Economía circular e innovación: bionomio para la sostenibilidad

La innovación y tecnologías emergentes son aliados clave en la transición hacia nuevos modelos de economía circular. Estos avances están transformando los modelos productivos, impulsando la sostenibilidad y abriendo oportunidades estratégicas
Autor/es
Griselda Romero
Publicado en
05-03-2025

Ante el desafío creciente de un planeta limitado por la disponibilidad de sus recursos, la transición hacia una economía circular se perfila como una necesidad imperiosa y una oportunidad estratégica para reinventar nuestro sistema productivo y alcanzar un futuro más eficiente en el uso de los recursos y por tanto, sostenible. Este modelo económico, que prioriza la optimización del uso de los recursos y la minimización de los residuos, encuentra en la innovación y las nuevas tecnologías sus principales aliados. Para abordar este tema, este reportaje recoge las perspectivas de tres voces expertas: Áureo Díaz-Carrasco, director de la Federación Española de Centros Tecnológicos (FEDIT), Adelaida Sacristán, directora de Estudios y Gestión de Conocimiento de la Fundación Cotec para la Innovación; y Eduardo Fernández, Director de Innovación de Urbaser, empresa tractora del Centro de Innovación Tecnológica para el Tratamiento de Residuos “Alfonso Maíllo” (CIAM).

Cada uno de estos especialistas, desde su ámbito de experiencia, aporta una visión complementaria sobre cómo la innovación está transformando los procesos productivos, impulsando la sostenibilidad y promoviendo la competitividad empresarial en nuestro país. Según Áureo Díaz-Carrasco, “no se puede progresar en economía circular y competitividad industrial sin fortalecer nuestro sistema nacional de I+D+i”, lo que evidencia la necesidad de reforzar las capacidades tecnológicas del país. Por su parte, Adelaida Sacristán enfatiza que la innovación es un elemento inherente a la economía circular, asegurando que “no habrá una verdadera economía circular sin innovación”, incluyendo avances en los sistemas de reciclado y recuperación de materiales, tecnologías de producción más eficientes en el uso de recursos, diseño de productos duraderos y nuevos modelos de negocio como piezas clave.

 

España ocupa la posición 14 de 27 en el ranking europeo de innovación elaborado por la Comisión Europea situándose en el grupo de los “innovadores moderados”.

 

En consonancia, Eduardo Fernández destaca la importancia de un enfoque sistemático en la gestión de residuos, declarando que “la economía circular es la vía para construir un futuro más sostenible, para transformar los residuos de hoy en los recursos de mañana”. Desde su perspectiva en el CIAM de Urbaser, el experto alega que este cambio de paradigma en toda la cadena de valor del residuo, a través de la eficiencia y la innovación, no solo impulsa la eficiencia de los procesos, sino que también busca generar valor añadido para todos los actores involucrados.

A lo largo de estas páginas, y a través de las voces de estos expertos, analizamos el impacto de la innovación en la transición hacia un modelo circular, la situación actual en nuestro país, los retos y oportunidades que plantea el desarrollo de nuevas tecnologías en este campo y la importancia de la colaboración entre sectores para garantizar un cambio de modelo efectivo.

 

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España en el contexto Europeo

Al analizar la situación actual de la innovación en España, los expertos destacan que el país ocupa la posición 14 de 27 en el ranking europeo de innovación elaborado por la Comisión Europea -European Innovation Scoreborad-, situándose en el grupo de los “innovadores moderados”. Esto refleja un nivel de innovación por debajo de la media de la Unión Europea, evidenciando tanto retos estructurales como oportunidades estratégicas. 

Según Díaz-Carrasco, este escenario no solo implica la necesidad de reducir la brecha de innovación con países líderes como Suecia, Finlandia o Alemania, sino que también abre una ventana para que España fortalezca su presencia en mercados internacionales. “España tiene un nicho de mercado interesante en regiones como América Latina y el norte de África, donde las políticas de economía circular están ganando terreno. Nuestro país puede aprovechar su experiencia y conocimiento para exportar soluciones tecnológicas, generar oportunidades económicas y posicionarse como referente en la transición hacia modelos más sostenibles a nivel global”, asevera.

