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El autoconsumo de energía está en boca de todos. Sostenido por la idea de proteger el medio ambiente -además de ahorrar en la factura de la luz- nos encontramos ante recursos que pueden sernos muy útiles, materiales naturales de los que nos podemos aprovechar y sacar una máxima rentabilidad.
Pero, ¿a qué precio? Rodeado de proyectos multinacionales que han ido en aumento con el paso del tiempo, diversas plataformas situadas en Andalucía, Galicia, Aragón o la Comunidad Valenciana denuncian esta nueva estampida de modelo energético. Tras el lema “Renovables SI, pero NO así”, podemos ver qué es lo que no se quiere hacer con ellas bajo ningún concepto.
El autoconsumo solar fotovoltaico es bastante positivo pero siempre que sea bajo unas medidas sanas, colaborativas y en las que haya un respeto real por el planeta en el que vivimos. Sin embargo, cuando las instalaciones industriales de las grandes multinacionales entran para hacer negocio, el debate de las renovables toma otra dirección.
La Sociedad Española de Agricultura Ecológica/Agroecológica (SEAE) que forma parte de la Alianza Energía y Territorio (ALIENTE) defiende “un colectivo estatal que nace con el apoyo inicial de decenas de organizaciones y de cientos de personas a título individual, unidas para proponer una transición energética justa, basada en la generación renovable distribuida, el ahorro energético y el autoconsumo, una transición que ponga la defensa del territorio y su biodiversidad en el centro”
Buscando el uso de estos recursos de forma justa, nos encontramos ante un proyecto de denuncia que apuesta por la conservación del entorno, el respeto por las especies y la autosuficiencia de zonas rurales. Muy lejos de lo que algunas empresas quieren hacer a partir de paneles solares, su idea es, como mínimo, más inofensiva.
Al margen de lo que las grandes empresas quieren hacer con los recursos naturales, el autoabastecimiento solar está siendo muy positivo para las personas individuales, para esas familias que han aprendido sobre las mismas y, después de hablar con los ayuntamientos correspondientes, poder ponerlas en sus casas.
Con una instalación sencilla -que además te hará un equipo profesional- ahorrarás en la factura de la luz y podrás disfrutar de algo que es de todos, una energía limpia y capaz de hacernos sentir mucho mejor. El gasto eléctrico, que se reducirá a unos mínimos, se irá notando en los números que te llegan al buzón.
Por supuesto, y lo que debería ser más importante para todos, es el nulo impacto medioambiental que se causa en la Tierra. Tal como explica Otovo en su artículo, explorando el potencial de tu tejado conseguirás no solo una electricidad barata y limpia para toda la vida, sino también el dejar una huella de carbono mínima, que casi no tenga presencia tras de ti.
El papel del autoconsumo solar en el debate de las renovables, aunque sigue siendo conflictivo, se está estudiando por parte de esos colectivos que buscan un uso natural de la energía, el que podamos hacernos con sus beneficios de forma sana y razonable en todo momento. ¿No es esto lo que buscas?