El mundo se enfrenta a desafíos cada vez más apremiantes relacionados con la energía y el medio ambiente, razón por la cual la búsqueda de soluciones sostenibles y renovables se ha tornado una prioridad. En este escenario, el biometano emerge como una solución sólida y madura para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y está creando un interés sin precedentes a escala global. En este reportaje, exploramos su potencial como recurso energético sostenible y desgranamos las cinco recomendaciones clave para hacer escalar el mercado del biometano, sugeridas por la Asociación Mundial de Bioenergía (WBA, por sus siglas en inglés) en su documento “Un plan de 5 puntos para ampliar el biometano globalmente” (A 5 point plan to scale up biomethane globally), publicado a finales del pasado año 2022.
El informe asocia el auge del biometano con el refuerzo de los compromisos climáticos durante los últimos años. En la actualidad, el 85% de las emisiones mundiales de CO2 relacionadas con la energía están cubiertas por el compromiso NetZero, de cero emisiones netas, un ambicioso objetivo que exige de la implementación de todas las soluciones disponibles. Un reciente análisis de la Agencia Internacional de la Energía indica que alrededor de la mitad de las reducciones de emisiones necesarias para alcanzar este objetivo proceden de tecnologías que aún no están maduras.
Sin embargo, con la mirada puesta sobre el biometano, apreciamos que se trata de una solución “al alcance de la mano”. Así lo expresó Pharoah Le Feuvre, miembro de la junta directiva de la Asociación Mundial de la Bioenergía y co-autor del mencionado documento de visión sobre el biometano, durante un seminario online organizado por la WBA el pasado mes de marzo. “Se trata de una tecnología madura, que proporciona un combustible renovable compatible con los usos actuales del gas natural en sectores en los que es difícil reducir las emisiones, y es adecuado para sustituir a los productos petrolíferos en el transporte de larga distancia”, explicó.
Pero su valor no se limita a la energía, el biometano también ofrece beneficios ambientales, sociales y económicos, como la gestión de residuos, el desarrollo rural y el empleo, los ingresos adicionales para el sector agrario y la producción de fertilizantes y otros productos de alto valor, entre otros, enumeró el experto.
Además, en el caso de Europa, el estallido del conflicto Rusia-Ucrania, ha puesto el biometano “en el punto de mira”, añadió Pharoah. El abandono progresivo del gas ruso implica diversificación y mayor dependencia de las importaciones de gas natural licuado en el mercado mundial. Por tanto, contar con una parte de la producción de metano, que se produce en el país y tiene un perfil de costes estable, es ciertamente beneficioso en el contexto de proteger una parte de la demanda, aseveró.
Teniendo en cuenta todos estos factores, dada la dinámica actual del mercado energético y la urgencia de abordar el cambio climático, se augura un futuro de crecimiento positivo para el biometano. Sin embargo, “no existen medidas políticas que vayan a aplicarse en algún país y hacer escalar el mercado de biometano de forma inmediata, sino que se necesita de una visión holística, que contemple múltiples acciones”, aclaró Le Feuvre.
El experto mencionó a Francia como ejemplo exitoso de implementación de múltiples medidas, como el establecimiento de objetivos para los gases renovables, el apoyo a la producción a través de una tarifa de alimentación, la maximización en el uso de los recursos procedentes de materias primas, y la colaboración con operadores de redes de gas, entre otras, que han provocado que entre 2017 y 2021 más de la mitad de la expansión de nuevas plantas de biometano en Europa se produjera en territorio francés.
No existen medidas políticas que vayan a hacer escalar el mercado de biometano de forma inmediata, sino que se necesita de una visión holística que contemple múltiples acciones.
Sin embargo, a pesar de su potencial, hay pocos casos similares en Europa y a nivel mundial, lamentó el directivo de la WBA, e insistió en que hay muchos países con vastos recursos de materias primas sin explotar, pero sin estrategias o planes en marcha para ampliar el biometano. Por este motivo, desde la Asociación Mundial de la Bioenergía destacan la necesidad de una estrategia integral para expandir el biometano, y es por eso que se ha elaborado el documento de visión del biometano que abarca toda la cadena de valor, con la colaboración de más de 40 expertos comprometidos con el impulso de esta fuente de energía renovable. El informe esboza cinco recomendaciones clave, adaptables a la mayoría de mercados mundiales, y que deberían formar parte de las estrategias nacionales o regionales.
