Bien es sabido que el agua es fundamental para la supervivencia de todas las formas de vida conocidas, y su importancia trasciende de lo biológico, extendiéndose a ámbitos sociales, económicos y culturales. Sin embargo, en la actualidad, nos enfrentamos a un desafío global sin precedentes: una crisis hídrica marcada por la escasez, la contaminación y una gestión deficiente del agua, que está afectando a millones de personas en todo el mundo. A medida que la población mundial crece y los efectos del cambio climático se intensifican, la demanda de agua aumenta, exacerbando aún más la presión sobre los recursos hídricos convencionales, cuya disponibilidad ha alcanzado un punto crítico y de no retorno. En este contexto, la gestión sostenible del agua se convierte en un imperativo moral y práctico, crucial para asegurar un futuro equitativo y próspero para las generaciones venideras.
En España, el desafío hídrico es especialmente significativo, con períodos de sequía cada vez más frecuentes que están poniendo en riesgo la explotación de fuentes de agua fresca, lo que requiere la adopción urgente de medidas novedosas y de eficacia garantizada. En esta búsqueda de adaptación al cambio climático e introducción de modelos sostenibles y de economía circular, los recursos hídricos alternativos o no convencionales, como la reutilización y la desalación, emergen como soluciones estratégicas y necesarias, cuyo potencial en nuestro país es prometedor, siendo uno de los mayores de Europa. Para profundizar en las capacidades, usos, desafíos y oportunidades asociadas a la implementación y desarrollo de estos nuevos recursos, recurrimos a la visión de dos destacados expertos en la materia: Francesc Hernández, Coordinador del Grupo de la Economía del Agua (GEA-UV) de la Universidad de Valencia; Carlos Echevarría, responsable del ámbito de Producción y nuevos recursos de Cetaqua - Centro Tecnológico del Agua.
Respecto a la reutilización, proceso que permite volver a utilizar el agua que ha tenido anteriormente un uso municipal o industrial, Francesc Hernández menciona el potencial de las aguas regeneradas para “convertir las plantas depuradoras en verdaderas fuentes de agua”, aprovechando la tecnología disponible para garantizar la máxima calidad. La apuesta por la reutilización permitirá garantizar disponibilidad y sostenibilidad, asevera el experto, y sugiere la adopción de medidas incentivadoras que normalicen el uso de agua regenerada. Coincide con él Carlos Echevarría, quien considera el agua regenerada como el “máximo exponente de recurso hídrico sostenible, económico y local”. Poder transformar el agua residual depurada en un recurso que cumpla con los más altos estándares de calidad para darle una segunda vida y ser reutilizado de forma planificada para otros usos resulta fundamental para conseguir resiliencia hídrica territorial, a presente y futuro, agrega el experto. En cuanto a la desalación, proceso por el cual se eliminan las sales minerales disueltas en el agua, el coordinador del GEA-UV opina que se trata de una fuente de agua muy consolidada en España, cuya aportación está siendo clave en zonas costeras con gran déficit hídrico, y destaca la existencia de tecnología muy avanzada que permite dar solución a los vertidos de salmuera, evitando cualquier impacto ambiental negativo.
El potencial de estos recursos hídricos no convencionales se debe, en gran parte, a la versatilidad de aplicaciones que ofrecen en muy diversos sectores. Según Echevarría, la concatenación de tratamientos de regeneración de aguas residuales permite obtener un abanico de calidades de agua, aptas para distintos usos. Entre ellos, Hernández destaca el riego agrícola, donde la potencialidad de la reutilización de aguas en la agricultura es considerable, aunque aún persisten algunas barreras que deben superarse mediante proyectos demostrativos para promover su implantación progresiva en el sector agrícola, apunta. El experto de Cetaqua, por su parte, añade una variedad de aplicaciones como el riego de parques y jardines, la limpieza urbana, el suministro industrial, la lucha contra los incendios, la recarga de acuíferos, e incluso el uso potable indirecto y directo. Asimismo, destaca que el agua regenerada complementa y ofrece una alternativa a otras soluciones como la captación de aguas subterráneas, superficiales, trasvases entre cuencas o desalación, lo que contribuye significativamente a la sostenibilidad del ciclo integral del agua, preservando ecosistemas y biodiversidad, enfatiza.
