Cataluña invertirá en el buen estado de sus aguas subterráneas
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Teresa Jordà y Roura, consejera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, ha presidido este lunes los actos para conmemorar el Día Mundial del Agua. En este acto, organizado por la Agencia Catalana del Agua y celebrado en el Espacio Céntrico del Prat de Llobregat con el fin de poner en común las diferentes visiones en torno al agua, Jordà hizo hincapié en la importancia de las aguas subterráneas, teniendo en cuenta que este año, el lema del Día Mundial del Agua es “hacer visible lo invisible”, en relación con la importancia del recurso que tenemos debajo de nuestros pies.
"En Cataluña de promedio se extraen al año alrededor de 600 hm3/año de los 199 acuíferos que hay delimitados", una cifra casi simétrica a la capacidad de los embalses de las cuencas internas (694 hm3)y debemos preservarlos para tener agua en cantidad y calidad” , ha afirmado la consellera.
Con la finalidad de incrementar la garantía en el suministro, la ACA ha destinado entre 2016 y 2021 un total de 80 millones de euros a través de cinco líneas de ayudas, con el objetivo de incrementar la garantía. En el próximo ciclo de planificación, la Agencia tiene previsto doblar esta dotación, llegando a los 169 millones de euros.
Déficit de agua
La consejera Jordà ha destacado que " las aguas subterráneas son reservas estratégicas, especialmente en un país mediterráneo, como el nuestro y donde tenemos un déficit estructural de agua ". Por ese motivo, su preservación es vital. Dos de las grandes amenazas son la sobreexplotación y la contaminación difundida (nitratos y otros), que debemos resolver desde todos los ámbitos para hacer frente a la crisis climática ya su impacto sobre los recursos hídricos.
Ya en los últimos años, la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) ha desplegado diversas medidas para proteger algunos acuíferos que estaban sobreexplotados. Un ejemplo es el de la Tordera, que hasta el año 2002 era la principal fuente de abastecimiento para las comarcas del sur de la Selva y del norte del Maresme. Con la activación de la desalinizadora de la Tordera (puesta en servicio en 2002 y ampliada en 2010) se ha dispuesto de una fuente alternativa para garantizar todas las demandas y reducir la dependencia de esta masa de agua subterránea.
Otro de los acuíferos donde se han realizado actuaciones para preservar tanto su calidad como su cantidad es el del delta del Llobregat. A raíz de la impulsión de agua regenerada proveniente de la Estación de Regeneración de Agua (ERA) de la depuradora del Llobregat, se está habilitando una barrera para evitar la intrusión salina. El agua regenerada, sobre todo en episodios de sequía como el que estamos viviendo, también se destina para garantizar el caudal ecológico del río Llobregat en su tramo final.
El acuífero de Carme Capellades, que garantiza las demandas de gran parte de la comarca del Anoia y del Alt Penedès, también dispone actualmente de una fuente complementaria (la red de abastecimiento supramunicipal del Ter Llobregat) para garantizar una gestión sostenible de los distintos recursos. En el próximo ciclo de planificación (2022-2027), la ACA destinará más de 3,8 millones de euros en actuaciones destinadas a la protección de los acuíferos.
Mejorar el estado químico
En cuanto a la calidad de las aguas subterráneas, debe tenerse en cuenta que un 73% de las masas de agua subterránea no alcanzan el buen estado químico y no se observan mejoras significativas desde el año 1998 (cuando se hizo primera declaración de zonas vulnerables).
En Cataluña, la planificación hidrológica prevé 2 tipos de medidas para hacer frente a esta problemática. Por un lado, las medidas que desarrolla la ACA, la caracterización de las zonas afectadas por contaminación difundida y el análisis del posible origen y la revisión periódica de la declaración de las zonas vulnerables, y por otro, las acciones llevadas a cabo por el Departamento de Acción Climática, como el plan para desarrollar y fomentar las medidas agronómicas y las mejores prácticas agrarias que permitan obtener la máxima producción agraria pero con el mínimo impacto sobre el estado de las aguas.
Las acciones previstas por la conselleria también contemplan otras medidas que se llevan a cabo a través del trabajo conjunto y coordinado, como el “Proyecto cuencas” que pretende implementar prácticas agrarias mejoradas y un mayor nivel de exigencia sobre todo en las zonas más sensibles del territorio para reducir el excedente de nutrientes que puede llegar al medio.
La ACA, en el próximo ciclo de planificación (2022-2027) ha planteado una serie de medidas para caracterizar y mejorar el conocimiento del contaminante que llega al medio hídrico, pero las medidas principales irán enfocadas a la reducción de las entradas de nitrógeno al medio, con una inversión prevista de 13,6 millones de euros para los próximos seis años.