Desde Cotec, Sacristán añade que, aunque España ha avanzado en aspectos como la productividad de los recursos, persisten desafíos significativos en la innovación aplicada a la economía circular. La experta señala que, durante las primeras fases de la transición hacia este modelo, la
atención se ha centrado principalmente en la gestión de residuos, dejando en un segundo plano áreas clave como la ecoinnovación, el ecodiseño y el diseño para la reparabilidad. No obstante, destaca que las recientes medidas legislativas adoptadas a nivel europeo han comenzado a invertir esta tendencia, impulsando un cambio necesario para consolidar la economía circular.

 

Mejorar el sistema nacional de innovación y fomentar la adopción de nuevas tecnologías en todas las etapas del ciclo productivo serán esenciales para que España logre cerrar la brecha con los países líderes y se convierta en un modelo a seguir en Europa y en el mundo.

 

A pesar de los retos, la posición de España en este contexto debe entenderse no solo como una limitación, sino como un punto de partida con un gran potencial. Mejorar el sistema nacional de innovación y fomentar la adopción de nuevas tecnologías en todas las etapas del ciclo productivo serán esenciales para que España logre cerrar la brecha con los países líderes y se convierta en un modelo a seguir en Europa y en el mundo. 

 

Revolución tecnológica para la circularidad

Respecto a los avances tecnológicos más prometedores en el campo de la economía circular y la gestión de residuos en nuestro país, el director de FEDIT destaca que las innovaciones como la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas, la impresión 3D y la robótica están transformando los procesos productivos, haciéndolos más eficientes, sostenibles y menos dependientes de recursos limitados. Estas tecnologías no solo contribuyen a reducir residuos y optimizar el uso de materiales, sino que también están revolucionando la separación y clasificación de desechos, aumentando la eficiencia y precisión en la recuperación de materiales reciclables. Esto no solo mejora las tasas de reciclaje, sino que reduce significativamente la cantidad de residuos que terminan en vertederos, fortaleciendo además la resiliencia de las empresas en mercados globales cada vez más exigentes. 

 

Innovaciones como la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas o la robótica están transformando los procesos productivos, haciéndolos más eficientes, sostenibles y menos dependientes de recursos limitados.

 

Paralelamente, el ecodiseño y el desarrollo de nuevos materiales a partir de reciclados industriales y de materiales compostables, están facilitando la comercialización de productos más sostenibles y con una larga vida útil. Un ejemplo destacado es el uso creciente de envases 100% compostables en la industria alimentaria, que reducen el impacto ambiental y facilitan la reintegración de materiales al ciclo natural. Otra área de innovación es la conversión de residuos en energía. Tecnologías emergentes están transformando, por ejemplo, residuos textiles en hidrógeno, una solución que contribuye a la reducción de emisiones de CO2 y la generación de energía limpia.

En el ámbito de la gestión de residuos, el portavoz del CIAM destaca que los mayores avances tecnológicos han ocurrido en la automatización de procesos industriales y operativos, así como en la adquisición y explotación de datos para optimizar procesos y desarrollar nuevos modelos de negocio. La incorporación de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, ha convertido la gestión de residuos en una industria altamente tecnificada y digitalizada.

 

En el ámbito de la gestión de residuos, los mayores avances tecnológicos han ocurrido en la automatización de procesos industriales y operativos, así como en la adquisición y explotación de datos para optimizar procesos y desarrollar nuevos modelos de negocio.

