Los costes del Acuerdo de París podrían compensarse a nivel global con los ahorros en sanidad
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Según los cálculos de un estudio de modelización publicado en la revista The Lancet Planetary Health, los costes de aplicación del Acuerdo Climático de París entre 2020 y 2050 podrían compensarse a nivel global con los ahorros en sanidad derivados de la disminución de muertes y enfermedades relacionadas con la contaminación atmosférica.
Actualmente, hay 195 países firmantes del Acuerdo Climático de París, cuya aplicación está previsto que comience en 2020. Dicho Acuerdo se ha marcado como objetivo reducir las consecuencias del cambio climático evitando que la temperatura media del planeta suba a 2°C por encima de niveles preindustriales, con vistas a limitar aún más dicha cifra a menos de 1,5°C. Sin embargo, todavía no se ha acordado cómo lograrán y financiarán estos objetivos todos los países.
“Esperamos que los importantes beneficios resultantes en salud que hemos calculado para diferentes escenarios y países puedan ayudar a los responsables políticos a adoptar medidas y políticas climáticas más ambiciosas con el fin de reducir la contaminación atmosférica y plantearse cómo compartir la carga de reducir las enfermedades relacionadas con las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación atmosférica” dice el Profesor Anil Markandya, del Basque Centre for Climate Change (España). [1]
En el estudio, los autores han combinado varios modelos actuales para calcular los niveles de emisión, las muertes relacionadas con la contaminación atmosférica (como consecuencia de enfermedades respiratorias, enfermedades cardíacas, enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, derrame cerebral, cáncer de pulmón e infecciones respiratorias agudas de vías bajas) y sus costes, los costes de la contención del cambio climático, y los beneficios resultantes en sanidad [2] para Estados Unidos, 27 países miembros de la UE, China, India y el resto del mundo.
Han modelizado las consecuencias de la falta de actuación, de seguir aplicando las actuales políticas nacionales, y las tres estrategias diferentes para aplicar y financiar el Acuerdo de París para lograr el objetivo de los 2°C y los límites en 1,5°C. Los escenarios pueden variar en función del porcentaje relativo de la carga que asuman los países con ingresos elevados o bajos (las estrategias de capacidad, tasa constante de emisiones y misma tasa per cápita [3]).
Se estima que las actuales estrategias nacionales cuestan 7,5 billones de dólares USA y podrían conllevar un 5% menos de muertes relacionadas con la contaminación atmosférica entre 2020- 2050, si se comparan con las estrategias de no contención que se aplican actualmente (128 millones de muertes debido a la no contención frente a los 122 millones de muertes si se realizan intervenciones en cada país).
En este escenario, Estados Unidos y la UE cubrirían la mayoría de los costes (Estados Unidos: 66,3%, 4,9 billones de dólares USA. UE: 28,9%, 2,2 billones de dólares USA), mientas que, aplicándose el Acuerdo Climático de París, los costes se repartirían más equitativamente entre todos los países, y los menores aumentos de costes serían para Estados Unidos y la UE, siendo los mayores aumentos para el resto del mundo, la India y China.
En general, los costes de la aplicación del Acuerdo Climático de París partían del 0,5-1% del PIB global (22,1 billones de dólares USA – 41,6 billones de dólares USA) para el objetivo de los 2°C, y del 1- 1,3% PIB global (39,7 billones de dólares USA – 56,1 billones de dólares USA) para el objetivo de 1,5°C. El estudio estima bastantes menos muertes relacionadas con la contaminación atmosférica entre 2020 y 2050 a nivel global con estas opciones: reducción de las muertes en un 21-27% si se cumpliera el objetivo de los 2°C (entre 101 y 93 millones de muertes) y reducción del 28-32% si se cumpliera el objetivo de 1,5°C (entre 92 y 87 millones de muertes).
Dependiendo de la estrategia utilizada para mitigar el cambio climático, los cálculos sugieren que los ahorros en sanidad derivados de la reducción de la contaminación atmosférica serían entre 1,4 y 2,5 veces mayores que los costes de la contención del cambio climático a nivel mundial.
Se previó que la estrategia de la tasa constante de emisiones para alcanzar el objetivo de los 2°C tendría la relación entre coste y beneficio más elevada a nivel global, estimándose que los ahorros globales en sanidad duplicarían los costes globales de las políticas (costes globales de 22,1 billones de dólares USA, y ahorro de 54,1 billones de dólares USA).
