratamiento de los residuos
La unificación de criterios técnicos y medioambientales regida por la Unión Europea sobre la gestión y tratamiento de residuos establece unas líneas de actuación basadas en la reducción, reutilización, reciclaje, valorización energética y eliminación. En este sentido, la zona del Maresme ha consolidado una tendencia iniciada en los últimos años, en cuanto a los residuos municipales se refiere, en la que ha aumentado el porcentaje de residuos recogidos selectivamente.
A través del Centro Integral de Valorización de Residuos del Maresme, gestionado por la UTE TEM (a su vez participada por Veolia), se gestionan directamente 280.000 toneladas de residuos al año (además de 41.000 toneladas de otras fracciones que son transferidas) gracias a las plantas de selección, compostaje, metanización y de recuperación energética. De esta forma, el centro no solo recupera materiales reciclables, sino que produce energía eléctrica procedente de la valorización energética de materiales no reciclables, recuperándolos en forma de energía y evitando, así, su disposición en vertedero.
Fomentar modelos de crecimiento basados en la economía circular es una labor que nos incumbe a todos, tanto a organismos públicos como privados, y son muchas las compañías, industrias y organismos públicos que están apostando por hacer esa transformación para seguir creciendo de forma sostenible. Este cambio es posible, en gran parte, gracias a la tecnología y a la innovación. Iniciativas como las que hemos comentado son las que demuestran que otra forma de gestionar los recursos es posible, consiguiendo un equilibrio entre sostenibilidad y progreso.
Artículo publicado en el número 213 Marzo/Abril 2019 de RETEMA