Un nuevo estudio analiza el efecto de la valorización energética en el consumo de gas
- 835 lecturas
Un nuevo estudio publicado por Zero Waste Europe (ZWE) encuentra que la incineración de residuos es demasiado intrascendente para reducir la dependencia de los países de la Unión Europea (EU27) del gas ruso.
El informe “Incineración: ¿Cuál es el efecto en el consumo de gas?” pone de relieve que la energía generada por la incineración de residuos solo desplaza alrededor del 1,1% del consumo de gas fósil de la UE27. Encargado a Equanimator, este informe refuta las afirmaciones de la industria de gestión de residuos de que la incineración y la coincineración podrían incrementarse para ayudar a reducir la dependencia de la UE del gas fósil.
Al comparar diferentes escenarios para examinar el impacto de la incineración de desechos en el consumo de gas evitado, el estudio encontró que:
- Incluso en el escenario totalmente poco realista en el que toda la energía generada por la incineración de residuos se utiliza para desplazar el gas, toda la energía de todos los residuos incinerados solo desplazaría alrededor del 3,7 % del consumo de gas de la UE.
- En un escenario realista, la incineración de residuos solo desplaza alrededor del 1,1 % del consumo de gas de la UE. Esta no es una generación 'adicional': sus efectos ya están presentes.
- El requerimiento de nuevas instalaciones es limitado. La construcción de nuevas instalaciones también lleva tiempo y, por lo tanto, a menos que ya esté planificada, es poco probable que tenga un impacto en el uso de gas a corto plazo.
- El informe también destaca los problemas con los estudios dirigidos por la industria que asumen condiciones que magnifican artificialmente los beneficios del desplazamiento de combustibles fósiles de la incineración de desechos, comparando la energía generada por los incineradores con las fuentes de energía más intensas en carbono, como el carbón.
Con estos datos, ZWE hace un llamado a las autoridades locales, regionales y nacionales para que prioricen las inversiones que ayuden a descarbonizar la energía y los desechos. El enfoque debe estar en reducir el consumo (y los desechos) y maximizar el reciclaje de materiales al final de su vida útil, incluso mediante el uso de sistemas mixtos de clasificación de residuos.