Impermeabilización de la celda E del vertedero de Milá II (Menorca)
- 5143 lecturas
18-08-2016
El proyecto de impermeabilización de la celda E del vertedero de residuos no peligrosos de Milà II, se ejecuta por la necesidad de solventar una serie de incidencias observadas en el paquete de impermeabilización de la citada celda, como consecuencia de subpresiones originadas a causa del ascenso del nivel piezométrico en época de aguas altas. Concretamente, se detecta el despegue de la geomembrana de PEAD y la presencia de agua libre entre ésta y la barrera geológica artificial, comprometiendo el estado y comportamiento a medio plazo de la solución de impermeabilización que había sido construida.
Como consecuencia de estas incidencias, el 22 de diciembre de 2014, mediante Acuerdo del Pleno de la Comisión de Medio Ambiente de las Islas Baleares, se resuelve clausurar temporalmente la celda E, hasta que se adopten las medidas necesarias para restablecer las condiciones para su correcto funcionamiento.
Se ha de tener en cuenta la importancia de la ejecución de este proyecto, puesto que la celda E es parte constituyente del vaso de vertido de la Fase I de ampliación del vertedero de residuos no peligrosos de Milà II, único vertedero en activo de la isla de Menorca.
Las obras de impermeabilización de la celda E, con un coste que asciende a 446,022,30 € (IVA incluido), se inician el 4 de mayo de 2015, con un plazo de ejecución de 2 meses y medio (final de obra el 21 de julio de 2015), para restablecer la actividad de la celda el 29 de julio de 2015, cumpliendo con los requisitos exigidos por parte del órgano ambiental competente.
A partir de este momento, la celda E, con una capacidad de aproximadamente 46.000 m3 y una vida útil de alrededor de 10 meses a partir de su puesta en funcionamiento, supone la nueva opción de tratamiento finalista de la isla de Menorca.
El nuevo diseño de la impermeabilización de la celda E asegura la protección ambiental tanto de los suelos como de las aguas subterráneas, incluso en condiciones sumergidas.
PROYECTO DE IMPERMEABILIZACIÓN DE LA CELDA E
La obra de impermeabilización de la celda E se ha ejecutado conforme el “Proyecto de impermeabilización de la celda E del vertedero de RNP de Milà II, TM de Mahón, Menorca” de febrero de 2015 redactado por LURGINTZA ingeniería geológica S.L., informado favorablemente por el Pleno de la Comisión de Medio ambiente de las Islas Baleares de 10 de marzo de 2015.
Este proyecto se ejecuta como solución para reforzar la impermeabilización existente, y constituir una protección necesaria ante las posibles oscilaciones de las aguas subterráneas y, complementariamente, supone una protección adicional para el medio ambiente.
A continuación se describe el diseño de la celda:
SISTEMA DE IMPERMEABILIZACIÓN
El sistema de impermeabilización de la celda E ha consistido básicamente en una combinación de dos capas de drenaje, una capa mineral impermeable (barrera geosintética de bentonita aditivada con polímero) y un revestimiento artificial impermeable (geomembrana de PEAD), que se apoya sobre la impermeabilización existente (barrera geológica artificial -capa de BES, Bentonite Enriched Soil- y revestimiento impermeable de PEAD).
La solución de impermeabilización está concebida para trabajar bajo nivel freático (en condiciones sumergidas) e incluso soportar las deformaciones a las que, eventualmente, pudiera verse sometida hasta que la subpresión o nivel ascensional del nivel freático no se vea compensada con el peso del residuo.
El diseño, así mismo, está concebido para que las barreras y las capas de drenajes se complemente de manera que exista una colaboración entre los niveles de baja permeabilidad que impiden la migración del lixiviado fuera del vaso y las capas de drenaje que aseguran su evacuación, mejorando de esta forma tanto el rendimiento de la solución de impermeabilización como la eficacia del sistema.