Con estos tres escenarios propuestos, los países que probablemente gozarían de los mayores ahorros en sanidad derivados de una mejor contención del cambio climático serían la India y China (India con el 43% aprox. de los ahorros en sanidad en todos los escenarios y China, con el 55% aprox). Esto se debe a que estos países tienen mucha población, gran parte de la cual está expuesta a niveles de contaminación superiores a los aceptables.
Además, el coste de la aplicación de cualquier política de contención del cambio climático en China e India se vería completamente compensado solo con los ahorros en sanidad conseguidos en la mayoría de escenarios, y los costes añadidos de alcanzar el objetivo de 1,5°C en lugar del objetivo de 2°C generarían importantes beneficios (India: 3,3-8,4 billones de dólares USA. China: 0,3-2,3 billones de dólares USA, respectivamente).
En cuanto a la UE y Estados Unidos, aunque los ahorros en sanidad calculados podrían suponer una gran aportación frente a los costes de las políticas, dichos ahorros no bastan por sí solos para compensar completamente el coste. No obstante, los autores indican que estos ahorros en sanidad son uno de los muchos beneficios de la reducción del cambio climático. “El logro del objetivo de los 2°C aporta importantes beneficios de cara a la reducción del cambio climático a nivel global, como beneficios para la salud, oportunidades de empleo, menos pérdidas o daños materiales, y menores pérdidas en la agricultura. Además, el logro del objetivo de 1,5°C conlleva aún más beneficios climáticos”. comenta el Profesor Markandya. [1]
Los autores mencionan algunas limitaciones, como el hecho de que sus cálculos sobre los costes sanitarios solo tienen en cuenta las muertes y enfermedades relacionadas con la contaminación atmosférica y que aumentarían los ahorros en sanidad derivados de enfermedades relacionadas con otras contaminaciones. El estudio también se basa en la precisión de los modelos que emplea.
Los costes atribuibles a enfermedades y muertes contemplados en el estudio eran similares a los utilizados en otros estudios, pero cuando se probaron costes considerablemente menores en un análisis de sensibilidad, la mayoría de los ahorros en sanidad no compensaban los costes de las políticas en los escenarios del Acuerdo de París para la UE, Estados Unidos y el resto del mundo, pero seguían cubriendo una importante cantidad de los costes de las políticas.
Por último, habrá que investigar más para gestionar la distribución exacta de los costes entre los países cuando se acuerde la estrategia de contención para el Acuerdo de París.
En un Comentario vinculado al artículo, el Profesor Philip Landrigan, de la Icahn School of Medicine at Mount Sinai (Estados Unidos), dice: “La principal aportación de este informe es que visibiliza los enormes beneficios, antes ocultos, de la contención del cambio climático para la economía y la tasa de mortalidad y demuestra que dichos beneficios son mayores que los costes de la prevención del cambio climático. Los argumentos políticos y económicos en contra de la contención del cambio climático y el control de la contaminación suelen basarse en cálculos cortos de miras, parciales e interesados que solo tienen en cuenta los costes tangibles, concretos y relativamente fáciles de calcular del control de emisiones. La conclusión cuidadosamente trabajada de este informe, a saber, que los beneficios sanitarios y económicos de la contención del cambio climático compensan significativamente sus costes, refuta de forma contundente dichos argumentos”.
[1] Cita directa del autor que no se incluye en el texto del artículo.
[2] Los beneficios resultantes en salud son los costes sanitarios aproximados que se podrían ahorrar en cada escenario de política climática, incluidas las muertes y pérdidas económicas por no trabajar. Se calculan descontando los costes sanitarios estimados en que se incurre en un escenario concreto de los costes estimados en que se incurriría si no se aplicaran estrategias de contención.
[3] Estas estrategias son las siguientes: que los países más ricos sean los primeros en reducir sus emisiones y que otros países lo hagan después (estrategia de capacidad), que todos los países reduzcan sus emisiones al mismo ritmo, de manera que las proporciones de emisiones actuales se mantengan iguales entre los países (estrategia de tasa constante de emisiones), y que todos los países trabajen para tener las mismas tasas de emisiones por persona para 2040 (estrategia de misma tasa per cápita).