 

En cuanto a las tecnologías específicas, el experto menciona que los progresos se centran en dos áreas principales: el aprovechamiento de los residuos como recursos y la optimización de procesos para reducir costes operativos y minimizar impactos ambientales, especialmente en términos de emisiones de gases de efecto invernadero. Además, se están adaptando tecnologías provenientes de otros sectores industriales al ámbito de la gestión de residuos, lo que permite abordar desafíos de manera más integral y eficiente. En la actualidad, se están desarrollando nuevas líneas de investigación que incluyen la mejora de procesos mecánicos y la implementación de innovadores métodos biológicos, químicos y térmicos para el tratamiento de residuos urbanos e industriales. Estas tecnologías, señala Fernández, permitirán cerrar los ciclos de materiales de forma más efectiva, contribuyendo al cumplimiento de objetivos ambientales clave.

 

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Sectores clave para una innovación sostenible

Por otro lado, cabe destacar que la implementación de la economía circular no se limita a un sector específico, sino que implica un cambio sistémico, que afecta a diversos ámbitos económicos. No obstante, existen sectores clave que, debido a su alto impacto ambiental, su elevado consumo de recursos y su potencial de circularidad, requieren especial atención y avances tecnológicos para facilitar su transición hacia modelos más sostenibles. Así lo defiende Sacristán, destacando que sectores como textil, el de la construcción, el de dispositivos electrónicos, o el agroalimentario, entre otros, suelen ocupar un lugar prioritario en las iniciativas de impulso a la economía circular. 

 

"Existen sectores clave que, debido a su alto impacto ambiental, su elevado consumo de recursos y su potencial de circularidad, requieren especial atención y avances tecnológicos para facilitar su transición hacia modelos más sostenibles", destaca Adelaida Sacristán, directora de Estudios y Gestión de Conocimiento de Cotec.

 

Coincide con ella Díaz-Carrasco, quien considera que la innovación en economía circular es una tendencia y un desafío transversal, que involucra desde los sectores más tradicionales, como la construcción, la movilidad o la industria manufacturera hasta aquellos más emergentes, como la agroindustria y la gestión de residuos, entre otros. Esta amplia aplicabilidad ofrece una gran oportunidad para desarrollar proyectos innovadores que promuevan la sostenibilidad en toda la economía, explica el experto.

En el sector de la construcción, por ejemplo, surgen oportunidades de innovación a través del desarrollo de materiales sostenibles, tecnologías para la descarbonización de edificios y la reutilización de escombros. En la movilidad, la transición hacia vehículos eléctricos y autónomos plantea la necesidad de innovar en el reciclaje de baterías y metales críticos, así como en la mejora de la circularidad en las cadenas de suministro. La industria manufacturera, por su parte, enfrenta el desafío de implementar estrategias de ecodiseño o reutilización de materiales, y adoptar tecnologías avanzadas, como gemelos digitales, para optimizar los ciclos de vida de los productos. Además, la agroindustria, ofrece un alto potencial de circularidad, especialmente en la valorización de subproductos agrícolas, lo que permitiría avanzar hacia modelos de producción más eficientes y sostenibles. Por último, en cuanto a la gestión de residuos, sectores como el plástico y los textiles requieren tecnologías disruptivas para desarrollar tecnologías de reciclaje avanzado y mejorar la valorización económica de estos materiales.

 

Desafíos en la adopción de soluciones innovadoras

La transición hacia un modelo de economía circular implica superar una serie de desafíos que afectan a todos los sectores económicos, empresas e instituciones. Si bien este nuevo modelo ofrece grandes oportunidades, también exige una transformación profunda en diversos aspectos, desde la innovación tecnológica hasta la adaptación de marcos regulatorios. Según los tres expertos consultados, superar estas barreras es crucial para desbloquear el potencial de la economía circular y aprovechar sus beneficios transformadores.

La directora de Estudios y Gestión de Conocimiento de Cotec asegura que el proceso de transformación hacia la economía circular “requiere cambios estructurales”, que afectan a todos los sectores, instituciones, políticas y patrones de consumo, producción y empleo. Entre los principales desafíos, avalados por los informes bianuales de Cotec sobre el estado de la economía circular en España, Sacristán destaca el desarrollo de nuevas tecnologías, la financiación de proyectos innovadores, la adaptación de la legislación y concienciación de la sociedad.

