El plan de gestión del agua en Cataluña: adaptarse a la emergencia climática triplicando la inversión
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Desde principios del mes de octubre, la Agencia Catalana del Agua (ACA) ha puesto a información pública el plan de gestión del agua en el ámbito de las cuencas internas (donde la Agencia tiene competencias plenas) y su Programa de medidas. Durante un periodo de seis meses, la ciudanía, el mundo local, las autoridades, las entidades suministradoras y todo aquel que esté interesado, podrá consultar los documentos de la planificación, analizarlos y, en caso de que lo considere necesario, hacer sus propuestas de mejora.
La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha impulsado el Plan de gestión de las cuencas internas y su Programa de medidas para el período 2022 hasta 2027, triplicando la inversión para adaptarse a un contexto de cambio climático.
Revisión cada seis años
El Plan de gestión y su Programa de medidas son las herramientas para definir las acciones en materia del ciclo del agua para los próximos seis años, concretamente para el periodo comprendido entre 2022 y 2027, tal y como establece la Directiva Marco del Agua (DMA) europea. Por un lado, el plan de gestión, como su nombre indica, determina y fija unos objetivos que se deben lograr para la mejora de la calidad de las masas de agua, así como para poder garantizar todas las demandas. Por el otro, el Programa de medidas se encarga de definir las inversiones a través de varios ejes para hacer posible el logro de los objetivos marcados en el plan.
Desde la implantación de la DMA en el año 2000, ya se han llevado a cabo dos periodos de planificación, los cuáles han hecho posible incrementar la disponibilidad de agua en un 30%, incrementar el número de depuradoras en servicio, mejorar la calidad de las masas de agua alrededor de nueve puntos porcentuales o dar un gran impulso a la regeneración del agua.
Desde la implantación de la DMA en el año 2000, ya se han llevado a cabo dos periodos de planificación (2009-2015 y 2016-2021, éste último continua vigente), los cuáles han hecho posible incrementar la disponibilidad de agua en un 30% en las zonas más pobladas de Cataluña (incremento de 122 hm3/año de nuevos recursos, además del despliegue de varias líneas de ayuda), incrementar el número de depuradoras en servicio (pasando de las 495 plantas a las 532), mejorar la calidad de las masas de agua alrededor de nueve puntos porcentuales (pasando del 36 al 45% entre 2008 y 2021), y dar un gran impulso a la regeneración, por citar algunos ejemplos.
Mitigar el cambio climático
En los últimos años hemos registrado en Cataluña varios episodios meteorológicos extremos. En la última década hemos vivido 5 periodos de sequía, los cuales se han podido superar gracias a la disponibilidad de nuevos recursos (desalinización, pozos de sequía y agua regenerada), mientras que entre 2019 y 2020 hemos visto episodios de lluvias extremas (la Dana de octubre de 2019 y el temporal Gloria de enero de 2020) que multiplicaron por mil el caudal de algunos ríos (el Francolí, en Tarragona) y que provocaron importantes daños, tanto en las infraestructuras del ciclo del agua como en cauces fluviales, así como también en otras infraestructuras (puentes, carreteras y viviendas).
La nueva propuesta de plan, además de la mejora de las masas de agua y de la eficiencia en la gestión del ciclo del agua, tiene un claro enfoque a las medidas y acciones para adaptarse a la emergencia climática.
Es por esta razón que la nueva propuesta de plan, además de la mejora de las masas de agua y de la eficiencia en la gestión del ciclo del agua, tiene un claro enfoque a las medidas y acciones para adaptarse a la emergencia climática, con el objetivo de garantizar las demandas y el buen estado del medio hídrico ante un contexto con una distribución cada vez más irregular de las lluvias y con fenómenos meteorológicos más extremos. Hay que tener en cuenta que hay proyecciones que prevén, de cara al horizonte de 2050, una reducción de hasta un 18% de la disponibilidad de agua en Cataluña.
Triplicar la inversión
En el próximo ciclo de planificación se prevé invertir cerca de 2.400 millones de euros, 1.400 de los cuales serán aportados por la Agencia Catalana del Agua. Hay que tener en cuenta que el plan de gestión 2022-2027 casi triplica la inversión del plan que está en vigor (2016-21) y que contempla un montante de más de 950 millones de euros. Esto se debe a la buena situación económica de la Agencia, que desde 2019 tiene su economía saneada y que desarrolla su inversión acorde con sus capacidades.
Cataluña, y sobre todo el ámbito de las cuencas internas, tiene una importante escasez de recursos. Si se produce una alteración del régimen natural de lluvias, la recarga de embalses y acuíferos puede ser insuficiente y se ponen así en riesgo varias demandas. Es necesario, por lo tanto, buscar las mejores soluciones para incrementar la disponibilidad de agua.
