Un informe subraya la importancia de los certificados de biometano para reducir emisiones
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Un nuevo análisis realizado por S&P Global Commodity Insights, con el respaldo de la EBA, ERGaR, Eurogas y la RNG Coalition, proporciona un aporte valioso al proceso de revisión en curso del Protocolo de GEI. El uso de certificados será fundamental para satisfacer la creciente demanda de biometano sostenible del sector privado, apoyar la economía de nuevas capacidades de producción y, en última instancia, contribuir a los esfuerzos de mitigación del cambio climático.
La EBA, ERGaR, Eurogas y la RNG Coalition contrataron a S&P Global Commodity Insights para revisar los sistemas de certificación y seguimiento de biometano en Europa y EE. UU. El análisis examina el papel de los certificados para productores y consumidores en los principales sectores de demanda, la adicionalidad de la producción de biometano asociada al uso de certificados, y realiza una revisión de los valores históricos de certificados en ambas regiones, destacando los factores clave que influyen en los precios.
El biometano es un motor clave en la reducción de emisiones de GEI, alcanzando reducciones de alrededor de 15 millones de toneladas métricas de CO2e en la UE en 2023 y alrededor de 5 millones de toneladas métricas de CO2e en los EE. UU. El seguimiento del uso del biometano mediante certificados transmite su valor renovable y climático a los consumidores de energía, proporcionando garantías de sostenibilidad y transparencia en el proceso de producción. Esto permite a proveedores de energía y grandes consumidores hacer afirmaciones creíbles sobre sus ofertas comerciales o sus informes de sostenibilidad, mientras buscan reducir sus emisiones de GEI y cumplir objetivos de descarbonización.
A medida que el sector del biometano se expande, los certificados son esenciales para que los productores de biometano puedan depender de ingresos impulsados por el mercado en lugar de esquemas de apoyo gubernamental, y permiten que los proyectos de biometano sean competitivos en costos frente al gas natural convencional y otros combustibles fósiles. La demanda de biometano adquirido a través de certificados proviene de mercados de cumplimiento (por ejemplo, combustibles para transporte por carretera) y, cada vez más, de mercados voluntarios, con empresas líderes europeas y estadounidenses, como las de alimentos y bebidas, productos químicos o transporte marítimo.
En la Unión Europea, el comercio de biometano se rastrea legalmente mediante Garantías de Origen (GOs) y certificaciones de Prueba de Sostenibilidad (PoS), que apoyan el desarrollo de la capacidad de biometano e incentivan el uso de materias primas sostenibles y bajas en carbono. Además, la Base de Datos de la Unión Europea para Biocombustibles (UDB) estará operativa a finales de 2024, facilitando la trazabilidad de certificados balanceados en masa.
La importancia de sistemas sólidos de seguimiento del biometano y de comprender el valor de los certificados de biometano se vuelve evidente al considerar el crecimiento sin precedentes previsto en la producción de biometano hasta 2030. La UE se ha fijado el objetivo de producir 35 bcm/año para 2030.
Una parte significativa de este crecimiento debe provenir del mercado voluntario, donde la orientación del Protocolo de GEI es un elemento esencial, ya que muchas empresas dependen de él como herramienta principal para contabilizar y reportar sus emisiones de GEI. Actualmente, el Protocolo de GEI no proporciona una guía explícita sobre cómo las empresas deben usar certificados para contabilizar los ahorros de emisiones de GEI logrados al adquirir biometano. Los esquemas de certificación de biometano han demostrado ser funcionales para ayudar a expandir la producción de biometano en los mercados de cumplimiento tanto de la UE como de los EE. UU. El informe publicado hoy afirmó que una mayor claridad y alineación en la inclusión del biometano en el Protocolo de GEI facilitará el desarrollo de la producción y el uso sostenible de biometano a nivel global.