El acuífero catalán de Fluvià Muga, en alerta hidrológica por sequía

La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha revisado la situación de la sequía en las cuencas internas, definiendo un nuevo cambio consistente en la declaración de alerta en el acuífero del Fluvià Muga, que abastece a un total de 22 municipios del Alt Empordà. La entrada en este escenario será efectiva a partir de su publicación en el DOGC de la resolución del director, prevista para finales de esta semana. Se toma esta decisión después de constatar que esta masa de agua subterránea ha tenido un descenso constante de nivel en los últimos meses, situándose actualmente en los 15,4 metros sobre el nivel del mar.

Con este ya serán nueve los ámbitos de las cuencas internas que están en situación de alerta, junto con las unidades del Carme Capellades, la cabecera del Ter, el Llobregat Mitjà, el Anoia Gaià, el Empordà, Banyoles, la Cordillera Transversal y Prades-Llaberia

Una vez que el acuífero del Fluvià Muga entre en el escenario de alerta, habrá en las cuencas internas de Cataluña un total de 301 municipios que se encuentran en situación de alerta por sequía, lo que representa una población cercana a los 700.000 habitantes (cerca del 10% de la población de Cataluña). De éstos, 37 estarán en alerta por el bajo volumen de los acuíferos (15 del Carme Capellades y 22 del Fluvià Muga) y los 264 restantes por la baja pluviometría y porque garantizan sus demandas a partir de pozos propios, captaciones superficiales o balsas.

Medidas en situación de alerta

Las medidas que deben aplicarse en situación de alerta por sequía implican una serie de limitaciones en algunos usos, como la reducción de agua para riego agrícola (25%), para usos ganaderos (10%), por a usos industriales (5%), para usos recreativos que impliquen riego (30%) y otros usos recreativos (5%).

En cuanto a los usos de abastecimiento doméstico, se establecen limitaciones particulares para determinados usos urbanos que deben cumplir todos los municipios como las limitaciones en el riego de jardines y zonas verdes, la prohibición de llenado de fuentes ornamentales, la prohibición a particulares de la limpieza de calles con agua de red, las limitaciones en el llenado de piscinas, la limitación en la limpieza de vehículos, entre otros. También se define una cifra para el consumo global de agua por abastecimiento a un máximo de 250 litros por habitante y día.

El resto de unidades, en prealerta

En cuanto al sistema Ter Llobregat, con las reservas al 37%, continúa en el escenario de prealerta, como también ocurre en el embalse de Darnius Boadella (34%), Riudecanyes (19%) y en el ámbito del Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT).

Debe tenerse en cuenta que los umbrales de sequía son variables y la entrada en un escenario se determina en función de los hectómetros acumulados y de la época del año. Por tanto, la entrada en alerta tiene un umbral diferente en agosto y septiembre, calculado en función de las necesidades y demandas de cada momento y se miden en hectómetros cúbicos sobre el total de la capacidad de embalse de cada red o sistema.

Las tablas con los umbrales de entrada y salida de cada escenario y para cada una de las 18 unidades de explotación se pueden consultar a partir de la página 25 del Pla de Sequera 

Los acuíferos del Baix Ter y el de Tarragona son los únicos de las cuencas internas que se mantendrán en situación de normalidad

Con la situación actual, las desalinizadoras siguen funcionando al 90% de su capacidad, lo que supone una producción media desde enero de 5,4 hm3 al mes.

Desde el mes de febrero, las desalinizadoras catalanas han incrementado notablemente el nivel de producción de agua, totalizando desde febrero hasta finales de octubre un volumen superior a los 47 hm 3 de agua nueva, lo que ha ralentizado el descenso de reservas. Sin su aportación, hoy los embalses estarían 7 puntos por debajo.