El Cabildo de Gran Canaria tramita el innovador proyecto Salto de Chira
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El Consejo Insular de Aguas del Cabildo de Gran Canaria ha aprobado los condicionantes para la concesión administrativa a la empresa Red Eléctrica Española y la autorización para la construcción de una desaladora en El Pajar, en San Bartolomé de Tirajana, para la producción industrial de agua, lo que completa los trámites administrativos necesario para poner en marcha el proyecto del Salto de Chira.
De este modo, el Gobierno de Gran Canaria completa la tramitación administrativa que permitirán dar comienzo a las obras de una de las iniciativas más importantes de la historia de Gran Canaria, que supondrá un cambio de modelo de gestión del agua y la energía, gracias a la utilización de sus infraestructuras hidráulicas para dar el salto a la descarbonización y la mejora de los recursos hídricos, como respuesta a la crisis climática global .
Así lo ha corroborado el presidente del Gobierno Insular, Antonio Morales, al asegurar que “Salto de Chira es un proyecto clave para la transición energética, la descarbonización y el desarrollo sostenible de Gran Canaria. Sin duda, estamos ante el inicio de una revolución energética, hídrica y alimentaria, y nos coloca a la vanguardia mundial, como una Isla de referencia”.
Un proyecto sin precedentes
Morales ha resaltado la relevancia de los acuerdos aprobados hoy, que considera “dos hitos que importantes que cubren todo el proceso administrativo para dar lugar al inicio de las obras del Salto de Chira de manera inmediata”. Y es que, como ha afirmado, el proyecto del Salto de Chira, que ya dispone de sus declaraciones de Interés General y de Utilidad Pública, y con su Estudio de Impacto Medioambiental, también cuenta desde hoy con la autorización para las obras de la desaladora y con la concesión para la gestión con fines hidroeléctricas de las aguas embalsadas y el vaso de las presas. “Ya no existe obstáculo alguno y se cuenta con todos los informes y con todos los permisos necesarios para que Salto de Chira sea una realidad, de tal manera que la primera piedra la colocaremos la próxima semana”, ha anunciado.
Más en detalle, el Consejo Insular de Aguas ha dado el visto bueno definitivo a la construcción de la desaladora, que tiene un plazo de ejecución de 26 meses y que, como ha explicado Antonio Morales, “permitirá llenar las presas para propiciar el salto de agua y, además, garantizar 750.000 metros cúbicos anuales de agua, para el riego de las cuencas de Tunte, Mogán, Tejeda y de Artenara, así como para reforestar, luchar contras los incendios y otros usos de gran importancia para la Isla”.
Y, por otro lado, el organismo ha aprobado la concesión de las aguas embalsadas y el vaso de la presa de Chira con fines hidroeléctricos a Red Eléctrica Española. “Y se ha hecho sin que se limite la gestión del Consejo Insular de Aguas, ni la disposición de las aguas de las presas para fines agrícolas o de cualquier otro tipo, ni la propiedad y el control del propio Consejo de esas presas y de sus infraestructuras”, ha comentado Antonio Morales. “Se contará con un comité técnico de control de ejecución de las obras y un seguimiento permanente de los trabajos, de los cumplimientos medioambientales, de la protección del paisaje y de los plazos, entre otros aspectos”, ha añadido.
Gestión eficiente
Ha explicado, además, que el plazo de ejecución será de 70 meses y que la concesionaria está obligada a que el servicio eléctrico para la producción y elevación del agua desalada sea renovable, que el soporte de toda la gestión de la planta se haga con energías limpias, así como de cumplir un amplio espectro de parámetros, que tienen que ver con la calidad del agua y con los niveles de explotación y de producción, entre otros aspectos.
“No existe en el mundo una concesión administrativa de estas características”, ha concluido el presidente de Gran Canaria, “para elevar agua del mar y hacer posible que dos grandes presas como Chira y Soria sean llenadas y puestas a disposición de un almacenamiento integral de energía para la Isla, con el fin de producir entre un 50% y un 70% de energías limpias en la Isla, para luchar contra la desertización de nuestro territorio”.