Innovación, tecnología y colaboración: palancas para acelerar la sostenibilidad hídrica en la industria española

La inversión en tecnología avanzada, la búsqueda continua de la eficiencia y circularidad de recursos, y la colaboración entre sectores resultan fundamentales para enfrentar los desafíos de la escasez de agua y garantizar la viabilidad de las operaciones
Autor/es
Nuria Suárez
Publicado en
09-09-2024
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La escasez de agua es uno de los mayores desafíos ambientales y económicos de nuestra era. Un fenómeno cuyo impacto sobre el normal desarrollo de las actividades alrededor del mundo y la calidad de vida de sus habitantes, si bien aún no es mensurable, comienza a mostrar indicios preocupantes. En este reportaje, nos centramos en cómo la escasez de agua está afectando a diversos sectores de la industria española. Concretamente, damos voz a tres representantes de los sectores químico, papelero y alimentario y de bebidas, respectivamente, para conocer de primera mano sus principales inquietudes y las herramientas que planean desplegar para hacerle frente y garantizar con ello la viabilidad de sus actividades. 

De esta manera, Paloma Sánchez Pello, directora de Competitividad y Sostenibilidad en la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB); Carmen Sánchez-Carpintero, directora de Medio Ambiente en la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (ASPAPEL) y Jesús Soriano, director de Responsible Care de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE), amplifican el mensaje lanzado por su sector, plasmando por un lado las prácticas y tecnologías que permitirán una gestión más eficiente y sostenible del agua, y por otro las palancas necesarias para liderar la transformación sostenible de la industria española.

 

Radiografía de la actualidad

A modo de contexto, Carmen Sánchez-Carpintero explica que en estos momentos la sequía ha impactado notablemente en las fábricas españolas, particularmente en aquellas ubicadas en las zonas más afectadas, como Cataluña. Ante unas previsiones de disponibilidad de agua para 2024 que siguen siendo inciertas, lo más probable es que las empresas del sector continúen enfrentándose a desafíos significativos si las condiciones de sequía persisten y no se ponen en marcha nuevas medidas por parte de las administraciones competentes. En lo que concierne al sector de la celulosa y el papel, donde se utilizan aproximadamente 102 millones de metros cúbicos de agua al año en 74 fábricas de España, “el uso eficiente del agua ha sido siempre una prioridad, con un descenso muy notable a lo largo de los años”. La experta sostiene que en comparación con 1990, la utilización de agua se ha reducido a menos de la mitad, mientras que la producción ha aumentado en un 60%.

Para el caso de la industria química, la reducción en el consumo de agua ha sido también un área fundamental, pues incide directamente en el ahorro no solo de un recurso escaso, sino también del coste de producción en sentido amplio, tal y como expone Jesús Soriano. Un esfuerzo que se ve reflejado en las estadísticas del programa Responsible Care, una iniciativa voluntaria para las empresas del sector químico, que muestran una evolución de mejora del 39% entre 2009 y 2022 y del 61% entre 1999 y 2022. 

 

"El sector químico lleva muchos años trabajando para mejorar su eficiencia, reducir su consumo y desarrollar tecnologías innovadoras que permitan generar recursos no convencionales que aumenten su disponibilidad", afirma Jesús Soriano, director de Responsible Care de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE).

 

En lo concerniente al sector de alimentación y de bebidas, y apoyándose en datos proporcionados por el Informe de Sostenibilidad de FIAB (2021), Paloma Sánchez Pello apunta que esta industria lleva ya muchos años trabajando para reducir su consumo de agua, llegando a niveles de ahorro cercanos al 20% en comparación con cifras del año 2014. Sánchez aclara que, al ser el agua un recurso clave para la industria de alimentación y bebidas y uno de los principales factores limitantes, junto con la energía, para la producción de alimentos a nivel mundial, uno de los principales retos que enfrenta es la reducción del consumo de agua en sus procesos. Para enfrentarlo, desde FIAB trabajan activamente para “ser cada vez más eficientes en el uso de este recurso, pero sin comprometer las exigencias de higiene, seguridad alimentaria y el abastecimiento”. 

