El reciclaje y la valorización energética de los residuos no reciclables continúan al alza en la Unión Europea
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El reciclaje y la valorización energética de los residuos no reciclables continúan al alza en la Unión Europea, con unas medias del 27 y del 24 por ciento respectivamente. Así se deduce del estudio que Eurostat acaba de hacer público sobre la gestión de los residuos urbanos en el entorno comunitario correspondiente al año 2012, en el que se constata igualmente la menor generación de residuos urbanos, bajando de los 503 a los 492 kilos por persona y año.
Estableciendo una comparativa con el año 2011, se puede comprobar que el reciclaje sube en dos puntos (del 25 al 27 por ciento), que la incineración con recuperación de energía lo hace en un punto (del 23 al 24 por ciento) y que el vertido baja tres puntos (del 37 al 34 por ciento), manteniéndose el compostaje industrial en el 15 por ciento.
Si atendemos a la situación concreta de países punteros, comprobamos que el reciclaje crece en Dinamarca en un punto (del 31 al 32 por ciento) y en Alemania en dos puntos (del 45 al 47 por ciento). En Bélgica y Austria se perpetúa en el 36 y 28 por ciento.
La valorización energética escala peldaños de forma espectacular en Holanda (del 38 al 49 por ciento, lo que viene a suponer once puntos), sube en un punto en Suecia (del 51 al 52 por ciento) y se mantiene en Bélgica y en Austria (con un 42 y un 35 por ciento).
EL PROBLEMA DEL VERTIDO EN ESPAÑA
La situación de España dista mucho de la alcanzada por los Estados del norte y centro de Europa. Si bien es cierto que sube el reciclaje en dos puntos (del 15 al 17 por ciento), y la valorización energética en un punto (del 9 al 10 por ciento), no menos cierto es que se incrementan las tasas de vertido, ya muy elevadas en el año 2011 (58 por ciento), pasando ahora al 63 por ciento, una cifra insostenible desde la dimensión medioambiental.
Galicia, por su parte, y en el marco del plan autonómico de gestión de residuos urbanos 2010-2020, ha logrado bajar el uso del vertedero hasta el 44 por ciento, y el objetivo es alcanzar el 24 por ciento los próximos años, de tal forma que sólo se vierta aquella parte de la basura que no pueda ser reciclada ni recuperada material y/o energéticamente.
El compostaje industrial, debido en buena medida a su deficiente calidad y a la gran dificultad, por no decir imposibilidad, de colocarlo en el mercado, baja en España en 8 puntos, del 18 al 10 por ciento.
Y es que ya lo dice la legislación europea al señalar que la correcta gestión de los residuos urbanos debe dar comienzo con la prevención y la reducción, siguiendo con la reutilización y el reciclaje, y sometiendo el resto a un proceso de incineración con recuperación de energía. Solo así será posible rebajar los niveles de vertido, la opción menos deseable por su negativo impacto sobre el entorno y la salud pública.
Los últimos datos de la oficina de estadística de la Unión Europea vienen a corroborar que reciclaje y valorización energética van de la mano en los países más avanzados y respetuosos con el medio ambiente, que cuentan con altas tasas de incineración y reciclado, y unos insignificantes niveles de vertido.