El modelo colectivo de productores es esencial para financiar el reciclaje de residuos sin gasto público
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El modelo colectivo de gestión de aparatos electrónicos en desuso es esencial para financiar la recogida selectiva y el reciclaje de este tipo de residuos sin necesidad de un mayor gasto público. Así lo ha manifestado Daniel Calleja, director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, durante su intervención en la inauguración ayer de la reunión anual de Recyclia, EcoEncuentro 2017.
Calleja ha señalado este modelo -por el cual los productores transfieren a entidades sin ánimo de lucro, como Recyclia, su obligación de organizar y financiar el reciclaje de los aparatos que ponen en el mercado- como uno de los pilares de la estrategia de Economía Circular de la Unión Europea.
A este respecto, Luis Pérez Bermejo, presidente de Recyclia, señaló, en su discurso de bienvenida, la importancia de la Economía Circular para “mejorar radicalmente la productividad de los recursos, al tiempo que vela por la sostenibilidad de nuestro entorno y transforma la dinámica de la competitividad”.
De residuo a recurso
Según Calleja, desde 2005, año de entrada en vigor de la normativa sobre gestión ambiental de aparatos electrónicos, la Unión Europea ha reciclado 3,5 millones de toneladas de estos residuos. Según previsiones de la Comisión Europea, este flujo alcanzará los 10 millones de toneladas gestionadas en 2020.
Para afrontar este panorama, Calleja ha abogado por “extender el modelo colectivo al resto de los estados miembros de la Unión Europea, lo cual exige unos requisitos mínimos, tales como un marco común de buenas prácticas e igualdad de condiciones para los productores, de modo que aquellos que cumplen la normativa no sean perjudicados por aquellos que la infringen”. “En este sentido”, ha añadido, “son necesarias mayor transparencia, definición clara de las responsabilidades de los fabricantes y mejores sistemas de contabilización y trazabilidad”.
Asimismo, en su intervención, Calleja ha señalado las “enormes oportunidades en el exterior para el conocimiento y la tecnología española sobre reciclaje de residuos”, así como la importancia del ecodiseño en la fabricación de aparatos electrónicos y favorecer así su reciclabilidad como medio de ahorrar recursos naturales y energéticos.
“Se trata de cambiar el enfoque del aparato electrónico considerado como un residuo a recurso”, ha señalado. “Por poner un ejemplo, la fabricación de aparatos precisa del 10% del oro y el 30% de la plata y el cobre que se producen en el mundo. Actualmente, se recupera apenas un 1% de estas materias primas, situación que debe cambiar radicalmente”.
En la misma línea, José Pérez, consejero delegado de Recyclia, ha defendido la eficacia del modelo colectivo, el cual ha permitido a la entidad recoger 230.000 toneladas, desde el inicio de su actividad, a través de los más de 50.000 puntos de recogida propios distribuidos por toda España.
Según Pérez, “esperamos que el reconocimiento internacional y el interés de nuestro modelo por parte de gobiernos como los de Chile, Colombia, Turquía o Ucrania, se contagie a las instituciones españolas, a las que demandamos el empujón definitivo para consolidar un sistema que lleva años demostrando su eficacia”.
EcoEncuentro 2017 ha reunido en Madrid a representantes de la administración nacional y europea, fabricantes de aparatos eléctricos y pilas, gestores de residuos, distribución comercial y medios de comunicación para analizar los retos del sector del reciclaje electrónico en 2018.