La planta de biometano de la granja Torre Santamaría se conecta a la red de gas
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Axpo ha comenzado a inyectar el biometano procedente de los residuos ganaderos de la granja Torre Santamaría en la red gasística de Nedgia, en una iniciativa pionera en Cataluña que pretende ser el germen de muchas otras instalaciones que pueden valorizar el estiércol y purines con fines energéticos, reduciendo así su impacto medioambiental.
Con una inversión cercana a los 4 millones de euros, este proyecto ha situado a la granja Torre Santamaría como ejemplo práctico de economía circular al convertir la totalidad de sus residuos agroalimentarios en biometano, que se inyecta directamente en la red. Este hito ha sido posible gracias al primer acuerdo de compraventa de biometano a largo plazo en España, firmado por Axpo Iberia en una firme apuesta por un combustible de origen 100% renovable que contribuirá al cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad marcados por Europa para 2030.
En Cataluña, hay aproximadamente ocho millones de cerdos, 700.000 piezas de ganado bovino y 38 millones de aves que generan, entre todas, unos 17 millones de toneladas de purines. La Comisión Europea (CE) ya dio un ultimátum hace casi dos años a España para que afrontara la problemática de los suelos contaminados y alertó de la situación especialmente preocupante de zonas vulnerables de gran producción agraria en Cataluña (Lleida, Cataluña Central, Plana de Vic, cuencas del Manol y Muga, Baix Penedès y les Terres del Ebre).
Durante el evento de inauguración, Ignacio Soneira, director general de Axpo, manifestó su satisfacción por haber conseguido hacer realidad un proyecto que, si se hace extensivo a otras granjas ganaderas a gran escala, podría contribuir de forma decisiva a la sostenibilidad y el mantenimiento de este tipo de instalaciones. “El estiércol y los purines son residuos que, sin tratamiento, generan un impacto muy negativo en los suelos, en los acuíferos y también en la atmósfera con la emisión de metano. Con su transformación en biometano, conseguimos un aprovechamiento total de estos residuos en forma de energía, que puede consumirse directamente en la propia granja o bien inyectarse en la red de gas, como es el caso de Torre Santamaría”, afirmó.
Las más de dos millares de vacas de esta granja producen 24 millones de litros de leche al año y su actividad genera en torno a 70.000 toneladas de residuos orgánicos que, según recuerda Soneira, desprenden metano. “En la última cumbre climática de Glasgow se firmó un compromiso por parte de más de 100 gobiernos, incluido el español, para reducir este tipo de emisiones. Destinar a segundos usos energéticos, los residuos orgánicos del ganado ayudaría en gran medida a aliviar las secuelas medioambientales derivadas de su actividad”, añadió.
Según datos recientemente publicados por la Asociación Europea de Biogás, en Europa el número de plantas de biometano ha crecido en solo un año un 17%, alcanzando un total de 992 plantas, de las que 306 pertenecen a Francia, 242 a Alemania y apenas un par de ellas en España. Sin embargo, a pesar de este evidente retraso, existe un gran interés por parte de algunas empresas para el desarrollo de esta energía verde que se obtiene a partir del biogás y que se genera tras la descomposición anaeróbica de la materia orgánica.
Según la información disponible en la web de GASNAM, antes de que acabe 2022 habrá 12 plantas de biometano en explotación en España y estarán en proyecto otras 30. Y las previsiones para 2024 arrojan la cifra de 64 plantas de biometano en explotación, que generarán una producción total de 2.077 Gwh/año frente a los 162 GWh/año actuales.
En ese sentido, el apoyo de la administraciones locales y autonómicas resulta fundamental para facilitar e incentivar este tipo de instalaciones. “Necesitamos que los principios y prácticas de la economía circular tengan su propia implantación en las instalaciones ganaderas, pero para eso es vital el apoyo de las administraciones”. afirmó Jacobo Canseco, responsable de Energía Verde de Axpo Iberia. “Creemos que esta ley de residuos debe fijar algunas líneas para garantizar la incorporación del estiércol a la economía circular de manera más completa y eficiente, articulando medidas concretas para su promoción y desarrollo, para lo que resulta imprescindible un marco regulatorio que permita crear un mercado propio de biometano en nuestro país, sin necesidad de comercializar esta energía verde fuera de nuestras fronteras”, añadió.