Sin embargo, también señala que los mayores obstáculos no son únicamente tecnológicos, sino también culturales y financieros. “Los cambios en valores sociales, normas y comportamientos, que chocan con las barreras culturales de mercado y financieras son probablemente los retos más complejos para avanzar en la circularidad”. En este sentido, uno de los avances más notables ha sido la creciente conciencia social sobre la economía circular. Según la Encuesta anual de Cotec sobre la Percepción Social de la Innovación en la sociedad española, en la última década el conocimiento de la economía circular ha aumentado considerablemente, pasando de un 10% en 2017 a un 60% en 2023.

Por su parte, el presidente de FEDIT enfatiza que uno de los principales retos radica en escalar las tecnologías circulares desarrolladas y movilizar las inversiones necesarias para su adopción masiva. Además, señala que los marcos regulatorios actuales no siempre están alineados con los objetivos de sostenibilidad, lo que dificulta la implementación de soluciones innovadoras. También persisten barreras culturales y de mercado, como la percepción de altos costes iniciales asociados a estas soluciones circular, que muchas empresas consideran un obstáculo para su implementación, agrega Díaz-Carrasco.

En el ámbito de la gestión de residuos, el director de innovación de Urbaser y portavoz del CIAM destaca que la implementación de soluciones innovadoras para avanzar hacia la economía circular enfrenta un primer desafío que es disponer de instalaciones para realizar pruebas piloto en entornos reales, esenciales para validar soluciones innovadoras antes de su adopción a gran escala. Otro desafío importante es convencer al mercado de que los subproductos obtenidos a partir de residuos son competitivos y aptos para integrarse en los procesos productivos, superando prejuicios sobre su calidad o funcionalidad, añade. 

 

"Un desafío importante es convencer al mercado de que los subproductos obtenidos a partir de residuos son competitivos y aptos para integrarse en los procesos productivos, superando prejuicios sobre su calidad o funcionalidad", expone Eduardo Fernández, director de Innovación de Urbaser y portavoz del CIAM.

 

 

Oportunidades avanzar hacia una economía circular e innovadora

A pesar de los retos, la economía circular ofrece un amplio abanico de oportunidades clave para el futuro. La experta de Cotec subraya su potencial para la creación de nuevos mercados, la mejora de la competitividad empresarial y la atracción de inversiones. Además, señala que esta transformación puede generar empleo y dinamizar el desarrollo regional.

Asimismo, la conexión innovación-economía circular está generando oportunidades de desarrollo competitivo, contribuyendo a impulsar nuevos modelos de producción y consumo responsables, logrando una doble finalidad: minimizar la generación de residuos y potenciar la revalorización y reciclado de materiales al final de su vida útil, opina el director de FEDIT. Además, la integración de estas tecnologías está reduciendo la dependencia de los recursos naturales y disminuyendo la contaminación, elementos clave para avanzar hacia una economía más circular y sostenible, agrega.

Por otro lado, la economía circular abre la puerta a la reinvención de sectores tradicionales. Responder a la creciente demanda de sostenibilidad por parte de consumidores e inversores permite a las empresas posicionarse como líderes en innovación y responsabilidad social. Asimismo, la economía circular fomenta la eficiencia operativa y reduce la dependencia de materias primas importadas, fortaleciendo la resiliencia económica, sostiene Díaz-Carrasco. 

 

"La economía circular abre la puerta a la reinvención de sectores tradicionales. Responder a la creciente demanda de sostenibilidad por parte de consumidores e inversores permite a las empresas posicionarse como líderes en innovación y responsabilidad social", afirma Áureo Díaz-Carrasco, director de FEDIT.

 

El portavoz del CIAM, por su parte, destaca que los avances tecnológicos y la innovación en los sistemas de gestión de residuos están generando beneficios tangibles en varios niveles: se reduce el depósito en vertedero de materiales valorizables, se aprovechan los residuos convirtiéndolos en nuevos recursos, disminuyendo la dependencia de materias primas vírgenes; y se generan nuevas oportunidades de empleo y mejoras en las condiciones de trabajo, enumera.

