Los planes de control de vertidos de Hidraqua logran reducir hasta un 80% los niveles de contaminación
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Hidraqua es una empresa del sector del agua y el medio ambiente que desarrolla su actividad en 74 municipios de la Comunidad Valenciana. Su labor siempre ha ido encaminada a garantizar un servicio de calidad a los más de dos millones de usuarios que abastece, ofreciendo un agua que supera con creces la normativa sanitaria y poniendo en marcha las últimas tecnologías que permitan satisfacer una necesidad básica sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones.Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, cabe resaltar la labor de esta compañía que lleva años apostando por el desarrollo sostenible y como consecuencia de esta apuesta por la economía circular, abandonando así el sistema lineal de nuestra economía y optando por la optimización, eficiencia y aprovechamiento de los recursos disponibles.
Estos conceptos convergen en la necesidad de ofrecer soluciones tecnológicas como la sectorización, el telemando, la información geográfica, el control de redes para la detección de fugas, la telelectura de contadores, así como las contantes reparaciones y mantenimientos de la red a través de medios respetuosos con el medio ambiente como el Ice Pigging. Entre estos sistemas mencionados, se encuentra la sectorización un método de gestión de la demanda que permite optimizar el mantenimiento y facilitar la localización de posibles averías. De esta forma, cuando se produce alguna avería, ésta no afecta a toda la red, sino que simplemente se ve afectado el sector en el que se encuentra la incidencia. Además, adecúa el caudal al consumo requerido en cada zona, evitando así pérdidas innecesarias en la red. Este, y otros sistemas de gestión de redes han permitido a Hidraqua conseguir un rendimiento medio del 85%, alcanzando en algunos municipios un rendimiento en la red de hasta el 95%, un valor sumamente representativo a nivel nacional incluso europeo.
Otro dato que cabe resaltar en relación a la gestión eficiente de Hidraqua, son los 25 millones de metros cúbicos de agua depurada que cada año la compañía reutiliza para diferentes usos como el baldeo de calles, riego de parques y jardines, agricultura y la gestión de espacios naturales como el Clot de Galvany en Elche.
Este hecho, además de suponer un ahorro económico, energético y ambiental, ha permitido en algunos municipios como Alicante triplicar en los últimos diez años la superficie dedicada a parques y áreas medioambientales. De los 3,5 metros cuadrados de zonas verdes por habitante que había en 2002 se ha pasado actualmente a los 10 metros cuadrados.
En lo que respecta al impacto económico para el ciudadano, la tarifa del agua reutilizada es un quinto de la del agua potable, es decir 0,32 euros el metro cúbico en Alicante. De esta forma, se ha buscado promover el aprovechamiento del recurso alternativo frente al consumo de agua potable para cubrir estas necesidades.
Hay que tener en cuenta, que para que esta reutilización sea efectiva, se necesita llevar a cabo una depuración eficaz, apoyada por un buen control de los vertidos industriales junto con la colaboración de las empresas que se han implicado en reducir la carga contaminante de sus vertidos. En este sentido, los planes de vertidos de Hidraqua que se llevan desarrollando desde el año 2000 han logrado reducciones espectaculares en los niveles de contaminación, consiguiendo una mayor eficiencia en la depuración de aguas residuales.
En el caso de Elche y Orihuela, se mide la contaminación con el índice DQO (Demanda Química de Oxígeno), que expresa la capacidad de oxidación del agua en función de los elementos químicos presentes. Por debajo de los 1.000 miligramos de oxígeno diatómico por litro se considera que las aguas residuales son similares a las urbanas.
En el caso de Elche, la tercera ciudad más poblada de la Comunidad Valenciana, Aigües d’Elx puso en marcha un plan de control de vertidos en 2009, cuando había un índice de 1.850 miligramos por litro y hoy está en torno a los 950. En Orihuela, con un plan de control implantado en 2005, Hidraqua ha pasado de mediciones superiores a los 900 miligramos por litro a 713 en 2014.
Otro ejemplo representativo podemos encontrar en Valencia, donde se utiliza un índice de contaminación de las aguas residuales que incluye diversos parámetros. El que se considera normal en las zonas urbanas es de 1,20 hacia abajo. En el caso de Aigües de Paterna, en cuya zona está el polígono industrial de Fuente del Jarro, en el 2000 el índice contaminante de las aguas residuales era de 9,56 y ha pasado a 1,56 en 2013. En este municipio el ahorro económico en los procesos de depuración está cuantificado en unos 250.000 euros al año.
En Torrent, que tiene en su término municipal el polígono industrial de Mas de Jutge, Aigües de l’Horta puso en marcha el plan de vertidos en 2006, año en que se registró un índice contaminante del 3,80. Siete años después, es de 1,01. Otro caso importante es el de Aldaia, donde hay seis polígonos industriales, que ha descendido del 3 en 2009 hasta el 1,70 en 2014, tras la puesta en marcha del plan de control de vertidos por Aigües de l’Horta.
Sin embargo en los últimos años Hidraqua ha apostado por ir más allá de la reducción del impacto ambiental y ha trabajado para contribuir en la mejora de vida de la población a la que presta servicio. Esta apuesta implica aprovechar al máximo todos los recursos disponibles, y no únicamente en lo que respecta al agua. Un claro ejemplo de esta gestión es el empleo de lodos de la depuradora para la el desarrollo de un compost que favorece la correcta implantación y desarrollo temprano de las especies forestales y arbustivas en ambientes mediterráneos. La elaboración del mismo, es el resultado de un acuerdo de colaboración entre la Universidad Miguel Hernández, Hidraqua y dos empresas en la que ésta tiene participación, Aigües d’Elx y Agamed. Además, recientemente se ha incluido en la elaboración de este compost otro residuo producido en gran cantidad por las ciudades y cuya eliminación suponía un inconveniente para las mismas, los restos de poda. Este compost ya ha sido empleado en numerosas ocasiones por las compañías suministradoras de agua en campañas de repoblación como la que se celebra anualmente en las Lagunas de la Mata y Torrevieja o la que se organizó en el Clot de Galvany en la que Aigües d’Elx se comprometió a plantar un árbol por cada cliente que solicitara la factura online.
Esta gestión es fundamental para la garantía del recurso a largo plazo, en un paradigma actual que pasa por un creciente agotamiento de los recursos naturales.