El potencial de estos recursos hídricos no convencionales se debe, en gran parte, a la versatilidad de aplicaciones que ofrecen en muy diversos sectores.
Claves para elevar el potencial de los recursos hídricos no convencionales
Sin embargo, hacer realidad este potencial no es, ni será, tarea fácil. La gestión del agua y, en especialmente, la implementación exitosa y el desarrollo de recursos no convencionales, implica superar ciertos obstáculos como la innovación, la regulación, la inversión, la colaboración o la aceptación social. Estos desafíos, sin embargo, deben ser percibidos como oportunidades, pues la apuesta por estos cinco ejes en la gestión hídrica, será clave para escalar el potencial de los recursos hídricos no convencionales y determinará el éxito de los modelos de gestión que incorporan estos innovadores enfoques.
1. Innovación
El primer pilar en el que coinciden ambos expertos, que hará posible el desarrollo y la implementación de soluciones eficientes, viables y sostenibles para la gestión hídrica es la innovación y adopción de nuevas tecnologías, al proporcionar soluciones que mejoran la eficiencia en el uso del agua, promoviendo su reutilización y garantizando una gestión integrada del recurso. Asimismo, las tecnologías avanzadas y los sistemas de gestión inteligente, junto con el análisis de datos en tiempo real, permiten mejorar significativamente la eficiencia operativa de las infraestructuras hídricas, asegurando un impacto positivo ambiental, económico y social, asevera Carlos Echevarría. Ante nuevos retos, se requieren nuevas soluciones, agrega Francesc Hernández, quien resalta además el papel crucial de la investigación continua, que permitirá demostrar la eficacia de las medidas y sus posibilidades de implementación.
2. Regulación
Por otro lado, contar con una regulación adecuada es fundamental para fomentar el uso de los recursos hídricos no convencionales y asegurar una implementación segura y eficiente. Según el coordinador del GEA-UV, las normativas han de establecer marcos claros que faciliten la adopción de prácticas sostenibles e impulsen el uso progresivo del agua regenerada con plenas garantías. En el caso de España, las regulaciones sobre esta materia vienen marcadas por la normativa europea. Recientemente, han entrado en vigor nuevas normas que supondrán un gran reto para nuestro país, apunta el experto. Estas van encaminadas a potenciar el desarrollo y la implementación de recursos hídricos alternativos, en la línea de convertir el uso de agua regenerada en algo cotidiano, apuntilla. El responsable en Cetaqua complementa esta visión al agregar que, para contribuir al progreso económico, social y medioambiental, es fundamental disponer de marcos normativos que promuevan la inversión en proyectos de I+D+i; y fomenten la participación de todas las partes interesadas de manera alineada, dos grandes pilares para escalar el potencial de estos recursos.
La gestión del agua y, en especialmente, la implementación exitosa y el desarrollo de recursos no convencionales, implica superar ciertos obstáculos como la innovación, la regulación, la inversión, la colaboración o la aceptación social.
3. Inversión
No obstante, la principal barrera que necesitamos superar es la cobertura financiera de las inversiones requeridas, advierte Hernández, y sugiere que una reformulación de las estructuras tarifarias vigentes sería fundamental para alcanzar el reto planteado. El experto opina que las infraestructuras hídricas, y especialmente, las redes de abastecimiento urbano, son las “grandes olvidadas” dentro de la gestión del agua, jugando en su contra la poca visibilidad que tienen. Estas infraestructuras, de titularidad pública aunque con una gestión mayoritariamente privada, muestran notables carencias en cuanto a estrategias de mantenimiento y planes de sustitución o mejora, que requieren de actuaciones costosas e inversiones significativas, explica. Destaca por último la urgente necesidad de inversión en actuaciones sobre las infraestructuras existentes; y también, en nuevas redes que permitan el uso del agua regenerada.