1. Materias primas
La recomendación inicial clave para escalar la producción de biometano es facilitar el acceso a materias primas. En la actualidad, menos del 1% del potencial mundial de materias primas se aprovecha para la producción de biometano. En la Unión Europea, donde la producción actual es de unos 3,5 bcm, las evaluaciones indican que hay suficientes materias primas para aumentar la producción de biometano más de diez veces y alcanzar el objetivo de producción de 35 bcm en 2030.
El punto de partida sería hacer uso de materias primas provenientes de desechos y residuos orgánicos, lo que no solo representa una solución para la gestión sostenible de residuos, sino que también reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y mitiga las emisiones directas de metano, que podrían producirse si no se gestionan correctamente estas materias primas.
Para movilizar los recursos de desechos y residuos se sugiere en primer lugar, realizar evaluaciones sólidas, a nivel nacional y regional, del potencial de materias primas y cartografiar para contextualizar la elaboración de políticas. “Los pasos clave pasan por trazar un mapa de los recursos para fijar objetivos realistas y ayudar a los promotores de proyectos a decidir dónde ubicar sus instalaciones de producción”, expresó Le Feuvre durante el evento.
La Unión Europea cuenta con materias primas sostenibles suficientes para aumentar la producción de biometano más de diez veces y alcanzar el objetivo de producción de 35 bcm en 2030.
También se necesita de unas políticas y normativas eficaces que mejoren la recogida, la logística, el tratamiento y la economía de la gestión de residuos, añadió. Entre las acciones propuestas en este sentido se encuentra el establecimiento de marcos de gestión de residuos que canalicen estos recursos hacia la producción de biometano en lugar de la eliminación, con opciones como prohibir o poner un coste a las alternativas menos sostenibles como el vertido o la incineración y garantizar la segregación y recogida de la fracción orgánica de los residuos municipales.
Se aconseja también sensibilizar a las partes interesadas sobre el potencial de valorización de las materias primas que producen para el biometano o asignar valores de GEI a las materias primas y vincularlos a las políticas de apoyo, de forma que se movilicen primero las que ofrezcan mayor reducción de emisiones.
Por último, la producción de biometano también podría aumentar considerablemente si se aprovechara el potencial de materias primas alternativas, como la biomasa leñosa y los sustratos producidos a partir de procesos agrícolas sostenibles, como el cultivo secuencial. Sin embargo, para hacer realidad este potencial es necesario un esfuerzo sostenido para demostrar la aplicación generalizada de la tecnología y las prácticas asociadas.
2. Tecnología
En segundo lugar, la tecnología se posiciona como elemento esencial para hacer avanzar el mercado de biometano, reportando beneficios en términos de apertura de una base más amplia de materias primas adecuadas, mayor eficiencia y rendimiento en la producción del biometano y reducción de costes. Este desarrollo tecnológico continuo implica optimizar procesos como la conversión de gas bruto a biometano o la digestión anaerobia, que pese a ser ya tecnologías maduras, aún presentan múltiples opciones de mejora.
Le Feuvre resalta el potencial de la tecnología para minimizar las fugas de biometano, lo que implica vigilar el almacenamiento y la manipulación del digestato. Para ello, se necesitan herramientas de teledetección, y soluciones tecnológicas que permitan la medición, notificación y verificación, etc., a fin de detectar dónde puede haber fugas de biometano y remediarlo.
El informe menciona también otras áreas en las que el enfoque tecnológico puede resultar de gran utilidad: para reducir la intensidad del carbono del biometano, optimizar el rendimiento de las instalaciones a todas las escalas, aprovechar el hidrógeno renovable y comercializar nuevos procesos de producción.
