Los fondos Next Generation EU vienen secos
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16-03-2021
Por Victoria Toro, RETEMA
La aprobación de los fondos de recuperación Next Generation EU para salvar a los países de la Unión de la catástrofe de la pandemia fue vista como un maná, ese don que se recibe gratuitamente y con carácter inesperado. Los 750.000 millones aprobados sonaron a gloria. Los 77.000 millones que de ellos le corresponderán a España parecía que iban a solucionar cualquier problema. Pero la realidad es otra. 750.000 millones o 77.000 millones son cantidades astronómicas para los mortales comunes y corrientes pero si hablamos de presupuestos nacionales, la cosa cambia. Siguen siendo enormes cantidades pero, claramente, no van a solucionar todos los problemas. Para hacerse una idea de lo que representa esa cantidad es bueno compararla, por ejemplo, con el gasto público que contemplan para este 2021 los Presupuestos Generales del Estado: 383.542 millones de euros.
Los 77.000 millones de euros representan un 20% del gasto de España en un ejercicio. Teniendo en cuenta que la UE irá haciendo los reembolsos a lo largo de los próximos años, la cantidad todavía se diluye más. Aun así, sigue siendo una aportación clave para la reparación del daño causado por la pandemia y para lograr el crecimiento económico del país. Y una vez lograda la aprobación de la cantidad llega la hora de decidir a qué se destinan esos fondos. Todos los sectores buscan captar fondos, todos necesitan inversión en mayor o menor medida. Pero no hay para todos.
El sector del agua urbana, como el resto de sectores económicos, esperaba una aportación que supusiera un antes y un después. Aunque las cosas no van a ser así, al menos por lo que se sabe de momento.
El sector del agua urbana, como el resto de sectores económicos, esperaba una aportación que supusiera un antes y un después. Aunque las cosas no van a ser así, al menos por lo que se sabe de momento, que no es mucho. En declaraciones a RETEMA, Marta Suarez-Varela, profesora del Departamento de Estructura Económica y Economía del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Madrid, asegura: “Es imposible saber en este momento si los fondos de recuperación van a suponer un antes y un después para el sector del agua porque no se ha especificado todavía qué cantidad total se va a gastar en él. Lo que sí parece claro es que el grueso del dinero no va a ir al agua”.
Cuánto y cúando llegará el dinero
Para entender la forma en la que el gobierno español ha comenzado a distribuir el dinero es importante saber cuánto dinero llegará y qué condiciones ha impuesto la UE para aprobar los fondos.
La parte central de las ayudas es lo que se conoce como Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia que está dotado con 672.500 millones de euros en préstamos y subvenciones. Su objetivo es mitigar el impacto de la pandemia. Pero, y aquí está la cuestión clave, la UE impone que la utilización de esos fondos sirva, no solo para corregir los daños provocados por el coronavirus, sino que esa reparación deben tener una línea marcada desde Europa: tiene que conseguir que tanto la economía como la sociedad de cada uno de los países miembros sean más sostenibles y estén mejor preparadas para el futuro. Y tampoco vale que cada país decida cómo considera que su sociedad y su economía estarán mejor preparadas. También aquí la UE marca la dirección: los fondos deben utilizarse en el marco de las transiciones ecológica y digital.
Además de esta partida, que es la mayor, la UE también ha aprobado otra cantidad, 47.500 millones de euros, como Ayuda a la Recuperación para la Cohesión y los Territorios de Europa (React-UE) que se aportarán este año y el próximo.
De todos esos fondos, España recibirá aproximadamente 77.000 millones de euros no reembolsables que son el resultado de la suma de 64.500 millones de euros procedentes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y 12.500 millones de euros del Fondo ReactUE.
Las asociaciones sectoriales, las empresas gestoras y en general los expertos en economía del agua, coinciden en que la perspectiva no es muy positiva.
Con los datos claros del dinero que recibirá España y las líneas marcadas por la UE para su uso, el gobierno, y también las Comunidades Autónomas, han empezado a hacer planes de repartición. Los primeros datos aportados por el Ministerio para la Transición y el Reto Demográfico han supuesto una desilusión para el sector del agua. En declaraciones a RETEMA, Teodoro Estrela, Director General del Agua ha asegurado: “El Plan de recuperación y resiliencia en el marco de los recursos hídricos contribuirá a los objetivos que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico tiene para la gestión del agua en tres ámbitos, el de la planificación hidrológica; el normativo, para introducir las reformas precisas para desarrollar la nueva política del agua y, por último, el de las inversiones, para materializar en el territorio la política desplegada”.
El Director General del Agua detalla un poco más las intenciones de su ministerio: “Las actuaciones que se van a impulsar serán de depuración, saneamiento y reutilización, actuaciones para la conservación y restauración hidromorfológica. También para la conservación y restauración en las reservas naturales fluviales, la reducción de las extracciones en los acuíferos, actuaciones para mitigar el riesgo de inundación y mejorar la seguridad de las presas y los embalses. Además se fomentarán actuaciones mejorar la gestión del agua y para avanzar en la transformación digital en el ámbito del agua”.
