Validada la solución implantada por Global Omnium para mejorar la calidad del agua del municipio de Andorra
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La jefa de sección de Sanidad Ambiental de Teruel, Teresa Martin, ha visitado la potabilizadora de Andorra, acompañada por su alcaldesa, Sofía Ciércoles, y el gerente de Global Omnium en Aragón, Jesús Cachaza, con objeto de conocer in situ y validar la solución tecnológica desarrollada para mejorar la calidad del agua del municipio y solucionar un problema histórico del abastecimiento: la excesiva dureza y alcalinidad del agua que provocaba problemas de incrustabilidad, averías de electrodomésticos, malos olores…
La responsable del servicio provincial de sanidad ambiental ha destacado lo novedoso del proyecto ya que Andorra es el único municipio de todo Aragón que cuenta con esta innovación, basada en la aplicación de dióxido de carbono en determinados puntos del sistema de tratamiento. De esta forma, esta localidad se consolida como referente de éxito para otros municipios que comparten la misma problemática y que, probablemente, acometan proyectos similares en toda la Comunidad.
Como reconocía el pasado 20 de marzo, día de la inauguración, la propia alcaldesa de Andorra, la coordinación de los técnicos de Global Omnium y del consistorio ha resultado esencial para estudiar las mejores alternativas para paliar esta situación ya que, en algunos casos, los índices del PH del agua de Andorra (índice Langelier) triplicaban en algunos casos el 0,5 que marca la legislación vigente (RD 140/2003), lo que obligó a poner en marcha el proyecto “Ajuste del PH del agua de la ETAP de Andorra mediante dosificación de CO2”.
Tal y como explicó el responsable de Global Omnium en Aragón, Jesús Cachaza, “la visita de los responsables de sanidad, pone de manifiesto lo exitoso del trabajo conjunto llevado a cabo en Andorra junto con el Ayuntamiento. Además, esta solución tecnológica permite al municipio mejorar la calidad del agua que consume y solucionar un problema histórico, al mismo tiempo que lo consolida como un referente de gestión eficiente en toda la Comunidad de Aragón“
Andorra, referente de gestión eficiente
Analizadas las diferentes soluciones técnicas, los especialistas acordaron el empleo de la dosificación de dióxido de carbono (CO2) para realizar el proceso de neutralización y equilibrado del agua de la potabilizadora de Andorra en base a la regulación, control y seguridad del mismo.
El empleo de éste tiene numerosas ventajas en diversas aplicaciones que se emplean en el tratamiento de aguas potables. No obstante, centrando la atención en la neutralización y equilibrado de aguas incrustantes podemos destacar las siguientes:
• Almacenamiento en forma líquida o gaseosa, siendo un producto inerte y seguro que no requiere de manipulación.
• Permite una regulación controlada, debido a que la curva de neutralización del agua con CO2 es suave, frente a lo que ocurre con el uso de ácidos fuertes. Así el uso de CO2 permite una regulación fina del pH a 1/10 de unidad sin riesgo de provocar una sobre acidificación.
• La neutralización realizada no tiene efectos secundarios, en tanto que el uso de CO2 permite evitar el aporte de sales que pueden engendrar riesgo de corrosión de aceros, cementos, provocar olores o desarrollo de bacterias sulfito-reductoras.
• La regulación precisa y el escaso poder corrosivo del CO2 permite aumentar sensiblemente la vida útil de los materiales.
Por otra parte, el control del equilibrio calco-carbónico y del pH en la cabecera de la línea de tratamiento de la potabilizadora puede ayudar a mejorar el resto de procesos de tratamiento que en ella se producen como, por ejemplo, la optimización de la eficacia de los reactivos de coagulación y floculación; o evitar el uso de ácidos fuertes que puedan ser tóxicos para el medio ambiente.
El agua en Andorra procede fundamentalmente de captaciones subterráneas: los sondeos de Horcallanana, Miner-3, Miner-1 y San Juan. La totalidad de dicha agua es tratada en la potabilizadora, si bien el agua bruta tiene un valor de pH elevado que hace que el agua que abastecía a la población tuviera un carácter incrustante que provocaba numerosas averías por corrosión.