Otro punto de interés, según el experto, es la conversión de las plantas de biogás que producen electricidad - Europa cuenta con alrededor de 19.000 - para producir biometano, lo que supondría un gran apoyo al plan REPowerEU y la rápida ampliación de la producción del biometano prevista. Sin embargo, esto no será posible en todos los casos. Las plantas más adecuadas para la conversión deberán tener una capacidad suficientemente grande para justificar la inversión en la conversión a biometano, un suministro sostenible de materia prima y acceso al mercado, por ejemplo, un gasoducto en las proximidades o un transportista de combustible.
La tecnología se posiciona como elemento esencial para hacer avanzar el mercado de biometano, reportando beneficios en términos de apertura de una base más amplia de materias primas adecuadas, mayor eficiencia en la producción del biometano y reducción de costes.
3. Redes de gas
La tercera sugerencia expuesta en el plan para escalar el mercado globalmente es la inyección de biometano en las redes de gas. El biometano tiene una composición prácticamente idéntica a la del gas natural, y por tanto, es totalmente compatible con la red gasista, las instalaciones de almacenamiento y los equipos de los usuarios finales.
La inyección en las redes de gas trae consigo numerosos beneficios, aunque solo podrán aprovecharse si se dan unas condiciones políticas, reglamentarias y técnicas favorables. En primer lugar, permite la conexión entre las zonas de disponibilidad de materias primas -que a menudo suelen ser rurales y dispersas- con los centros de demanda -a menudo urbanos o industriales-. Esto ofrece a los productores acceso a un mercado más amplio de consumidores, diversifica la base de clientes y reduce la dependencia de un único consumidor local, mitigando así riesgos de inversión. Asimismo, se facilitan las economías de escala y se reducen los costes de producción.
La inyección de biometano en las redes de gas permite la conexión entre las zonas de disponibilidad de materias primas y los centros de demanda.
Además, la inyección en las redes de gas ofrece un medio para utilizar el biometano en descarbonización de sectores difíciles de reducir, en consonancia con las necesidades de la transición energética; y por último, permite el acceso al almacenamiento de gas disponible conectado a la red de transporte.
Una recomendación clave en esta materia es introducir certificados GdO (Garantía de Origen), como requisito previo para el seguimiento y equilibrio del biometano inyectado en las redes de gas y posteriormente consumido, lo que facilitará su comercio y crecimiento sostenible en todo el mundo. Además, al permitir un seguimiento transparente de lo que se inyecta y se consume, puede mejorar la percepción pública y permitir a los consumidores tomar decisiones informadas. Pharoah ejemplifica con el caso de Dinamarca, que ya ha logrado inyectar más del 25% de biometano en su red de gas, lo que demuestra el éxito de esta estrategia.
4. Apoyo a la oferta y la demanda
Cabe reseñar, además, que los mercados más dinámicos de biometano son aquellos que se han visto beneficiados por políticas de apoyo a la oferta y/o la demanda.
Los apoyos pueden tomar diversas formas en función del mercado y sector o el país. Ejemplo de esto son las políticas de tarifas de alimentación o primas de alimentación en el sector de la producción o los marcos de subasta competitiva para el sector eléctrico. También, las medidas de reducción del riesgo financiero, los préstamos blandos con condiciones favorables o las garantías de préstamos del sector público, pueden reducir los riesgos de inversión y ayudar a tomar decisiones de inversión definitivas para el desarrollo del biometano.
Puedes facilitar la disponibilidad de materias primas, pero sin un respaldo adecuado para la producción y la demanda, es poco probable que el mercado del biometano florezca.
Para crear demanda, existen diversas palancas que los responsables políticos pueden utilizar. Un primer paso es marcar una dirección mediante un objetivo de alto nivel, y luego alternativamente, se pueden fijar objetivos para un sector. Se sugiere también establecer cuotas obligatorias para proveedores, lo que puede reducir el riesgo de inversión. Además, los regímenes de tarificación del carbono y las políticas basadas en la intensidad del carbono pueden estimular el consumo de biometano.
Por último, para apoyar la utilización de biometano en el sector del transporte, muchos países aplican medidas fiscales, sistemas de certificación e iniciativas para desplegar infraestructuras de repostaje para fomentar el uso de biometano como combustible.
