50 años de una sola tierra
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El lema de este año, one Earth, hace referencia al primero que se celebró y pone de manifiesto el camino recorrido desde entonces. ¿Es suficiente?
“Nuestra casa está en llamas”, sentenció Greta Thunberg ya en 2019, durante el foro de Davos. Su frase removió muchas conciencias dormidas, pero aún así, la preocupación por el estado del clima y el futuro del planeta nos parece desde hace ya muchos años algo normal, pero no siempre ha sido así. ¿Quiénes fueron los pioneros en advertir de la crisis climática que se nos venía encima?
Es importante recordar que la ecología y el ecologismo no son lo mismo, aunque a veces y erróneamente se utilicen indistintamente. La ecología es la ciencia que estudia las relaciones entre los seres humanos y a su vez, su relación con el medio natural. Algo completamente cuantificable y basado en hechos. Y a su vez, el ecologismo es la ideología que extiende y generaliza los conceptos de la ecología en el terreno de la realidad social, lo que también es conocido como ambientalismo.
Sucede lo mismo con voluntariado y activismo. Voluntarios son aquellos que se unen libre y desinteresadamente a un grupo para trabajar con fines benéficos o altruistas. Por otro lado, el activismo conlleva implícito un interés en el cambio, es decir, muestra más activamente su disconformidad con el estado actual de las cosas y se realizan acciones encaminadas a llevar a cabo los cambios que consideran necesarios. En el caso del activismo ambiental, para revertir el cambio climático.
Historia del activismo medioambiental
Pruebas nucleares, avance científico y diversos desastres medioambientales generaron en la década de 1960 un caldo de cultivo perfecto para el comienzo de los movimientos ambientalistas. Lo que se suele reconocer cómo hito y pistoletazo de salida es el libro 'Primavera silenciosa', de Rachel Carson, que se publicó en 1962. Este libro es una investigación sobre el uso generalizado de pesticidas, en el que la autora denunció que los venenos utilizados se acumulaban en la cadena alimenticia, con enormes riesgos y efectos para la salud humana, la flora y la fauna.
Aunque es el libro de Rachel Carson lo que solemos considerar los inicios de la conciencia global, cabe mencionar que en 1961, un año antes de su publicación, fue fundada WWF con la misión internacional de recaudar fondos para conservación de naturaleza y vida salvaje.
A partir de los setenta, y la celebración del primer Día de la Tierra el día 22 de abril de ese año surgieron muchas otras organizaciones, hoy clásicas, relacionadas con la salud global. Por ejemplo, nacen “Amigos de la Tierra” en 1971 y “Greenpeace” en 1973.
Ese 22 de abril supuso otro gran hito, fruto de la conciencia ambiental que había ido creciendo en la década anterior. Se celebraron más de 12 mil eventos repartidos por todo Estados Unidos que acercaron la información que se tenía sobre ecología a más de 20 millones de personas en el que hasta los Niños plantaron un árbol en el jardín de la Casa Blanca.
La conciencia ambiental mundial no paraba de crecer, hasta el punto en el que nos encontramos ahora, un mundo en el que no nos imaginamos no preocuparnos por el planeta en el que vivimos.
¿Y qué dice la ciencia de todo esto?
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) fue creado en 1988 para facilitar evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta.
En este artículo del MITECO se explican los pormenores del informe. Tenemos razones para la esperanza, pero sobre todo, tenemos mucho que hacer y se nos agotan las oportunidades, como cuenta Ricardo Barra, uno de los invitados a nuestros podcast especial de Voces del Cambio por el Día Mundial del Medio Ambiente.
Hemos tenido la oportunidad de entrevistar a Ángeles Gómez Martínez, Profesora de Historia de la Ciencia y Comunicación Científica de Universidad Miguel Hernández, y le hemos preguntado qué figura querría ella resaltar en un día como hoy. Nos contestó que a Rachel Carson.
¿Por qué eliges reivindicar la figura de Rachel Carson en el 50 aniversario del Día Mundial del Medio Ambiente?
