ReCAIB, una plataforma de fabricantes de bolsas de plástico para promover las buenas prácticas
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Pese a que el Real Decreto 293 sobre reducción del consumo de bolsas entró en vigor en 2018, en España se ha trabajado desde hace años en la concienciación y en el consumo responsable. Para ANAIP y su grupo sectorial de bolsas ha sido una de las prioridades de trabajo, no solo con la industria sino también con la administración. Ya en 2008 se pusieron en marcha medidas encaminadas a reducir el consumo de las bolsas de plástico, como la elaboración de una norma UNE para definir los requisitos de una bolsa reutilizable, así como campañas de sensibilización y concienciación basadas en tres mensajes: uso responsable, reutilización y reciclaje al final de la vida útil en el contenedor amarillo.
Este Real Decreto, cuya última medida ha entrado en vigor este año, establece qué bolsas pueden entregarse en los comercios: bolsas con contenido en material reciclado que se desechan en el contenedor amarillo y bolsas biodegradables y compostables de distinto grosor según su uso y que se desechan en el contendor marrón.
Dando un paso más, ANAIP ha puesto en marcha ReCAIB (Responsabilidad y Compromiso Ambiental en la Industria de Bolsas de Plástico), una plataforma formada por empresas fabricantes que velan por el cumplimiento de los requisitos y obligaciones de la norma y se comprometen a no producir ni importar ningún producto que no se encuentre en el ámbito de la legislación. Además, los objetivos de esta plataforma quedan reforzados con la entrada en vigor del Reglamento 2019/1020 relativo a la vigilancia del mercado y a la conformidad de los productos.
“La adhesión a este pacto provocará un efecto positivo en la sociedad y esperamos que mejore la injusta imagen que hoy en día existe en contra de los productos que fabricamos”, explica Pedro Melgarejo, director de organización y estrategia en Eversia y portavoz de ReCAIB.
Desde el sector somos conscientes de la dificultad de controlar de forma efectiva la aplicación de las medidas incluidas en el Real Decreto por parte de la Administración, por lo que los propios fabricantes adheridos se comprometen a apoyar que se implante en todo el comercio. Los firmantes del pacto se convertirán en los mayores embajadores de la sostenibilidad, respetando los requisitos del Real Decreto y protegerán así la buena praxis de la mayoría del sector, denunciando las malas prácticas que tanto dañan la competitividad y la imagen de las bolsas de plástico.
La presentación de la plataforma se lleva a cabo dos días antes de la celebración del día internacional libre de bolsas de plástico, el 3 de julio, precisamente con la intención de difundir información sobre el tipo de bolsas que se ajustan a la ley y de remarcar que las bolsas de plástico tradicional (las que se desechan en el contenedor amarillo y desde la aplicación del Real Decreto se fabrican con distinta cantidad de material reciclado, desde un 50%) no son bolsas de un solo uso, sino que están diseñadas para resistir múltiples usos, según norma UNE 53930-1/2, lo que las convierte en una alternativa asequible, eficiente y más amigable con el medio ambiente que las fabricadas con otros materiales.
De hecho, una bolsa de plástico reutilizable pesa solo 20 gramos, mientras que una de papel pesa 50. El papel necesita mucha más energía para su producción y reciclaje. En cuanto a las bolsas de tela, una de algodón pesa 250 gramos y su producción consume tanta agua, tierra, fertilizantes o pesticidas que habría que reutilizarla al menos 200 veces para que tenga un impacto medioambiental menor que una bolsa de plástico.
Las bolsas biodegradables y compostables, según norma UNE-EN 13432, están diseñadas especialmente para el contacto con alimentos (por ejemplo, las que se utilizan en la sección de frutas y verduras del supermercado) y se suelen desechar tras el uso por razones de higiene, ya que a menudo quedan restos de los alimentos que contienen. Por eso, en términos medioambientales, es más útil que sean de plástico compostable y se tiren en el mismo contenedor que los residuos orgánicos. Estas bolsas deben estar certificadas y se podrán identificar fácilmente a través del punto marrón, mismo color que el contenedor en el que se desechan. Para evitar malos olores al recoger los restos orgánicos, la mejor opción es usar un cubo aireado en lugar de estanco.
Registro de productores
El Real Decreto 293/2018 incluye también la creación de un registro de productores e importadores de bolsas para recopilar información sobre la cantidad de estos productos que se pone en el mercado. Este registro permite recabar información veraz y asegurar que se cumplen los objetivos establecidos en la legislación.
Si las empresas productoras o importadoras no se inscriben en el registro ni proporcionan datos, las autoridades no tendrán la fotografía real de la situación y en el futuro podrían tomar decisiones equivocadas por esta distorsión de la realidad. Por eso, todas las empresas adheridas a ReCAIB han de sumarse también a este registro de productores.
Toda la información sobre ReCAIB y el formulario de adhesión puede consultarse en la página web de la plataforma: www.recaib.es.