 

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Auge de la reutilización

En la UE y de acuerdo con cifras extraídas de Eurostat, la industria es uno de los principales usuarios de agua en Europa y representa alrededor del 40 % del total del recurso disponible. Un dato que subraya la importancia que la creación e implementación de estrategias sostenibles y tecnológicamente avanzadas a nivel industrial tiene para gestionar este recurso de la manera más eficiente. En esta línea, cada uno de los representantes sectoriales llama la atención sobre la necesidad de implementar prácticas que no solo optimicen la captación y el uso del agua, sino que también promuevan su reutilización para una gestión circular de la misma.

“La innovación es un pilar esencial para nuestra industria, que apuesta por la mejora continua del proceso productivo”, comenta Carmen Sánchez-Carpintero en nombre de ASPAPEL. A nivel de tecnologías, para continuar avanzando en reducir la utilización de agua, la experta enfatiza que se precisan soluciones innovadoras capaces de dar respuesta a los desafíos que surjan a raíz de este nuevo cambio de paradigma hacia la sostenibilidad. Tal es el caso de la reutilización de aguas, una alternativa que está tomando cada vez más protagonismo en las estrategias de seguridad hídrica de las compañías. En lo que concierne a la fabricación de pasta y papel, se han implementado diferentes tecnologías de tratamiento para las aguas intermedias, de cara a reducir el aporte inicial de agua al proceso y promover la reutilización interna del agua antes de su vertido final, previo tratamiento. “La principal fuente de abastecimiento de agua para nuestro sector es su captación de ríos y pozos, aunque en los próximos años posiblemente veamos un aumento en el uso de agua regenerada. De hecho, en España contamos con instalaciones que han sido pioneras en Europa en el uso de agua regenerada en el proceso industrial”, comenta la experta. 

La industria de alimentación y bebidas y sus empresas han comenzado a poner en marcha proyectos y planes de actuación de acuerdo con la tecnología disponible, buscando minimizar el consumo de agua en la actividad industrial, recuperar y regenerar aguas residuales y reducir el impacto ambiental de los sectores. En este ámbito, recientemente se ha tramitado la norma nacional relativa al Proyecto de Real Decreto por el que se aprueba el Reglamento de reutilización de las aguas, cuya redacción inicial recogía la prohibición del uso de agua reutilizada en la industria alimentaria para las labores de limpieza de materiales y materias primas en contacto con los alimentos. FIAB, en representación del sector, ha trabajado para tratar de permitir el uso del agua regenerada para usos que puedan estar en contacto con los alimentos, como el lavado de materia prima o limpiezas de fábricas o materiales en contacto con alimentos, siempre y cuando se cumplan con los requisitos y estándares de calidad y seguridad alimentaria, para tratar de seguir reduciendo el consumo hídrico y el impacto ambiental asociado.

 

El agua regenerada en la industria servirá de impulso a la implementación de las medidas recogidas en la Estrategia Española de Economía Circular, que considera prioritario mejorar en un 10% la eficiencia en el uso del agua en los ciclos productivos para reducir la demanda.

 

“La prohibición del uso de agua reutilizada en la industria alimentaria provocaría no solo una pérdida de competitividad, si no un impedimento para la reducción del consumo de agua en el sector”, comenta Paloma Sánchez Pello. “Durante el proceso de tramitación, ha sido clave la colaboración público – privada y, en cuanto a los resultados previstos, se han realizado estimaciones cuantitativas de que el impulso de estas medidas permitiría obtener un ahorro aproximado de hasta un tercio del consumo del agua destinado a esa actividad, dependiendo del sector en cuestión y teniendo en cuenta que en España la industria alimentaria representa, aproximadamente, el 11 % del consumo de agua llevado a cabo en actividades industriales”, aclara la experta.

 

"La prohibición del uso de agua reutilizada en la industria alimentaria provocaría no solo una pérdida de competitividad, si no un impedimento para la reducción del consumo de agua en el sector", destaca Paloma Sánchez Pello, directora de Competitividad y Sostenibilidad en la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB).