4. Colaboración
También la colaboración entre actores es fundamental para garantizar el éxito de los proyectos de reutilización y desalación, concuerdan los expertos. Las alianzas entre sector público y privado son las que posibilitan los avances, al crear espacios de confianza y excelencia, que funcionan como catalizadores de la innovación, alega Echeverría. Como resultado, somos capaces de generar soluciones tangibles, robustas, aplicables y escalables, que dan respuesta a las necesidades del mercado y la sociedad. Asimismo, es crucial trabajar en estrecha colaboración con el territorio, establecer una conexión sólida con las comunidades locales, los gobiernos y las empresas para identificar necesidades específicas de cada región y desarrollar estrategias y soluciones efectivas y sostenibles a largo plazo y que den respuesta a los retos de la sociedad, concluye el responsable en Cetaqua.
5. Concienciación
Por último, la sensibilización pública es clave para la aceptación y adopción de prácticas sostenibles en la gestión del agua. Si bien los beneficios de los recursos hídricos alternativos pueden parecer evidentes, aún existe cierta reticencia hacia su implementación y uso en ciertos ámbitos. Por tanto, es necesario un esfuerzo significativo para concienciar a la ciudadanía sobre su importancia y necesidad, explica Francesc. Sin embargo, el experto reconoce la dificultad en cambiar el tan arraigado modelo lineal basado en “usar y tirar”, más aún cuando todavía no se está sufriendo una carencia drástica del recurso agua. Esta falta de percepción de la urgencia explica la falta de interés por parte de la ciudadanía, opina. Por tanto, el gran desafío radica en convencer a la sociedad de que los recursos hídricos no convencionales son, en el contexto actual, la única vía para afrontar la creciente escasez de agua garantizando su disponibilidad y sostenibilidad, afirma.
Para ello, los usuarios necesitan poder confiar en que el agua regenerada es segura y fiable para su uso. En este sentido, el mensaje es claro, asevera Echeverría: el agua regenerada cumple con todos los requisitos necesarios para un uso seguro y es tecnológicamente viable, lo cual la convierte en un aliado sólido para el desarrollo de la actividad de ciertos sectores en específico; pero también, para la población general, asegura el experto. Por otro lado, el precio asociado a su uso no puede ser mucho mayor al del agua convencional, agrega el coordinador del GEA-UV, considerando que se debería evitar que los costes de gestión y regeneración del agua supongan una barrera para el uso cotidiano.
Para hacer llegar este mensaje, es fundamental la adopción de estrategias que faciliten y promuevan el uso progresivo del agua regenerada, integrándolo en la vida cotidiana, sugiere Francesc. En esta línea, Echevarría propone impulsar actuaciones de sensibilización, adaptadas en función del objetivo y, por ende, implementadas de diversas formas, como por ejemplo, talleres en escuelas, jornadas para la ciudadanía, dinámicas con stakeholders locales, realización de COPs, espacios demostrativos, Living Labs, entre otros.
"Poder transformar el agua residual depurada en un recurso que cumpla con los más altos estándares de calidad para darle una segunda vida y ser reutilizado de forma planificada para otros usos resulta fundamental para conseguir resiliencia hídrica territorial, a presente y futuro", destaca Carlos Echevarría, responsable del ámbito de Producción y nuevos recursos de Cetaqua - Centro Tecnológico del Agua.
Proyectos
Prueba del potencial transformador de la reutilización o la desalación en nuestro país son algunos proyectos innovadores ya desarrollados o en ejecución. Desde el GEA- UV destacan que la práctica totalidad de los proyectos en los que trabajan se refieren a recursos hídricos no convencionales. Estos proyectos están diseñados para demostrar la viabilidad técnica, económica y ambiental de la reutilización del agua en diversas actividades y sectores productivos, explica Francesc Hernández. Entre ellos, se incluye el uso de agua regenerada en entornos urbanos, procesos industriales, agricultura, recuperación de espacios naturales o prevención de incendios forestales, ejemplifica.
De igual forma, en nombre de Cetaqua, Carlos Echevarría pone en valor diversas iniciativas destacadas en el ámbito de I+D+i. Se trata de proyectos, cofinaciados por la UE, relacionados con: la utilización de agua regenerada en diversos campos como: riego agrícola de bajo coste e impacto ambiental, garantizando el cumplimiento de los estándares europeos (LIFE WARRIOR); la recarga de acuíferos, para incrementar los recursos hídricos subterráneos disponibles y combatir el estrés hídrico (LIFE MATRIX); la prevención de incendios forestales, gracias al riego preventivo y de mantenimiento de las zonas que forman las barreras verdes de protección contra incendios de la interfaz urbano forestal (LIFE GUARDIAN); o la valorización de aguas freáticas contaminadas por nitratos y sales, manteniendo los nutrientes necesarios para aplicaciones de riego, y eliminando la salinidad (LIFE CONQUER). Por último, Echevarría destaca un proyecto relacionado con el riego de cultivos en el entorno metropolitano, reduciendo la dependencia de recursos convencionales (AGREEN).