Asimismo, Fernández destaca la convergencia con tecnologías avanzadas de la Industria 4.0, como la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas, que ofrece enormes oportunidades para aumentar la eficiencia y sostenibilidad de los procesos productivos. Además, resalta el creciente mercado de productos obtenidos a partir de residuos valorizados, como los subproductos que pueden reintegrarse en cadenas de producción. Para maximizar estas oportunidades, resulta fundamental simplificar los procesos necesarios para conseguir la condición de “fin de residuo”, facilitando así la entrada de estos materiales en el mercado. 

 

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La fuerza de la colaboración

Para superar los retos y aprovechar las oportunidades que ofrece la transición hacia la economía circular, la colaboración intersectorial es fundamental. Este modelo no solo implica un cambio en los procesos de producción y consumo, sino una transformación estructural del modelo económico, lo que exige la integración de conocimientos, capacidades y recursos provenientes de empresas, centros tecnológicos, organismos de investigación y administraciones públicas. Como coinciden las tres entidades, esta colaboración es esencial para acelerar la transferencia tecnológica, construir un ecosistema competitivo y sostenible, y consolidar la economía circular en las cadenas de valor globales.

Las empresas desempeñan un papel clave al identificar las necesidades del mercado y probar soluciones innovadoras, mientras que los centros tecnológicos y los organismos de investigación contribuyen con el desarrollo científico y tecnológico, además de formar talento especializado. Por su parte, las administraciones públicas actúan como facilitadoras, estableciendo marcos normativos adecuados, financiando proyectos y promoviendo políticas que incentiven la adopción de modelos circulares, explica Áureo Díaz-Carrasco.

En palabras de Eduardo Fernández, la colaboración intersectorial facilita el desarrollo de soluciones innovadoras y sostenibles, promoviendo la eficiencia en el uso de recursos y la reducción de residuos; y fomenta la creación de redes y alianzas estratégicas que potencian la I+D+i, acelerando la implementación de soluciones de vanguardia para la economía circular. 

 

La colaboración intersectorial permite la integración de conocimientos, capacidades y recursos de diversos sectores, como el público, el privado y el académico, facilitando el desarrollo de soluciones innovadoras y sostenibles.

 

 

Presente y futuro

En la última década, España ha dado pasos significativos hacia la economía circular. Según la especialista de Cotec, ha habido avances importantes en términos de conocimiento, concienciación y acciones tanto de gobiernos como de empresas. Sin embargo, señala que todavía estamos en fases tempranas de implementación, lo que hace que sea difícil medir el impacto real de estos progresos. Las barreras técnicas, legales y culturales continúan limitando la transición de los modelos lineales a los circulares. Para Sacristán, es crucial acelerar el cambio, especialmente en las fases iniciales del ciclo productivo, como el ecodiseño y la ecoinnovación, áreas clave para transformar los patrones actuales de producción y consumo. Además, advierte que la prevención de residuos debe ser una prioridad en esta transición hacia la circularidad.

De cara al futuro, el máximo responsable de FEDIT se muestra optimista, aunque advierte sobre los retos estructurales que siguen presentes. Señala que iniciativas como la Estrategia España Circular 2030 y los proyectos financiados a través del PERTE y el Programa Cervera serán fundamentales para mantener el impulso hacia un modelo circular. Sin embargo, subraya que más allá de la tecnología disponible, el verdadero reto reside en la falta de empresas dispuestas a invertir en innovación, así como en la necesidad de mayor financiación para estos proyectos. A largo plazo, Díaz-Carrasco cree que la economía circular podría convertirse en el modelo predominante de producción y consumo en España, con cadenas de valor completamente circulares y una reducción casi total de residuos. Además, resalta que su integración con la transición energética será crucial para reducir las emisiones y optimizar el uso de recursos renovables. No obstante, advierte que para hacer realidad este futuro, será indispensable una apuesta decidida y esfuerzo conjunto entre los sectores público, privado y tecnológico, reforzando la colaboración y aumentando la inversión en investigación y desarrollo.