 

 

Una responsabilidad global 

Retomando el concepto mencionado anteriormente, la colaboración público – privada, ésta se erige como pilar fundamental cuando hablamos de eficiencia del agua, tanto para entidades públicas locales, como autonómicas, nacionales o europeas. En este sentido, Jesús Soriano llama la atención sobre la necesidad, por parte de las distintas administraciones, de impulsar una legislación favorable que incentive el alto coste que soporta la industria y promueva la agilización administrativa necesaria para el desarrollo e implantación de los nuevos proyectos de circularidad. “El borrador de Reglamento de reutilización de las aguas, pendiente de publicación final y en cuyo proceso de tramitación hemos colaborado desde el sector químico con el Ministerio de forma muy satisfactoria, ayudará sin duda a promover la economía circular y a fomentar la reutilización del agua para uso industrial”, añade. 

Por tanto, la utilización de agua regenerada en la industria servirá de impulso a la implementación de las medidas recogidas en la Estrategia Española de Economía Circular, que considera prioritario mejorar en un 10% la eficiencia en el uso del agua en los ciclos productivos para reducir su demanda. “En la actualidad, se tiene muy en cuenta los usos sostenibles del agua, pero aún queda camino por recorrer para explotar todas sus posibles ventajas, tanto ambientales como económicas”, comenta  Soriano. “Es necesario que, sin perjuicio a las ayudas que se destinan a otros sectores, las medidas que se apliquen para la industria en situaciones, por ejemplo, de sequía, no solo se consideren obligaciones y restricciones al uso del agua, sino que también se desarrolle un marco financiero que apoye los planes y proyectos de gestión del agua de la industria como el uso de hidrógeno verde para proyectos de neutralidad de carbono, mejoras en la reutilización y reciclaje del agua en los procesos, etc.”, añade. 

 

"Se requiere una estrecha colaboración entre el sector privado y el sector público para lograr un cambio significativo en la gestión del agua", concluye Carmen Sánchez-Carpintero, directora de Medio Ambiente en la Asociación española de fabricantes de pasta, papel y cartón (ASPAPEL).

 

En esta misma línea, desde ASPAPEL sostienen que la colaboración público- privada es esencial, razón por la cual el sector se muestra muy activo realizando propuestas a las distintas administraciones para avanzar en la gestión responsable del agua. Un modelo de colaboración que se replica para abordar otros aspectos ambientales relevantes, como la descarbonización y la eficiencia energética, o la valorización de los residuos de proceso dentro del marco de economía circular. Mostrándose crítica con la inexistencia de mecanismos públicos que permitan mitigar las pérdidas en la producción, Carmen Sánchez-Carpintero señala algunas acciones clave en nombre del sector papelero. Entre las más destacadas están: proporcionar ayudas a las empresas afectadas para mitigar el impacto de la pérdida de producción, ayudas para implementar medidas inmediatas de reducción de agua en situación de sequía, agilizar los plazos de autorizaciones y trámites administrativos, especialmente para el uso de aguas regeneradas y la captación de aguas subterráneas o eliminar, caso de sequía, las restricciones de uso de agua para las instalaciones que ya han implementado medidas de manera proactiva, sin penalizar la acción temprana. “Se requiere una estrecha colaboración entre el sector privado y el sector público para lograr un cambio significativo en la gestión del agua”, alega. 

 

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Alcanzar la ansiada eficiencia hídrica

Una vez analizadas algunas de las herramientas más relevantes que se han implementado para mejorar la sostenibilidad del agua en los productos y procesos de los sectores químico, papelero y alimentario y de bebidas, y que ponen de relevancia el rol prioritario de la tecnología y la colaboración para el avance sostenible del sector, los expertos centran su mirada en los próximos años y señalan como fundamental un elemento transversal a todos ellos: la innovación. La apuesta decidida por desarrollar soluciones innovadoras capaces de hacer frente a los desafíos emergentes se posiciona en la actualidad como la vía preferente para canalizar el compromiso de la industria española con la transición energética, la neutralidad climática y los objetivos de desarrollo sostenible marcados por el Pacto Verde europeo para 2050. 

De esta manera, la transformación sostenible de la industria española va a depender, en ultima instancia, de su grado de compromiso con tres factores determinantes: la inversión en avances tecnológicos punteros, amparados en la búsqueda continua de eficiencia y circularidad de los recursos, la estimulación de la colaboración público– privada para impulsar marcos normativos apropiados y la apuesta constante hacia las soluciones más innovadoras, que faciliten al sector industrial seguir mejorando en la gestión de los recursos hídricos y reducir su impacto ambiental.  

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