"Para evitar las barreras propias del inmovilismo, sería deseable la adopción de medidas incentivadoras y la adopción de estrategias que faciliten el uso progresivo de agua regenerada y lo conviertan en algo cotidiano", afirma Francesc Hernández, coordinador del Grupo de la Economía del Agua (GEA-UV) de la Universidad de Valencia.
Presente y futuro
Conscientes de un presente marcado por crecientes desafíos hídricos derivados del cambio climático, “no podemos permitirnos la posibilidad de no actuar, porque de ello depende nuestra propia supervivencia”, advierte Hernández. Nos encontramos en un momento crucial para la gestión del agua, donde es necesario actuar y desarrollar soluciones innovadoras y proyectos eficientes, sostenibles y responsables, que puedan ser implementados a gran escala, coincide Echevarría.
Por tanto, debemos considerar los recursos no convencionales como única salvaguarda para afrontar esta nueva situación. Solo nos falta ponernos en marcha y actuar en consecuencia, insiste el coordinador del GEA-UV, quien considera que la principal barrera es el inmovilismo y retraso en las actuaciones. Por el momento, debemos seguir impulsando la innovación y continuar trabajando en tecnologías de vanguardia y proyectos piloto a escala representativa, como venimos haciendo desde hace una década, con el objetivo de asegurar la solidez desde un punto de vista técnico-económico, demostrar esquemas viables y, a la vez, generar mayor aceptación entre los usuarios, apunta el profesional de Cetaqua. Para ello, será clave trabajar desde un enfoque colaborativo y proactivo, agrega.
Con vistas a futuro, ambos expertos comparten una visión optimista y determinada sobre el futuro de la gestión del agua y la importancia de los recursos hídricos no convencionales. Desde el GEA-UV, auguran un futuro basado en la gestión eficiente del agua, destacando la puesta en valor de este recurso escaso, y la aplicación del principio de economía circular. Hernández visualiza un marco legal robusto que garantice y promueva el uso del agua regenerada, previniendo y penalizando malas prácticas; espera que el uso racional del agua sea asumido como algo lógico y necesario en beneficio de todos; y confía en que la reutilización de agua se convertirá en una práctica habitual y garante de sostenibilidad para este recurso vital para la sociedad. El impacto deseado es, para Echevarría, lograr una resiliencia hídrica territorial a presente y futuro, asegurando el bienestar de nuestras comunidades y el desarrollo económico sostenible, concluye.
"La necesidad de actuaciones urgentes sobre las actuales infraestructuras y la inversión en nuevas redes que permitan el uso del agua regenerada supone uno de los grandes retos a afrontar", pone de relieve Francesc Hernández.
Transformando la necesidad en virtud: líderes en gestión hídrica
Profundizamos en los casos emblemáticos de la Región de Murcia y la isla de Gran Canaria, dos regiones que contrastan en su geografía, clima y contexto, pero que comparten un éxito común en la gestión sostenible del agua, convirtiéndose en líderes internacionales por el uso de recursos hídricos no convencionales, como la reutilización y la desalación. José Sandoval, director general de ESAMUR (Entidad Regional de Saneamiento y Depuración de la Región de Murcia); y Mercedes Fernández-Couto, directora general de EMALSA (Empresa Mixta de Agua de Las Palmas de Gran Canaria) detallan cómo ambas regiones han dedicado décadas al desarrollo e implementación de soluciones innovadoras para optimizar sus recursos hídricos, demostrando que la sinergia entre colaboración, innovación y planificación estratégica puede superar incluso las limitaciones más severas.
