Más de 300 vertederos irregulares son detectados al año en España
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El fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo del Tribunal Supremo, Antonio Vercher, en una conferencia en Las Palmas de Gran Canaria sobre la problemática de los residuos desde el punto de vista penal, ha señalado que estos vertederos municipales se suelen eliminar, aunque con frecuencia vuelven a surgir.
Según Vercher, los vertederos situados en zonas próximas a bosques o arbolado constituyen un alto riesgo porque pueden ser foco de incendios, como también lo son las áreas recreativas peligrosas o las líneas eléctricas de alta tensión, sobre las que también actúa la Fiscalía, que ha logrado reducir su número.
En su conferencia, también se ha referido a las investigaciones que mantiene abiertas la Fiscalía de Medio Ambiente por el comercio fraudulento que se produce con los frigoríficos en desuso, denunciado precisamente por las empresas creadas para su reciclaje ante la falta de actividad que tienen porque estos aparatos no llegan a sus plantas.
Así mismo, ha mencionado el comercio ilegal del gas R-22 y, en concreto, a la operación llevada a cabo en Canarias y Zaragoza, aunque sobre esta no ha comentado nada más, al igual que sobre el resto de investigaciones que mantiene abiertas la Fiscalía.
Vercher ha destacado que el pasado año se dictaron en España 799 sentencias condenatorias por delitos medioambientales y que algo más de 300 fueron absolutorias, así como que se trata de una cuestión bastante "compleja" y "dificultosa" en la que determinados procesos se alargan durante años y, a veces, implican indemnizaciones millonarias que terminan pagando los ciudadanos.
Sobre este punto, el fiscal ha citado como ejemplo una explotación minera situada en Murcia, perteneciente a una empresa francesa, que durante muchos años estuvo vertiendo residuos al mar y que ahora se calcula que, para reparar el daño causado, se precisan 1.200 millones de euros, según el Ministerio de Medio Ambiente.
El fiscal se ha referido a la falta de conciencia medioambiental que aún impera en España, pese a los importantes pasos que se han dado en este sentido. En esa línea ha mencionado un estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas de 2010 que señala que la conciencia ambiental de los españoles es de "boquilla", pues "es una moda" y además produce "buena imagen" decir que se está comprometido con el medio ambiente.
Para Vercher, es importante que se conozca que los efectos que generan los residuos sobre el medio ambiente a largo plazo pueden ser "extraordinariamente perturbables" y que cada vez hay más población, más desechos y más problemas a la hora de abordarlos.