Las palabras de Teodoro Estrela a RETEMA confirman lo que había dejado claro su Ministerio a la hora de empezar a repartir el dinero. En los Presupuestos Generales del Estado de este año, el Gobierno incorpora ya una primera partida de los fondos Next Generation: 26.634 millones de euros. Y de ellos, la cantidad que le ha correspondido al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico es la mayor de todas: un 28% del total, que representa 6.805 millones de euros. Esa cifra es la relacionada con los presupuestos generales vigentes, pero también del total del Fondo de Recuperación y Resiliencia, que se repartirán durante tres años, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico recibirá la mayor partida: 12.868 millones de euros de los que 1.047 millones de euros están destinados a los recursos hídricos. Esa es la única cifra que se conoce por el momento.
El dinero destinado al agua
“Si miramos la regulación –explica a RETEMA Marta Suarez-Varela-, se tiene que destinar un mínimo del 37% para la transición ecológica. El Gobierno ha especificado sus previsiones de gasto de los fondos Next Generation en el Plan de Resiliencia. Y cuando lees ese plan hay unas cuantas medidas de agua. Tiene diez medidas palanca y unas treinta medidas asociadas a ellas. Y sí hay algunas que mencionan el agua pero lo que no sabemos es qué cantidades se van a destinar a ellas”. “Aunque –añade la economista de la Universidad Autónoma de Madrid- lo que ha especificado la Comisión está todo muy orientado hacia la descarbonización”.
En esa percepción de la situación incide también Fernando Morcillo, presidente de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS): “Con la información que tenemos ahora, la importancia de los fondos Next Generation UE para el sector del agua va a ser poca. Por un lado, por la escasez de los mismos que no superan ni siquiera el porcentaje de lo que representa el sector sobre el PIB y por otro lado, porque cualitativamente están destinados a temas que ya estaban planteados y programados, básicamente la ejecución de obras de depuración. Por eso para nosotros, desde un punto de vista sectorial, es un poco decepcionante”.
"Con la información que tenemos ahora, la importancia de los fondos Next Generation UE para el sector del agua va a ser poca. Por un lado, por la escasez de los mismos y por otro lado, porque cualitativamente están destinados a temas que ya estaban planteados y programados. Por eso para nosotros, desde un punto de vista sectorial, es un poco decepcionante".
Las asociaciones sectoriales, las empresas gestoras y en general los expertos en economía del agua, coinciden en que la perspectiva no es muy positiva. Pero como todavía falta por distribuir la mayor parte de los fondos, todos ellos tienen la esperanza de que la situación cambie y finalmente el sector del agua acabe recibiendo una mayor cantidad de fondos de la que hasta ahora se ha conocido.
“Para todo el conjunto de la actividad del agua –continúa Fernando Morcillo- nosotros estamos trasladando a las autoridades unas necesidades muy superiores a los 1.100 millones, en un periodo de tres años, que es lo que por el momento se ha destinado a los paquetes relacionados con nuestro sector. Creemos que nuestras necesidades estarían próximas a los 2.500 millones por año. Es evidente que menos es nada pero estamos muy lejos de las necesidades del sector”.
Los 1.047 millones destinados por el MITECO a los recursos hídricos están repartidos fundamentalmente entre actuaciones en depuración de aguas y costas. Según Morcillo, de esa cifra, lo que corresponderá al agua urbana “no llega a los 400 millones de euros para un ciclo de tres años”.
La repesca
Pero aunque la preocupación en el sector es evidente, todavía no ha llegado la desesperanza. Y eso es sobre todo porque aún quedan fórmulas para optar a una mayor cantidad de fondos. Manuel Marchena, presidente de la Asociación Española de Empresas Gestoras de Servicios de Agua Urbana (AGA) explica a RETEMA: “Hemos recopilado más de 500 proyectos de los operadores públicos, mixtos y privados de todo el estado. Son proyectos a realizar por un importe de casi 13.000 millones”. Lo que ha ocurrido hasta ahora es que esos proyectos no han podido ni optar a los fondos destinados al sector del agua porque los 1.047 millones aprobados no se han abierto a la concesión de proyectos.
Y eso a pesar de la insistencia de las asociaciones de gestores del agua urbana de los efectos de la pandemia sobre su sector: “El consumo de agua ha caído casi tanto como el PIB en las zonas turísticas y la mitad en las zonas restantes”, asegura Marchena.
Ante esta situación, las empresas responsables de gestionar el agua urbana están analizando otras vías para optar a los fondos de recuperación Next Generation UE además de la obvia y directa de recibir parte del presupuesto destinado a mejorar hídricas. “Hay partidas indirectas a las que todavía podemos acudir- asegura el presidente de AGA,- como las destinadas a la eficiencia energética y la digitalización que son aspectos clave en el sector del agua urbana. Estamos hablando de economía circular, digitalización y energías renovables que son asuntos que tienen mucho que ver con nuestra actividad”.