El caso de Murcia: éxito en reutilización
Tradicionalmente, la Región de Murcia ha sido la región más seca de España y Europa. Se encuentra ubicada en un ámbito territorial en permanente estrés hídrico, donde la pluviometría se sitúa en ocasiones por debajo de los 300 mm. Llueve poco, y cuando lo hace, suele hacerlo de manera torrencial, lo que dificulta el aprovechamiento del agua. Así lo introduce José Sandoval, director general de ESAMUR, la entidad regional competente para la gestión, mantenimiento, y explotación de las instalaciones de saneamiento y depuración de aguas residuales, quien destaca que, con este contexto, los recursos hídricos no convencionales se convirtieron en indispensables para la economía murciana. Sin estos recursos, la disponibilidad de agua en la región sería mucho menor, parte de nuestra economía productiva desaparecería, provocando que sectores tan importantes como la industria o la agricultura no pudieran desarrollarse de una manera tan tecnificada y eficiente, sostiene el experto.
En la actualidad, el 15% de las necesidades de riego se cubren con agua regenerada, transformando lo que podría considerarse un residuo en un recurso vital, afirma Sandoval. En este contexto, cabe destacar además que la Región de Murcia ostenta el mayor porcentaje de aguas reutilizadas en Europa y sus esfuerzos van dirigidos a mantener ese liderazgo. Cada año, se trata un volumen de agua en las depuradoras que alcanza los 120 hm3, con un índice de regeneración cercano al 96%. Asimismo, la región cuenta con un importante número de instalaciones, equipadas con sistemas avanzados y la última tecnología. Actualmente son 100 plantas depuradoras y 56 estaciones de bombeo, así como otras instalaciones de membranas, con sistemas de radiación UV para la desinfección; e instalaciones de tratamiento cuaternario, con equipamientos de ozono o carbón activo, enumera el experto.
La Región de Murcia ostenta el mayor porcentaje de aguas reutilizadas en Europa y sus esfuerzos van dirigidos a mantener ese liderazgo.
Estos avances se traducen en numerosos beneficios a nivel ambiental, económico y social. Por ejemplo, la alta calidad de las aguas depuradas y regeneradas ha permitido el desarrollo de zonas de gran valor medioambiental con alta proliferación de aves, en muchos casos en peligro de extinción; además de funcionar como un importante reservorio de agua para el riego posterior. En cuanto al beneficio socioeconómico, Sandoval destaca la existencia de caudales con altas garantías para uso agrícola, que han fomentado la expansión de cultivos fundamentales para la economía regional. Este liderazgo ha posicionado a Murcia como un destino de interés para delegaciones de países extranjeros y otras regiones españolas, quienes buscan aprender del modelo de gestión y tratamiento de aguas de ESAMUR, celebra el director.
Pero, ¿cuáles han sido las claves del éxito?
En primer lugar, la experiencia acumulada a lo largo de las décadas que lleva la región enfrentándose a la escasez de agua, diversificando sus aportes y almacenando sus recursos hídricos, ha permitido a Murcia desarrollar una resiliencia excepcional ante estas situaciones, adaptando sus soluciones a las necesidades inherentes de la comunidad para suministrar un agua con las máximas garantías. También la excelencia y especialización de ESAMUR ha sido, sin duda, sello distintivo para la Región de Murcia. La existencia de esta entidad, que se centra en depurar y regenerar el agua residual de manera eficiente, para después ponerla a disposición del riego agrícola, ha hecho que el modelo haya conseguido unos resultados excelentes. Por otro lado, el modelo de gestión, basado en una planificación coherente y orientada a la regeneración de aguas; y un canon finalista que cubre los costes de tratamiento de las instalaciones de manera solidaria, asegurando que todos los residentes paguen el mismo importe por metro cúbico de agua tratada, ha sido fundamental.
Además, mantener una estrategia uniforme en todo el territorio y coherencia en los procesos, implementando soluciones probadas a nivel piloto antes de escalarlas a instalaciones de mayor tamaño, ha asegurado la eficacia y eficiencia del modelo. Asimismo, la investigación ha jugado un papel esencial, incorporándose como parte integral del ADN de ESAMUR, que ha fomentado e implementado la innovación en cada una sus instalaciones. Esta continua labor de investigación, que anticipa y disipa posibles temores, ligada a la transparencia por parte de la entidad, ha generado a su vez que la percepción de la sociedad hacia la calidad de las aguas sea muy positiva, otro gran catalizador del éxito.
