Las emisiones de la planta de valorización energética de Sogama siguen por debajo de los límites legales

Las emisiones de la planta de valorización energética de Sogama siguen por debajo de los límites legales
Las emisiones de la planta de valorización energética de Sogama siguen por debajo de los límites legales
09-09-2015

Todos los valores de emisión de Sogama continúan situándose muy por debajo de los límites legales durante el primer semestre de este año. Así lo confirman los datos obtenidos por la empresa pública, pudiendo corroborar, una vez más, que la entidad cumple sobradamente con la legislación vigente en la materia, llevando a cabo un proceso industrial absolutamente respetuoso con el medio ambiente y la salud las personas.

Los datos son públicos y se encuentran recogidos en su página web para consulta de todos los internautas interesados.

Valorización energética: por delante del vertido

Una de las principales señas de identidad de Sogama es su plena adaptación a la normativa europea, estatal y autonómica en la materia, priorizando el principio comunitario de las tres erres. Esto significa que promueve de forma preferente la prevención y la reducción de residuos, impulsando a continuación la reutilización y el reciclaje, que se complementan que se complementan en todo caso con la valorización energética de la parte no reciclable, permitiendo convertir en energía eléctrica aquella parte de la basura para lo que no cabe ningún otro tratamiento previo. El vertedero queda relegado a último lugar por sus nocivas consecuencias para el entorno.

Las ventajas de la valorización energética ya fueron constatadas en su momento por los países europeos más avanzados y comprometidos con el medio ambiente (Alemania, Dinamarca, Austria, Holanda, Suecia y Noruega), permitiéndoles obtener energía eléctrica y calor a partir de aquellos residuos que, de no ser aprovechados por esta vía, acabarían depositados en vertedero.

De esta forma, entre el 35 y el 54 por ciento de los desechos urbanos son valorizados energéticamente en los Estados referenciados, que, por otro lado, son los que más reciclan, lo que les ha permitido reducir el vertido a cifras meramente testimoniales y que, en todo caso, se encuentran por debajo del 4 por ciento.

España, por el contrario, con unos niveles de recuperación energética situados en el 10 por ciento, cuenta con unos porcentajes de vertido que se disparan hasta el 60 por ciento, un dato incompatible con la gestión eficiente y sostenible de nuestros desperdicios.

Proceso industrial

Tras seleccionar la parte reciclable de la basura en masa depositada por los ciudadanos en el contenedor verde convencional, esto es, aluminio, acero y vidrio, Sogama convierte el resto en un combustible derivado de residuos (CDR) con el que se alimenta una planta termoeléctrica para producir energía eléctrica.

Con una potencia de 50 MW, dicha instalación consta de dos calderas de Lecho Fluido Circulante en las que el combustible se pone en contacto con una arena en fluidificación a temperaturas superiores a 850ºC, facilitando con ello una combustión homogénea, estable, completa y de alta eficiencia. La neutralización de los gases ácidos se consigue con la inyección de dolomita, pasando a continuación, una vez enfriados, por dos líneas de depuración antes de su salida al exterior. Tras atravesar unos ciclones donde se separan las partículas más gruesas, se utiliza cal apagada y carbón activo para reducir compuestos tales como dioxinas, furanos y metales pesados. Acto seguido, los gases pasan por un filtro de mangas para la recogida de las partículas más finas, siendo enviados a la chimenea mediante un ventilador de tiro inducido.

En el ámbito industrial, este tipo de plantas son las más vigiladas en sus aspectos medioambientales, lo que implica que estén sometidas a un control estricto y permanente. Tal es la pulcritud del proceso, que incluso cuenta con el aval de grupos ecologistas tales como Los Verdes de Alemania, que han calificado la valorización energética como un sistema probado y contrastado durante muchos años, poniendo de relieve su bajo impacto sobre el medio ambiente. No en vano, Alemania cuenta con más de 70 plantas de estas características.

Transparencia

Tanto en el laboratorio de la Planta Termoeléctrica como en la sala de recepción del edificio de oficinas de Sogama, los ciudadanos tienen a su disposición sendos monitores a través de los cuales pueden obtener información, en tiempo real, sobre los datos de emisión de la Sociedad.
En ese sentido, cabe señalar que un informe publicado en el año 2012 por la Comisión Europea ya ponía de relieve las garantías medioambientales ofrecidas por Sogama, destacando, entre otros aspectos, el pleno cumplimiento de la normativa aplicable.

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