Aprovechamiento de residuos de colillas de cigarros para el aislamiento térmico y acústico de paneles
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De acuerdo con una reciente investigación, las colillas de cigarrillo suponen 26.000 millones de dólares en costes en términos medioambientales. De ahí que poder darles una nueva vida que permita reducir su impacto en el entorno suponga un reto importante de cara a conseguir una economía más circular y sostenible. Un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha asumido ese reto y ha logrado crear un nuevo tipo de ecopaneles termoacústicos utilizando las colillas de cigarrillo como elemento central para el aislamiento.
Y es que el uso de materiales aislantes convencionales está actualmente en auge debido al aumento de las exigencias térmicas y acústicas que marca la normativa en la construcción y rehabilitación de viviendas. Estos materiales buscan contribuir al ahorro energético y mejorar el confort térmico y acústico de los ocupantes. No obstante, el incremento en su uso no está exento de problemas para el medio ambiente. Por ejemplo, la empresa de información sectorial Alimarket® avisa del crecimiento alarmante de los residuos de lana mineral en los últimos años, donde sólo en España en 2021 se vendieron 3.115.257 m2. De ahí que los investigadores optasen por buscar nuevos materiales que incorporen residuos y proporcionen al elemento constructivo mejores prestaciones térmicas y acústicas, incorporando criterios de economía circular.
“Nuestro objetivo era buscar una manera de mejorar la absorción acústica de las placas de yeso a la vez que dábamos una nueva vida a un material de difícil destrucción y reciclaje como son las colillas de cigarrillo y si además mejorábamos el aislamiento térmico mucho mejor.”, explican los autores que han participado en el estudio.
Los investigadores partieron de una matriz de yeso convencional a la que incorporaron uno de los residuos procedentes del tabaco, en concreto los filtros de los cigarrillos.
Buenos resultados aislantes
“Las colillas se someten a un proceso de limpieza antes de su utilización, se preparan en distintos formatos y se mezclan con el yeso, al mismo tiempo se incorporan en la superficie de acabado de la pieza final”, explica investigadores de la Escuela Técnica Superior de Edificación de la UPM.
El resultado es un nuevo tipo de ecopanel de yeso que no solo mejora sus propiedades termoaislantes, sino que también ofrece una mejor absorción acústica, tan necesaria y, tradicionalmente dejada de lado, todo esto con la ventaja añadida de que no se incrementan los costes del proceso de fabricación.
“Se ha comprobado que los filtros de cigarrillo tienen un coeficiente de absorción dentro del rango de lo que se considera un material absorbente acústico, también un coeficiente de conductividad térmica óptimo”. “Es por ello que incorporados en la mezcla de yeso consiguen mejores coeficientes de conductividad térmica y aplicados en la cara que va a estar en contacto con el interior del espacio un buen coeficiente de absorción acústica”.
En concreto, la adición de colillas de cigarrillo al yeso, con todo el residuo, sin sufrir ningún proceso de corte, compactación o trituración facilita el desarrollo de porosidad en la estructura en la que se incluye mejorando las propiedades térmicas del nuevo material. Y para las pruebas del aislamiento acústico, los resultados fueron igualmente buenos.
Para los investigadores de la UPM, la importancia de este trabajo que se ha publicado en la revista Construction and building materials radica en las posibilidades que ofrece de cara a mejorar las propiedades del yeso utilizado en la construcción reduciendo además el perjuicio medioambiental generado por este tipo de residuos.
“No solo se consigue mejorar el confort acústico de un espacio, sino que se produce un panel con menor huella ambiental debido a que se retira un residuo muy común en el medio ambiente”, concluyen los investigadores.