Fenacore aboga por la cesión temporal de agua como una de las principales medidas para paliar la sequía
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El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE), Andrés del Campo, abogó hoy por flexibilizar la cesión temporal de derechos del uso del agua entre cuencas, con el objetivo de que los agricultores puedan disponer de recursos garantizados en épocas de falta de agua como la que viven actualmente las cuencas del Júcar, Duero y Segura, que han tenido que acogerse a los decretos de sequía.
De esta forma, Del Campo –que participó en la jornada “Soluciones sostenibles para el déficit hídrico de la Región” organizado por el Club de Debates del Círculo de Economía de Murcia- puso de manifiesto que flexibilizando la cesión temporal de derechos del agua no sólo se eliminarían las tensiones por el reparto de agua, sino que se produciría un win-win, dado que la cuenca que cede obtiene unos incentivos que puede destinar a modernizar zonas regables utilizando la tecnología que le permta conseguir una mayor eficiencia en la gestión.
Sea como fuere, e inmersos ya en el tercer año consecutivo de falta de agua, Fenacore considera necesario huir de soluciones improvisadas, que suelen tener además mayor coste económico, y poner en marcha un plan de medidas estructurales que permita actuar con anticipación para prevenir los efectos económicos adversos de la sequía.
Con los embalses en alrededor del 40% de su capacidad y con el nivel de precipitaciones en un 12% por debajo de lo normal, el año próximo es probable que haya restricciones de agua en casi todas las cuencas, lo que obligará a los agricultores a adaptar sus cultivos, con el consiguiente impacto negativo no sólo en el sector agrario sino en todo el complejo agroalimentario asociado.
Apostar por cultivos de secano
Concretamente, será necesario apostar por cultivos de secano en zonas de regadío, de manera que se reducirán los ingresos brutos para el agricultor. De hecho, una hectárea de regadío produce hasta seis veces más que una de secano y genera una renta cuatro veces superior. Además, el regadío permite una mayor diversidad de producción, evitando el riesgo de monocultivos de secano.
Avanzar en obras de regulación
Por esta razón, las obras de regulación se hacen ahora más necesarias que nunca, aunque resulten una medida impopular en determinados sectores. Si se quiere tener agua garantizada para poder regar, y además mitigar los efectos de las lluvias torrenciales en un contexto donde el calentamiento global trae consigo fenómenos cada vez más extremos, es necesario realizar embalses y trasvases intercuencas e intracuencas, siempre que sea sostenible y una vez superados los condicionantes económicos, sociales y medioambientales.
Potenciar el uso temportal de aguas subterráneas
Mientras estos avances se producen, Fenacore apuesta también por, junto con los bancos de agua, potenciar el uso temporal de pozos y aguas subterráneas en épocas de sequía, realizando recargas artificiales de acuíferos en los años húmedos para que existan recursos en los años de falta de lluvias. Así se podrá hacer un uso alternativo alternativo de aguas superficiales y subterráneas.
En este sentido, la medida que contempla el Plan Hidrológico del Duero es un ejemplo que debería extrapolarse a todas las cuencas, pues en épocas de sequía prolongada puede autorizar aprovechamientos temporales de aguas subterráneas para paliar el déficit que se produce en las zonas con derechos de aguas superficiales.
Modernización y tecnología
Otra de las claves es avanzar en la modernización de regadíos, teniendo en cuenta que ahora el objetivo es alcanzar una doble eficiencia: energía y agua. Cuanto más se avance en este sentido, menos agua se utilizará. De hecho, en las últimas décadas la modernización ha permitido que la demanda de agua para uso agrario caiga del 80% hasta el 63%, situándose por debajo de los 15.000 hectómetros cúbicos anuales. En paralelo, hace falta seguir inviertiendo en biotecnología para poder desarrollar cultivos con menos necesidades de agua y mayor tolerancia a las plagas.
No ser “más papista que el papa” con los caudales ecológicos
Por último, advirtió que en un momento de sequía tan severo como el que nos encontramos se puede aplicar un régimen de caudales ecológicos menos exigente, máxime teniendo en cuenta que los niveles mínimos fijados actualmente para mantener los ríos en óptimo estado desde el punto de vista medioambiental resultan más elevados de los necesarios, lo que reduce gratuitamente los recursos para riego.
Según el presidente de Fenacore, “las sequías están contempladas en los correspondientes planes de actuación de las diferentes demarcaciones, pero se necesitan más medidas de prevención; de la misma forma que ya se hace en otros ámbitos como la seguridad vial para evitar daños mayores”.