Este año se cumplen 60 años de la publicación de Primavera Silenciosa y quiero reivindicarla porque fue una una persona que lo que es alertar a la población como bióloga y como periodista. Ella trabajaba en el servicio de de pesca y era escritora, tenía las dos vertientes, por eso fue pionera y supo llegar a tanta gente.
Háblanos un poco de ella como persona, antes de entrar en su faceta más ecologista
Pues ella la verdad es que desde muy pequeña, gracias a que ella vivía en una granja, admiraba mucho la naturaleza, pero no era lo que más le llamaba la atención, ella quería ser escritora.
Y entonces bueno, pues ella me ingresa a la universidad con la intención de ser escritora, pero empieza a hacer unos cursos de zoología y le gusta y sigue con eso. De hecho ella llega a dar clases de ciencias. Cuando su padre muere acaba su carrera académica porque tiene que buscarse un trabajo para ayudar a su familia.
Entonces, claro, estaba claro que una persona con una clara vocación de escritora que por avatares de la vida se terminaba enamorando y emocionando con la ciencia. El paso siguiente era claramente dar ese salto a la divulgación o a la comunicación de ciencia. ¿Cómo se interesó por la ciencia? ¿Cuándo dio el salto a la divulgación?
Ella consiguió un puesto en el servicio de pesquerías y allí le proponen que hagan una una serie de una serie radiofónica que se llama Romance bajo las aguas, ese es su retorno a la divulgación.
¿Cómo comenzó su preocupación por el medio ambiente?
También allí, en el servicio de pesquería, porque gracias a estar en contacto directo con científicos se da cuenta de lo interconectado que está todo. Además, viviendo el mundo científico desde dentro, tiene, digamos, información privilegiada. Se da cuenta de que es una historia que tiene que contar y realiza un gran esfuerzo para mostrar toda esa historia de una manera comprensible para que el público se dé cuenta de lo que está pasando.
Hablamos, ya sí, de Primavera Silenciosa y del DDT, ¿Por qué fue tan disruptiva la publicación de este libro? Muchos hablan de él como el pistoletazo de salida de los movimientos ecologistas.
El DDT esa un pesticida que se utilizaba profusamente y sin miramientos desde la Segunda Guerra Mundial. Hay que explicar que salvó muchas vidas, porque gracias a él se acabó con muchas plagas que afectaban a cosechas y a humanos, por ejemplo, la malaria.
Lo problemático del DDT es que se acumula y es dañino para la salud humana, animal y de la tierra, algo que no se sabía hasta el momento y Rachel denunció en su libro.
Siempre cuesta cambiar el paradigma, en ciertos sectores que estaban implicados en la comercialización de ese producto o que realmente creían que era más ventajoso utilizarlo que no hacerlo, quisieron ser tenidos en cuenta en cuenta.
No lo tomarían demasiado bien, no?
No, de hecho se empezó a publicar por capítulos y ya empezó a levantar un poco de polvareda. Ante tanta expectación, se publica el libro y se convierte en un éxito.
¿Hubo algún tipo de represalia contra ella? ¿Sufrió algún tipo de difamación?
Sí, intentaron desacreditar su figura. Se dijo de ella que era una histérica, muy exagerada… como ella realizó un enorme esfuerzo de documentación y de escritura, el libro era intechable, porque lo intentaron desacreditarla a ella.
Y tanto que fue un gran esfuerzo, Rachel sufrió cáncer y murió solamente dos años después de la publicación de su libro más famoso. ¿Cómo crees que sería el mundo hoy en día si Rachel Carlson no hubiera fallecido prematuramente?
Sobre todo, la muerte de Rachel me da pena a nivel personal, fue una persona que se merecía haber disfrutado más de su éxito. Pero si la historia no hubiera sido como fue, creo que igual el futuro hubiera sido un poquito mejor, creo que hubiéramos disfrutado de otros libros interesantes y seguro que sabríamos más.