Según la European National Academies of Science, la UE debe basar los planes de recuperación verde en la ciencia

A medida que la Unión Europea está preparando sus planes para una recuperación verde después de COVID19, las Academias Europeas de Ciencia instan a los responsables políticos a reconocer el papel crítico de la ciencia y a intensificar sus esfuerzos en tres áreas clave: energía, ecosistema y salud. “COVID-19 ha hecho que el público sea muy consciente del papel crítico de la ciencia para abordar una crisis. Ahora, con el cambio climático, la próxima gran crisis ya está aquí. Esperamos que la ciencia se escuche antes de que sea demasiado tarde para enfrentar la crisis climática", dice Michael Norton, Director del Programa de Medio Ambiente de EASAC.

La forma en que la Unión Europea y sus Estados miembros diseñen los esfuerzos de recuperación determinará la calidad de vida de las personas en las próximas décadas. Menos emisiones de carbono, aire más limpio, respeto por el ecosistema, mayor énfasis en la salud: basándose en su trabajo anterior, los principales científicos europeos recuerdan a la Unión Europea su responsabilidad de tomar el liderazgo y tomar medidas más audaces.

Reducción más rápida en la generación y uso de energía con alto contenido de carbono

Incluso con la interrupción de casi todas las actividades sociales en los últimos meses, es poco probable que la reducción de emisiones en 2020 alcance el nivel de reducciones anuales requeridas para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. Esto significa que los sistemas de energía deben transformarse por completo para alejarse de la dependencia de la combustión de carbono, ya sea en forma de combustibles fósiles o incluso usos de biomasa a gran escala.

William Gillett, Director del Programa de Energía de EASAC: “Durante la pandemia, la generación de energía a carbón se ha reducido significativamente y ha habido una caída dramática en el consumo de petróleo para el transporte. Durante algunas semanas, esto ha brindado a millones de ciudadanos la oportunidad de experimentar la vida con buena calidad del aire en ciudades y áreas urbanas. Ahora, los encargados de formular políticas y los inversores deben centrarse en mitigar el calentamiento climático y ofrecer un entorno igualmente saludable sobre una base sostenible".

Mayor enfoque en agricultura, biodiversidad y salud

Pero el cambio a un sistema de energía bajo en carbono no es la única preocupación de los científicos. “COVID-19 nos recuerda la vulnerabilidad de la dependencia de los sistemas alimentarios mundiales. La Unión Europea debería fortalecer la sostenibilidad de los suministros de alimentos locales y regionales al tiempo que reduce el impacto climático de la agricultura en la revisión actual de la Política Agrícola Común ", dice Robin Fears, Director de Biociencias de la EASAC. "Además, la recuperación ecológica es una oportunidad para lograr mejoras en la salud a corto plazo y reducir los crecientes riesgos para la salud derivados del cambio climático".

Según la EASAC, existe una desconexión entre la política sanitaria, a menudo decidida a nivel de los Estados miembros, y las políticas sobre energía, agricultura y medio ambiente que a menudo están mejor armonizadas a nivel de la UE. Sin embargo, las instituciones europeas no pueden ser plenamente eficaces, a menos que los Estados miembros les otorguen una mayor responsabilidad científica en materia de salud.

La presidenta de EASAC, Christina Moberg, es inflexible: “Así como la ciencia ha sido central en los esfuerzos para manejar la pandemia de coronavirus, también debe ser central para informar otras políticas. La recuperación ecológica eficiente requiere coordinación internacional y la UE debe mostrar liderazgo inspirando acciones ambiciosas por parte de otros países y en programas internacionales, basados en el asesoramiento científico independiente".