Por último, defiende que la transición hacia la economía circular no es un desafío aislado de un sector específico, sino una transformación transversal que afecta a toda la economía. Hace un llamado urgente a la acción e insta a la sociedad en a “no quedarse al margen”: “Sin innovación, no es posible mantener la competitividad en un mercado global en constante evolución”, afirma. Además, subraya que “quienes se sumen ahora, estarán mejor posicionados para liderar en un futuro cercano”. Finalmente, el dirigente de la Federación reitera que la economía circular no es solo una necesidad ambiental, sino una oportunidad económica y social para construir un modelo más justo, resiliente y competitivo.

El portavoz del CIAM, por su parte, comparte esta visión optimista sobre el presente y futuro de la economía circular en España. Fernández celebra los avances actuales en la implementación de soluciones innovadoras para la gestión de residuos y opina que, la clave a futuro estará en la convergencia de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial y la automatización, que permitirán mejorar la eficiencia de los procesos y reducir los costes operativos. Además, augura un gran potencial en la creación de un mercado robusto de subproductos reciclados, impulsado por la creciente demanda de soluciones sostenibles. A medida que la colaboración intersectorial y el apoyo institucional sigan fortaleciéndose, Fernández confía en que la economía circular en España se consolidará como un modelo económico viable, competitivo y alineado con los objetivos globales de sostenibilidad. 


 

Proyectos pioneros en la transición circular

Las entidades protagonistas de este reportaje — COTEC, CIAM y FEDIT — se posicionan como actores clave en el ecosistema de la economía circular y la innovación sostenible en España. Cada una de ellas, desde su perspectiva y misión, impulsa proyectos estratégicos que abordan desafíos cruciales para la sostenibilidad, la gestión eficiente de recursos y la transición hacia un modelo productivo más circular y responsable. Con sus iniciativas, contribuyen a impulsar la circularidad, reducir la huella ecológica, mejorar la competitividad y fomentar la colaboración público-privada en la construcción de un futuro más sostenible.

 

Fundación Cotec para la Innovación 

La Fundación Cotec para la Innovación es una organización privada sin ánimo de lucro que, desde hace 35 años, fomenta el desarrollo de España a través de la innovación en la sociedad y las empresas. Con más de un centenar de miembros de los sectores público y privado, Cotec se ha consolidado como un espacio destacado de encuentro y cooperación entre ambos sectores. Actuando como observatorio de la innovación en España, la fundación se ha convertido en un referente en análisis, debate, difusión y divulgación de la innovación en el ámbito de habla hispana.

Desde 2015, Cotec ha enfocado gran parte de su actividad en tres transiciones socioeconómicas clave: de lo analógico a lo digital, de lo material a lo intangible y de lo lineal a lo circular, todo bajo un concepto amplio de innovación que incluye cambios de cualquier tipo basados en el conocimiento y que generen valor económico, social o ambiental. En el marco de su compromiso con la economía circular, Cotec trabaja en cinco líneas principales: difusión del concepto, sensibilización de administraciones y empresas, creación de espacios de debate y colaboración público-privada, análisis y seguimiento mediante informes bienales; y por último, el desarrollo de tres demostradores de economía circular en entornos rurales españoles, a fin de conocer el valor real de la economía circular y su impacto económico y social, para aportar evidencias y guiar políticas públicas, en el marco del proyecto DEMOS. Estos son:

  • DEMOS BURGOS: Creación de una planta de compostaje de 560 toneladas anuales y una explotación intensiva de lombricultura para la obtención de vermicompostaje, gestionando biorresiduos urbanos, agrícolas y ganaderos.
  • DEMOS ORENSE: Implantación de un sistema de producción sostenible y co-gobernanza de agua regenerada, con enfoque circular en la comarca de A Rúa, incluyendo el uso de energía solar y la producción de compost.
  • DEMOS MÁLAGA: Innovación socio-ecológica para la recuperación de tierras abandonadas y su conexión con los comedores escolares y de personas mayores, promoviendo la alimentación sana y el desarrollo local a través de la colaboración comunitaria.

