El potencial del digestato para fomentar suelos saludables y promover la sostenibilidad agrícola
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La mayor expansión de la producción de biogás en Europa supondrá la generación de cantidades cada vez mayores de digestato. Aprovechar sus importantes ventajas generará beneficios tanto para los agricultores como para las comunidades locales y los productores. La European Biogas Association (EBA) ha lanzado un libro blanco integral que explora el potencial del digestato para fomentar suelos saludables y promover prácticas agrícolas sostenibles en toda Europa. También se llevan a cabo más trabajos a través del proyecto FER-PLAY , evaluando múltiples tipos de fertilizantes alternativos.
Desde reducir la dependencia de costosos fertilizantes sintéticos hasta promover una gestión y restauración eficaces del suelo, el digestato emerge como un actor clave para abordar los desequilibrios minerales en los suelos y facilitar la captura eficiente de carbono. Además, su utilización se alinea con la evolución actual de las políticas de cultivo de carbono de la UE, posicionándola como una piedra angular en la transición de Europa hacia un sector agrícola más ecológico y sostenible.
¿Qué es el digestato?
Durante el proceso de digestión anaeróbica, se produce biogás junto con otra corriente valiosa, llamada digestato. Si bien una parte de la materia orgánica de la materia prima cruda se convierte en biogás durante el proceso, la fracción mineral permanece en gran medida intacta en el digestato. Esto lo convierte en un atractivo fertilizante orgánico-mineral.
Las materias primas para la digestión anaeróbica se componen en gran medida de materia orgánica biodegradable, fracciones orgánicas poco degradables o estables y nutrientes. En primer lugar, alrededor de dos tercios de la materia orgánica biodegradable se convierte en biogás, lo que reduce considerablemente su proporción en el digestato. En segundo lugar, para la fracción orgánica estable, la misma cantidad está presente en el digestato y en la materia prima cruda. Esta fracción orgánica estable es particularmente beneficiosa para los suelos ya que sirve como precursora del material de humus, mejorando así el complejo arcilla-humus de los suelos. En tercer lugar, como el biogás está compuesto de metano y dióxido de carbono, los elementos fertilizantes (N,P,K) se conservan en el digestato. Además, algunos de estos elementos se transforman en el reactor AD en beneficio del crecimiento de las plantas. Por ejemplo, el nitrógeno orgánico del sustrato se mineraliza parcialmente en amonio, una fuente de nitrógeno fácilmente disponible para las plantas.
Marco normativo
Varias legislaciones regulan la producción, aplicación y comercialización de digestato en la Unión Europea. Estas políticas abarcan varios aspectos de la gestión del digestato, incluidos sus procesos de producción, estándares de calidad, tasas de aplicación y consideraciones ambientales. A menudo dependen de los insumos utilizados en el proceso de digestión anaeróbica. Las políticas que rigen el digestato a nivel de la UE incluyen la Directiva marco sobre residuos, el Reglamento sobre subproductos animales, el Reglamento sobre fertilizantes y la Directiva sobre nitratos y la Directiva sobre lodos de depuradora.
El marco para el digestato a nivel nacional es complejo y dista mucho de estar armonizado entre los Estados miembros. Los estados miembros individuales pueden tener sus propias regulaciones y pautas específicas relacionadas con la gestión del digestato para garantizar el cumplimiento de las directivas de la UE y abordar las necesidades ambientales y agrícolas locales. El aspecto crucial con respecto al digestato a escala nacional es contar con una legislación clara que proporcione seguridad jurídica para todo tipo de productos y requisitos que puedan ser fácilmente operacionalizados, evitando así la burocracia. Además, proporcionar un criterio de fin de residuo para el digestato a nivel nacional tendrá un impacto positivo en la percepción pública del digestato. Mientras el digestato se clasifique como residuo, su valor disminuye, lo que dificulta su aceptación y utilización más amplias.
Persisten barreras regulatorias que limitan la aplicación del digestato. Por ejemplo, según la Directiva sobre nitratos, el digestato del estiércol sólo puede aplicarse por debajo de 170 kg de nitrógeno por hectárea al año, mientras que los fertilizantes sintéticos pueden utilizarse por encima de este límite para alcanzar las necesidades de nitrógeno de cada cultivo específico. La falta de estatus de fertilizante o producto para el digestato en la legislación nacional es otro obstáculo importante, ya que conduce a un uso restringido del digestato o al menos a una depreciación de su valor.
Impacto positivo en el medio ambiente, el clima y la salud del suelo
El digestato tiene el potencial de impulsar el sector agrícola europeo hacia prácticas regenerativas y ofrece una alternativa atractiva y sostenible a los fertilizantes sintéticos de uso común. La incorporación del digestato o sus derivados en las prácticas agronómicas de la UE contribuye al logro de los objetivos estratégicos de eficiencia de los recursos, economía circular y gestión ambiental general. La utilización de digestato permite una reducción en el uso de fertilizantes sintéticos según lo estipulado por la estrategia De la granja a la mesa, promueve la gestión y restauración efectiva del suelo, aborda los desequilibrios minerales y aborda la deficiencia de materia orgánica en los suelos como lo describe la Estrategia de suelos de la UE. Además, facilita la captura eficiente de carbono, alineándose con la evolución actual de las políticas de cultivo de carbono de la UE.
Autores: Lucile Sever, Policy Officer y Mieke Decorte, Technical Director. European Biogas Association