"Hay partidas indirectas a las que todavía podemos acudir, como las destinadas a la eficiencia energética y la digitalización que son aspectos clave en el sector del agua urbana. Estamos hablando de economía circular, digitalización y energías renovables que son asuntos que tienen mucho que ver con nuestra actividad".
Fernando Morcillo coincide con la opinión de Manuel Marchena: “Encontramos cierta esperanza en fondos que no son propiamente destinados al agua sino a elementos de carácter estructural para el país pero donde el agua puede jugar un papel y ser un vector de importancia. Me refiero a los correspondientes a los paquetes de digitalización, en donde el agua tiene mucho que avanzar, que aportar y que está preparada para hacerlo y a los de eficiencia energética”.
Y continúa Morcillo explicando la importancia de la digitalización del sector del agua: “Hay una serie de áreas relacionadas con la sensorización de los sistemas; el telemando; la telemedida; las mejoras en la comunicación, también hacia los usuarios; todos los aspectos relacionados con big data o la realidad virtual que son elementos que podrían perfectamente acoplarse a esas mejoras de digitalización en general”. Y el presidente de AEAS incide también en que lo mismo ocurre con los fondos que se destinarán a la eficiencia energética: “Todo lo que se relaciona con el aprovechamiento energético, aunque sea marginal, y la utilización de energías renovables tanto en abastecimiento como en saneamiento nos llevarían a jugar un cierto papel. Tenemos una cierta confianza en que pueda ocurrir algo de eso”.
"El sector pone la vista en fondos que no son propiamente destinados al agua sino a elementos de carácter estructural para el país pero donde el agua puede jugar un papel y ser un vector de importancia".
También recoge Manuel Marchena la esperanza de su asociación en las comunidades autónomas: “En casi todas las comunidades autónomas, pero particularmente en Andalucía y las insulares, ha habido una apuesta decidida porque los fondos Next Generation tengan un papel decisivo en el agua urbana. A ver cómo queda el reparto”.
Y mientras tanto, lo que los expertos no paran de repetir es la importancia del agua para España, el país con mayor estrés hídrico de la UE y el más afectado por el cambio climático. Y así lo considera también Marta Suarez-Varela: “Sí, es verdad que el tema del agua es muy importante en España y que cuando nos hacen revisiones en el contexto europeo lo marcan como uno de los riesgos potenciales y prioridades de reforma. Quizá eso debería darnos la excusa para utilizar los fondos de recuperación para marcar ese antes y después en el sector del agua”.
La solución puede estar en los PERTES
En medio de la desesperanza que ha cundido en el sector del agua cuando se han conocido las primeras cifras de los fondos de recuperación Next Generation UE que se destinarán al área hídrica aparece una palabra mágica: PERTES.
Como resumen para explicar la sensación del sector, Manuel Marchena, presidente de AGA asegura a RETEMA: “Vamos a ver cómo funcionan los PERTES, a ver si en ellos caben proyectos transversales en los que las empresas españolas del agua puedan manifestar su capacidad de transversalidad, de digitalización, de economía verde y de transición ecológica”.
¿Pero qué son los PERTES? En octubre de 2020, el Gobierno presentó el “Plan Nacional de Recuperación, Trasformación y Resiliencia” que es el instrumento al que le obliga la UE para optar a las ayudas de los fondos de recuperación Next Generation. Este plan tiene que detallar las líneas de actuación que planea cada administración con dichos fondos y tiene que ser aprobado por la Comisión. El plan español incluye lo que denomina políticas palanca, es decir, áreas de actuación que considera prioritarias y entre ellas están la lucha contra la despoblación el Pacto por la Ciencia o la transición energética. Con el plan aprobado por la UE, los fondos estarán otorgados en 2023 y las actuaciones que contemple deben estar ejecutadas antes de 2026. Estos plazos tan cortos obligan a crear instrumentos de ejecución y control que sean más ágiles que los que acostumbra a emplear la economía española. Por esa razón, el Gobierno aprobó el pasado 30 de diciembre un Real Decreto con la intención de que se convierta en el instrumento de gestión de este plan.
Vamos a ver cómo funcionan los PERTES, a ver si en ellos caben proyectos transversales en los que las empresas españolas del agua puedan manifestar su capacidad.
Y ese Real Decreto es que el que recoge la creación de una nueva figura denominada Proyectos Estratégicos para la Recuperación y la Transformación Económica (PERTE). Son proyectos de colaboración público privada de los que se espera que contribuyan al crecimiento económico gracias a la utilización de los fondos de recuperación Next Generation. De esta nueva figura se exige, según el Real Decreto que “tengan carácter estratégico y gran capacidad de arrastre para el crecimiento económico, el empleo y la competitividad de la economía española”
La declaración de un proyecto como PERTE debe hacerla el Consejo de Ministros a propuesta del ministerio que ostente la competencia a la que se dedique el proyecto. Y son precisamente estos PERTEs en los que el sector del agua ha puesto su mirada como posibilidad para optar a una parte de los fondos de recuperación Next Generation UE.
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