 

CIAM - Centro de Innovación Tecnológica para el Tratamiento de Residuos “Alfonso Maíllo” 

El Centro de Innovación Tecnológica para el Tratamiento de Residuos “Alfonso Maíllo” (CIAM), ubicado en Zaragoza, es un espacio de vanguardia dedicado a la innovación en la gestión de residuos. Con más de 5.000 m² de instalaciones semiindustriales, el CIAM permite desarrollar, probar y validar tecnologías avanzadas que mejoran la recuperación de materiales reciclables y transforman los residuos en recursos de valor añadido. Equipado con laboratorios de alta precisión, el centro se especializa en procesos biológicos, termoquímicos y de acondicionamiento de materiales, consolidándose como un motor de transferencia tecnológica dentro de Urbaser y el sector ambiental.

A través del CIAM, Urbaser impulsa proyectos innovadores que convierte residuos orgánicos en productos como bioplásticos, fertilizantes y grafeno verde, contribuyendo a la reducción de residuos y promoviendo nuevos ciclos productivos sostenibles. Este enfoque refuerza el compromiso de la empresa con la economía circular, articulando soluciones integrales que abarcan desde la recogida y tratamiento de residuos hasta su valorización. Como líder en gestión ambiental, Urbaser combina innovación tecnológica y sostenibilidad para posicionarse a la cabeza de la transición hacia la circularidad. Entre los proyectos impulsados por el CIAM que están marcando la diferencia en la transición circular, se encuentran:

  • CIRCULAR BIOCARBON: Una biorrefinería a escala industrial que transforma residuos orgánicos urbanos y lodos de depuradora en productos de alto valor agregado, con el fin de mejorar los procesos tradicionales de tratamiento de residuos y promover la economía circular.
  • PLASTICE: Un proyecto que investiga rutas innovadoras para valorizar residuos plásticos y textiles en productos de alto valor añadido, con el fin de reducir el vertido de plásticos, las emisiones de gases de efecto invernadero y el uso de materias primas fósiles.

 

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Federación Española de Centros Tecnológicos - FEDIT 

Fedit, la Federación Española de Centros Tecnológicos, actúa como un pilar fundamental en la dinamización de la I+D+i privada en España. Fundada en 1996, representa a 53 socios —49 Centros Tecnológicos y 4 agrupaciones autonómicas— que, con más de 10.500 profesionales, impulsan anualmente más de 19.000 proyectos de innovación para 28.000 empresas. Su misión es fortalecer la competitividad empresarial mediante la investigación aplicada, conectando la innovación con las necesidades reales de la industria. En 2023, los Centros Tecnológicos Fedit alcanzaron ingresos de más de 860 millones de euros, consolidándose como un actor clave en la transición hacia modelos productivos más sostenibles y competitivos.

En el ámbito de la economía circular, Fedit se posiciona como un puente entre la investigación científica y la industria, desarrollando soluciones tecnológicas que transforman residuos en recursos, optimizan procesos productivos e implementan de modelos sostenibles que fortalecen la competitividad empresarial. Entre los proyectos más destacados en este campo se encuentran:

  • Gestión de residuos: RECIPOL, que promueve el reciclaje avanzado de poliuretano; Rewind, que reutiliza palas de turbinas eólicas en productos como paneles acústicos; e ITI, que aplica innovadoras técnicas para reciclar polipropileno en la industria automotriz.
  • Fabricación sostenible y recuperación de materiales: RELOAD, centrado en la recuperación de metales valiosos de vehículos eléctricos; y ZEvRA, que trabaja en la circularidad y sostenibilidad en la fabricación de vehículos eléctricos.
  • Materiales sostenibles y valorización: Sustainext, que se dedica a la valorización de subproductos agrícolas e industriales mediante un modelo circular.
  • Innovación digital: DaCapo, que utiliza gemelos digitales e inteligencia artificial para crear estrategias circulares que optimizan la gestión de recursos.

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