Robots inteligentes para limpiar los océanos
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El éxito del proyecto SeaClear, financiado con fondos europeos, en el desarrollo de un sistema robótico autónomo capaz de encontrar y retirar residuos del fondo del océano ha dado lugar a una nueva financiación europea en el marco de un segundo proyecto, SeaClear2.0. El equipo del proyecto SeaClear2.0 que se puso en marcha en enero de 2023, está desarrollando un método holístico para solucionar el problema de los residuos marinos que vaya más allá de la innovación tecnológica a fin de implicar y capacitar a las comunidades en la búsqueda de soluciones contra la contaminación por desechos marinos.
La inmensa mayoría de los residuos de nuestros océanos acaba en el fondo marino, pero utilizar buzos para retirarla resulta caro y pone en peligro vidas humanas. Después de tres años de proyecto y con un año aún por delante, el equipo de SeaClear ya ha conseguido demostrar que los robots son capaces de buscar, identificar y recoger residuos del fondo marino de forma autónoma.
El profesor Bart De Schutter, de la Universidad Tecnológica de Delft (Países Bajos), entidad coordinadora de los proyectos SeaClear y SeaClear2.0 da más detalles en una noticia publicada en el sitio web de la universidad: «En SeaClear1 hemos logrado diseñar dos componentes: un robot de exploración, que no solo es capaz de detectar los residuos, sino también de diferenciarlos de los peces y otras criaturas, y un robot de recogida, que se desplaza hasta el lugar donde se encuentran los residuos y, mediante una pinza, los recoge y los transporta hasta la cesta de recogida».
Un sistema nuevo y mejorado
Basándose en el éxito del primer proyecto, el equipo de SeaClear2.0 desplegará una flota de robots inteligentes que no solo se ocuparán de los residuos superficiales, sino que también podrán alcanzar profundidades mayores que antes y levantar residuos más pesados, como neumáticos y bloques de hormigón. El sistema incluirá drones aéreos, todoterrenos submarinos, naves autónomas de superficie y pinzas robóticas a medida.
Cuando intervienen varios robots, es fundamental una coordinación adecuada. «Hay que asegurarse de que los diversos robots no interfieran entre sí», explica De Schutter. «Como los buques submarinos están conectados por cables al buque nodriza, hay que asegurarse de que no se enreden y, sin embargo, puedan cubrir la totalidad del fondo marino, además de detectar y recoger toda la basura».
El equipo de SeaClear2.0 mejorará la detección del sistema robótico gracias a un sonar de alta resolución, así como de sensores electromagnéticos y de microplásticos. Se desarrollará una pinza inteligente y maniobrable para recoger los residuos más voluminosos y pesados. Para transportar estos residuos se diseñará un nuevo buque auxiliar con cámaras divisorias flexibles para diferentes fracciones de residuos. Un equipo móvil autónomo capaz de operar en zonas confinadas y poco profundas se ocupará de los residuos superficiales.
El sistema se probará en tres demostraciones a escala real y tres pruebas piloto en el Mediterráneo. Además de sus soluciones tecnológicas, el equipo de SeaClear también se centrará en intervenciones sociales. Entre las acciones para empoderar e implicar a los ciudadanos figurarán narraciones geográficas, una aplicación lúdica para informar sobre los residuos, limpiezas, exposiciones, concursos e instalaciones artísticas. El equipo del proyecto también recomendará mejores soluciones de clasificación y reciclado. Además, trabajará con las comunidades locales para colmar las lagunas políticas actuales.