“No creo que haya nada extraordinario en nuestra actuación, solo trabajo, compromiso y creer en ello”, reflexiona por último el director de ESAMUR. Si bien es cierto que los mencionados factores posicionan a Murcia en una situación ventajosa respecto a otras regiones a la hora de superar ciertos desafíos, esto no implica que hayan dejado de existir, sino que han ido variando con el tiempo. Sandoval narra cómo al principio el reto estaba en demostrar la calidad de las aguas regeneradas y crear confianza en los usuarios; luego, en optimizar las instalaciones para conseguir los mínimos costes con los mejores resultados; y en la actualidad, se centra en la adaptación a los nuevos requerimientos de la normativa europea de reutilización, que no está siendo fácil, confiesa el experto. Dado que la región tiene un número muy importante de instalaciones, el trabajo de adaptación técnico y económico está siendo muy importante. En cuanto a planes de desarrollo a futuro, la región se va a enfocar en mejorar la eficiencia y fiabilidad de sus sistemas de regeneración de agua, priorizando la prevención, la reducción de la conductividad en las depuradoras, actuando sobre el alcantarillado y las infiltraciones; y el control de vertidos, para disponer de un recurso de máxima calidad, revela el director de ESAMUR.
"Hemos hecho de la necesidad virtud, convirtiendo un residuo en un recurso", concluye José Sandoval, director general de ESAMUR.
El caso de Gran Canaria: éxito en desalación
Gran Canaria, como parte de las Islas Canarias, enfrenta una escasez de recursos hídricos más severa que otras comunidades peninsulares debido a la ausencia de ríos y lagos de agua dulce, y la salificación de los recursos subterráneos por la intrusión marina. Desde los años 60, Gran Canaria experimentaba un notable crecimiento socioeconómico y poblacional, que unido a la escasez de agua, provocó que los recursos no convencionales, y especialmente la desalación, se convirtieran en indispensables para el desarrollo de la isla y el bienestar de sus habitantes. Así lo refiere Mercedes Fernández-Couto, directora general de EMALSA, empresa mixta que gestiona el ciclo integral del agua de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, Santa Brígida y el Puerto de la capital. La experta relata cómo a partir de los años 70, Gran Canaria experimentó un fuerte desarrollo en la construcción de desaladoras de aguas de mar, lo que ha permitido que sea una de las pocas islas del archipiélago que no sufre restricciones en el suministro de agua a la población. La evolución de estos recursos ha sido además muy positiva, prosigue, logrando producir hoy en día un metro cúbico de agua desalada con menos de la mitad de energía que en los años 80, lo cual ha reducido la huella de carbono y mejorado la eficiencia de producción.
Asimismo, cabe destacar que la gran desaladora que explota EMALSA tiene una capacidad máxima de 80.000 m³ diarios y produce una media diaria de 70.000 m³. Este agua desalada se utiliza para el abastecimiento a la población de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Brígida, así como para las empresas y buques del Puerto del Estado de Las Palmas; y ha permitido un gran desarrollo económico y poblacional, así como del sector turístico, que de otra forma no habría sido posible. La entidad gestiona además cuatro depuradoras, con capacidad de depuración para 56.000 m³ y una media diaria de 44.000 m³ de agua depurada al día, de los cuales se consiguen reutilizar el 46%. Este agua se utiliza para riego de zonas verdes, baldeo de calles y alimentación de una red de hidrantes contra incendios; y otra parte es entregada al Consejo Insular de Aguas para su aprovechamiento para riego agrícola. La reutilización de agua es un perfecto ejemplo de lo que significa la economía circular y el aprovechamiento de recursos, y ha permitido que el tejido del sector primario, entre otros, se mantenga y evolucione de manera positiva en la isla. Todos estos datos evidencian la posición de liderazgo en el uso de los recursos hídricos no convencionales de la isla de Gran Canaria frente a otras regiones, tanto a escala nacional como internacional; y la pretensión es continuar en esta senda, adelanta la experta.
A partir de los años 70, Gran Canaria experimentó un fuerte desarrollo en la construcción de desoladoras de aguas de mar, lo que ha permitido que sea una de las pocas islas del archipiélago que no sufre restricciones en el suministro de agua a la población.