En el próximo ciclo de planificación se prevé invertir cerca de 2.400 millones de euros, 1.400 de los cuales serán aportados por la Agencia Catalana del Agua gracias a la buena situación económica de la entidad.
Precisamente uno de los ejes inversores del plan de gestión próximo será la mejora del abastecimiento de agua, con 369 millones de euros que servirán para potenciar la producción de agua desalinizada (ampliación de la desalinizadora del Tordera, pasando de los 20 a los 80 hm3/ año y la creación de una nueva planta en la cuenca del Foix, diseñada para producir 20 hm3/año).
Tengamos en cuenta que la desalinización es una tecnología que garantiza las demandas cuando hay escasez de los recursos naturales (ríos y acuíferos). Por esta razón, estas plantas están concebidas para no funcionar al 100% de un modo continuado, sino que incrementan su producción a medida que los recursos naturales disminuyen. De este modo, se permite hacer una gestión flexible y sostenible de los recursos hídricos. A pesar, pues, de no ser una tecnología que trabaje en continuo, es necesario disponer de las desalinizadoras porqué pueden aportar agua sin depender de la meteorología.
Una de las acciones que contempla el ACA para reducir las emisiones de CO2 y potenciar el uso de energías limpias es el plan de eficiencia energética en el saneamiento. Esta iniciativa prevé conseguir que el 78% de las necesidades energéticas de las depuradoras catalanas se puedan conseguir con energía verde (parques fotovoltaicos, aprovechamiento del biogás y medidas para mejorar la eficiencia de las depuradoras). Este plan, además, se erige en el futuro como uno de los elementos clave para la descarbonización y la generación de nuevos servicios como las biorrefinerías, puntos de recarga de electricidad para vehículos de uso público, entre otros.
Uno de los ejes inversores del plan de gestión próximo será la mejora del abastecimiento de agua, con 369 millones de euros que servirán para potenciar la producción de agua desalinizada.
Otro de los recursos que se potenciarán en los próximos 6 años es el agua regenerada. Este recurso, que se obtiene a partir de la aplicación de un tratamiento más avanzado para el agua depurada, se destina para usos no consumativos (agricultura, industria, campos de golf, usos ambientales y necesidades municipales) y se libera así agua que se puede destinar al consumo doméstico. En la actualidad se utilizan cerca de 40 hm3/año de agua regenerada y se prevé, en un periodo de 5 años, triplicar esta cifra. En los últimos meses, a raíz de un acuerdo con el Consorci d’Aigües Girona Costa Brava, se prevé incrementar la producción de un total de 13 terciarios en el ámbito de las comarcas de Girona, algo que contribuirá a lograr ese objetivo. Más a largo plazo, el plan de gestión para el periodo 2022-2027 prevé más de 40 actuaciones, mediante una inversión de 119 millones de euros.
El 97% de masas de agua en buen estado
Para la mejora de la calidad de las masas de agua, se invertirán más de 600 millones de euros para llevar a cabo más de 430 actuaciones para la mejora del saneamiento de las aguas residuales (que también incluirá una importante inversión para mejorar su eficiencia energética). Esta inversión tiene un doble objetivo: dotar de depuradora a pequeños núcleos y municipios de menos de 2.000 habitantes y modernizar y mejorar las estaciones depuradoras que están en servicio y que requieren mejoras. En lo que respecta a las actividades en el medio hídrico, se prevé destinar 157 millones de euros a actuaciones para minimizar el riesgo de inundaciones, 49 millones de euros para la rehabilitación morfológica de los ríos, entre otros. Entre 2008 y 2021 se han ganado 9 puntos en el buen estado de las masas de agua (pasando del 36 al 45%) y se prevé, en 2027, que esta cifra llegue hasta el 97%. Un objetivo difícil y que supone un reto para todos los que formamos parte de la Agencia Catalana del Agua.
La investigación y el desarrollo son campos que consideramos que se deben potenciar. Por esta razón, la ACA, en el próximo ciclo de planificación, también prevé casi triplicar la inversión para fomentar la investigación y el desarrollo en el ciclo integral del agua, destinando 3,5 millones de euros entre 2022 y 2027. Hay que tener en cuenta que en el ciclo de planificación vigente se han destinado en esta materia 1,3 millones de euros, lo que evidencia la apuesta consolidada en el ámbito de la investigación en el mundo del agua.
La gestión del agua debe ser equilibrada y se tiene que llevar a cabo de manera coordinada con las administraciones locales. Las amenazas que se ciernen sobre el medio ambiente son cada vez más evidentes y por ello debemos actuar con firmeza, transparencia y contando con la participación de toda la sociedad.
Artículo publicado en el número 234 de RETEMA.