Cómo afrontar el reto del bloqueo de la entrada de residuos a China
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China fue durante muchos años la principal receptora de residuos del mundo. Se calcula que entre 1992 y 2017 el país asiático recibió casi la mitad de todos los desechos de plástico que se produjeron en todo el mundo. Solo en el año 2016, China importó 7,35 millones de toneladas de residuos provenientes de 43 países.
China era entonces un destino final al que los países desarrollados podían enviar los residuos prácticamente sin ningún tipo de regulación. Sin embargo, este escenario cambió abruptamente el 1 de enero de 2018, cuando entró en vigor una nueva normativa que prohibía la importación de residuos extranjeros en China.
Asia: destino de la exportación de residuos
Ante el continuo aumento de la cantidad de desechos propios que genera a nivel interno, China ha bloqueado la entrada de 24 categorías de residuos sólidos, incluidos ciertos tipos de plásticos, papel y textiles. Esta decisión ha repercutido en todo el mundo y ha afectado las operaciones de reciclaje en los países desarrollados, que luchan por lidiar con el nuevo panorama. La prohibición de China ha sido una llamada de atención, pero también ha supuesto una oportunidad para mejorar la gestión doméstica de los residuos e invertir en tecnología y nuevas iniciativas.
Algunos países desarrollados han reaccionado ante a la prohibición enviando sus desechos a otros países del sudeste asiático, como Tailandia y Malasia. Por ejemplo, según el Financial Times, tras la prohibición china, las exportaciones de desechos de Gran Bretaña a Malasia se triplicaron.
Algunos recicladores chinos incluso han abierto fábricas en países cercanos para sacar provecho de este traslado del negocio. Pero estos países no tienen la capacidad de manejar esta cantidad de desechos y ya están considerando imponer sus propias restricciones. Por ejemplo, Tailandia planea imponer un bloqueo a partir del año próximo.
Por otra parte, Asia ya alberga cinco de los países que más basura marina generan en el mundo, y enviar más desechos a estos lugares empeorará el problema de la contaminación en los océanos.
La gestión del reciclaje: una oportunidad de generación de riqueza
Para dejar de depender de los mercados de exportación en su reciclaje muchos otros países están optando por invertir en la construcción de plantas propias e innovar en la fabricación de plástico para hacer que los productos sean más adecuados para su reutilización.
Uno de los retos fundamentales es conseguir que los residuos sean mejor clasificados, se consigan valorizar y sean por lo tanto menos propensos a terminar abandonados en el medio ambiente.
Un efecto secundario positivo del bloqueo de China ha sido que se ha centrado la atención en la necesidad de instaurar una economía circular, donde los recursos como los plásticos se mantengan en uso durante el mayor tiempo posible y que se consiga disminuir de manera drástica el envío de residuos a vertedero a la vez que se aumenta el reciclaje y recuperación de los materiales valorizables.
Las autoridades europeas han reconocido el valor inherente de los residuos y las oportunidades de inversión y generación de empleo que estos presentan. En este sentido, la Estrategia de Plásticos de la Comisión Europea contempla que su impulso para que todos los envases de plástico sean reciclables o reutilizables para 2030 podría crear 200.000 empleos.
En este nuevo paradigma, Grupo SPR es un grupo industrial proveedor e integrador de tecnología en forma de soluciones integrales para la gestión y la valorización de los residuos en todo el mundo, con una actividad especialmente enfocada a la industria (cementera, papelera, siderúrgica, etc). Su lema, “Waste to energy” – “Waste to value.”