En resumen, la clave está en incorporar mecanismos de apoyo equilibrados con políticas de demanda en un marco político amplio para impulsar el desarrollo sostenible del mercado de biometano a nivel global. Esto es esencial para competir con otros combustibles y lograr un crecimiento significativo en la producción y el consumo de biometano.
5. Regulación
La quinta y última consideración del informe para impulsar el biometano a escala global es la regulación. El biometano abarca diversos campos: residuos, energía, agricultura… y, por lo tanto, se ve afectado por una gran variedad de normativas y aprobaciones requeridas, relacionadas con: emisiones a la atmósfera y el agua, manipulación de residuos, gestión del digestato, salud y seguridad, manipulación y almacenamiento de gas, construcción, materias primas, conexión a la red de gas, etc.
Un esquema regulatorio mal diseñado puede representar un obstáculo significativo para alcanzar los objetivos de producción de biometano.
Obtener estas aprobaciones puede ser un proceso prolongado y este retraso puede representar un obstáculo significativo para alcanzar los objetivos de producción de biometano. “Si bien los marcos reguladores son fundamentales para impulsar la adopción del biometano, el efecto puede terminar siento el contrario si no se agilizan los permisos, se aumentan los recursos y se regulan estos ámbitos para garantizar mejores prácticas”, concluye Pharoah. Por este motivo, se necesita una revisión de los procedimientos para garantizar que no obstaculicen el desarrollo del sector y permitan alcanzar los ambiciosos objetivos de producción de biometano.
Perspectivas europeas de inversión en biometano
Hace un año se anunciaba el objetivo del plan REPowerEU de producir 35 bcm de biometano sostenible para 2030, un reto para el que se estima una inversión necesaria de 83 mil millones de euros, dependiendo del tamaño y la ubicación de las plantas construidas o ampliadas y de los tipos de materia primas sostenible utilizados.
Las primeras perspectivas de inversión en biometano en la Unión Europea, publicadas el pasado mes de junio en un informe elaborado por la Asociación Europea del Biogás (EBA, por sus siglas en inglés) revelan que la inversión está en camino y los esfuerzos van tomando forma. La industria ha invertido un primer tramo por valor de 18.000 millones de euros para garantizar el aumento de la producción de biometano y apoyar tanto la seguridad energética de Europa como a sus ambiciones de mitigación del cambio climático.
Se prevé una inversión de 4.100 millones de euros en los próximos 2 años (2023-2025), 12.400 millones de aquí a 2030 (2026-2030) y se han asignado 1.000 millones de euros adicionales sin un calendario concreto. Las perspectivas de la EBA se actualizarán periódicamente a medida que aumenten las inversiones, explica Mieke Decorte, Directora Técnica y de Proyectos de la Asociación Europea del Biogás.
En este primer análisis, las inversiones previstas se sitúan principalmente en Francia (1.400 millones de euros) e Italia (1.100 millones de euros), gracias a las condiciones favorables establecidas por los Gobiernos de ambos países. Les siguen los Países Bajos (951 millones de euros), España (948 millones de euros), Alemania (658 millones de euros), Suecia (635 millones de euros) y Polonia (429 millones de euros). Otros 5.500 millones de euros están reservados para ser invertidos en la UE, aunque sus destinos concretos aún están abiertos. También 3.300 millones de euros se invertirán fuera de la UE, incluidos el Reino Unido y Ucrania.
La mayor parte de la inversión (16.000 millones de euros) está prevista para plantas totalmente nuevas, mientras que sólo 400 millones de euros se destinan a plantas industriales abandonadas, incluida la conversión de plantas de cogeneración de biogás en instalaciones de producción de biometano. Esto demuestra que aún queda un amplio margen de crecimiento en el subsector de las instalaciones industriales abandonadas.
Los miembros de la EBA, que participaron en la elaboración del informe aspiran a cumplir la Taxonomía de la UE, que habrá de ir en sintonía con los objetivos del REPowerEU para el biometano y dirigirá los flujos de capital hacia el sector. Los inversores destacan la importancia del cumplimiento de la normativa específica de la UE sobre financiación sostenible para impulsar las inversiones verdes y la necesidad de un sistema de comercio transfronterizo armonizado a escala europea.