Se ha proyectado y ejecutado un sistema de doble impermeabilización que dispone de una capa de drenaje principal (drenaje de lixiviados) y otra capa de drenaje secundario (drenaje de infiltraciones o geocompuesto de drenaje de seguridad). Esta disposición asegura la evacuación de los lixiviados en condiciones no confinadas, esto es, de flujo permanente a través de la capa de drenaje, lo que mejora de forma particularmente interesante las condiciones de aseguramiento de la impermeabilización.
El confinamiento del geocompuesto de bentonita aditivada (GBR-C) entre dos membranas (GBR-P principal y lámina plástica a techo del geocompuesto de drenaje secundario) asegura unas condiciones de trabajo óptimas para este material (confinamiento, humedad constante, inexistencia de ciclos de humectación y secado) garantizando su estabilidad a largo plazo.
El drenaje secundario permitirá garantizar la independencia en el control de calidad de la celda E y constituye un dren de seguridad frente a fugas de lixiviados a través de la impermeabilización principal.
Complementariamente, el revestimiento artificial impermeable secundario constituye una protección necesaria frente a la acción de las aguas subterráneas y supone una garantía adicional de protección ambiental del medio.
Esta obra presenta tres secuencias de impermeabilización diferentes según el ámbito de aplicación de las mismas según se muestra en las figuras de la página siguiente.
SISTEMA DE DRENAJE DE LIXIVIADOS
El tratamiento de residuos mediante depósito en vertedero tiene asociado la generación de gases y lixiviados, que tienen que ser tratados correctamente para minimizar sus efectos sobre el medio ambiente.
a) Sistema principal
En las obras ejecutadas en la celda E, el sistema de gestión de estos fluidos se define como un sistema híbrido, puesto que de manera conjunta es capaz de drenar los lixiviados y los gases del vertedero.
La solución desarrollada para la captación de lixiviados se fundamenta en la instalación, a lo largo y ancho de toda la superficie, de un geocompuesto de drenaje de alta resistencia al aplastamiento, de modo que el caudal total de lixiviados producido en el cuerpo del relleno y que percola hasta el fondo del vaso es captado por este geodrén.
Esta solución se complementa con una red de tuberías ranuradas de PEAD de alta rigidez y diámetro interior de 150 mm, cuya disposición en planta se ha ideado de modo que recojan la mayor superficie posible a la vez que evacuen los lixiviados dirigiéndolos hacia el punto bajo de la celda. Además, durante la explotación se deben añadir nuevas líneas de drenaje a diferentes niveles del residuo (cada 6-9 m de potencia de residuos) para asegurar el correcto drenaje.
El drenaje se refuerza con la extensión de una capa de gravas de 20 cm de espesor, con unos requerimientos de limpieza, geometría y morfología que garantizan su funcionalidad y la del resto de elementos a largo plazo.
Se implementa un pozo registro visitable con triple función. Por una parte, conforma un registro y drenaje vertical del sistema de lixiviados; en segundo lugar, participa activamente en la liberación del biogás que se genera en el cuerpo del relleno; y por último, permite en situaciones anormales o de emergencia acceder al punto bajo (punto de impulsión) para realizar labores de inspección, mantenimiento, reparación o instalación de bombeo adicional.
b) Sistema secundario
Bajo la nueva secuencia de impermeabilización, se construye un drenaje secundario que está compuesto por un nuevo geocompuesto de drenaje de alta resistencia al aplastamiento y de características singulares. Se trata de un geodren compuesto por un núcleo drenante de tres hilos y un film de PE de 0,2 mm en su cara superior.
Este drenaje secundario es un sistema de detección de fugas, que además complementa la impermeabilización, incrementando la seguridad de la misma y evitando el lavado del material o el debilitamiento del geocompuesto de bentonita por parte de las aguas subterráneas en caso de acceso de éstas a través de la impermeabilización secundaria.
La capa de detección de fugas queda registrada mediante un pozo inclinado de diámetro de 315 mm.
c) Drenaje aguas subterráneas
Empleando la misma solución de registro que en la capa de detección de fugas, se dispone de un pozo inclinado compuesto por un tubo de 315 mm de diámetro y un tramo ranurado de 200 mm para la detección, captación e impulsión de las aguas subterráneas que pudieran confluir en el punto bajo de la celda.
Puede descargar aquí el artículo completo.