Pero, ¿cuáles han sido las claves del éxito?
En primer lugar, Fernández-Couto subraya que el éxito de EMALSA se debe a una planificación meticulosa y a su larga trayectoria, que comenzaba en los años 70 con un notable esfuerzo en la construcción de desaladoras. El disponer, desde tan pronto, de instalaciones de desalación en zonas costeras con alto riesgo de sequía, ha sido gran ayuda para el abastecimiento de agua a la población, opina la experta, quien considera que este modelo de gestión podría servir de ejemplo o replicarse en otras regiones, como Cataluña o Andalucía, donde los recursos hídricos convencionales están resultando insuficientes y existen zonas costeras o cercanas a la costa con alto riesgo de sequía.
También, por supuesto, parte del éxito se debe a la excelencia en la gestión y especialización por parte de EMALSA, constituida como empresa municipal en 1984 y empresa mixta en 1992, que gestiona el ciclo integral del agua de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, Santa Brígida y el Puerto de la capital. La entidad, que celebra su 40 aniversario, es una de las empresas referentes a nivel mundial en desalación y se ha convertido en uno de los motores económicos de la ciudad y principal palanca de su desarrollo económico y demográfico.
Otro eje fundamental que ha elevado el potencial de los recursos hídricos alternativos en la isla ha sido la innovación. La constante apuesta por la tecnología ha hecho más viable, si cabe, esta forma de producir agua. Prueba de esto es que EMALSA cuenta con cuatro patentes de desalación que han permitido reducir el consumo energético y mejorar la calidad del agua desalada. La desaladora de EMALSA ha sido y sigue siendo un ejemplo de evolución en el campo de la desalación, donde durante años se han llevado a cabo pruebas piloto, desarrollos y ensayos que han permitido avanzar en el proceso de desalación a niveles inimaginables hace algunas décadas. No obstante, el desarrollo de estos recursos no habría sido posible sin una inversión económica sustancial y continua en la mejora de los procesos, lo cual también destaca el esfuerzo de la isla por alcanzar esta posición.
El último aspecto clave que distingue a Gran Canaria de otras regiones es la aceptación social de los recursos hídricos no convencionales, asegura Mercedes Fernández-Couto. En las islas, el uso de agua desalada y reutilizada está ampliamente aceptado y asumido gracias a los esfuerzos en concienciación ciudadana, a través de campañas dirigidas a todas las edades y difundidas por diversos medios. No obstante, la experta considera que es necesario seguir insistiendo en esta línea de trabajo, pues es la única forma de combatir los tabúes y falsos mitos que aún persisten sobre el agua del grifo procedente de la desalación, siendo este un gran reto aún por superar. Por tanto, aunque la isla de Gran Canaria ocupa una posición de liderazgo en este ámbito, esto no la exime de enfrentar desafíos, casi siempre ligados a la optimización de los consumos energéticos de la desalación, o la mejora del rendimiento de las redes para minimizar el uso del recurso natural.
"La planificación, la inversión y la especialización han sido los aspectos diferenciales en el modelo de desalación de Gran Canaria", destaca Mercedes Fernández-Couto, directora general de EMALSA.
Con vistas a futuro, Fernández Couto augura que, si no se logra frenar el cambio climático, los recursos hídricos no convencionales se convertirán en convencionales, y continuarán ayudando a paliar las situaciones de estrés hídrico. Sin embargo, para ello es vital reducir la producción de desechos, el uso de energías fósiles, y sobre todo realizar un uso y consumo racional del agua, ya que es un bien escaso y preciado, sin el cual la vida sería imposible, tal y como la conocemos hoy, reflexiona. Desde EMALSA, los planes de desarrollo se centrarán en continuar trabajando desde un modelo de gestión colaborativo y proactivo, que combina sector público y privado, para lograr las inversiones necesarias para la mejora de las infraestructuras del ciclo integral del agua. La empresa trabajará de la mano del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y otras administraciones públicas, en un ambicioso plan estratégico de infraestructuras, que visa los objetivos de construir una segunda desaladora y aumentar la capacidad de producción de agua regenerada a partir de aguas residuales depuradas, entre otros.