El mercado global del papel recuperado a examen: repaso a 2019
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Por Manuel Domínguez, director general de Repacar
Cerrar el año con ocho millones de toneladas de excedente en las plantas europeas, es cifra suficiente para afirmar que, 2019, ha dejado al sector de la recuperación y el reciclado de papel y cartón al borde del colapso. Una crisis sin precedentes que tiene nombre propio: China.
Las restricciones iniciadas en 2017 por el gigante asiático a las exportaciones de material europeo, han tenido como resultado directo una pérdida del valor del material que ronda el 80%, que, unida a la falta de demanda, ha hecho que millones de toneladas de material se acumulen en nuestras plantas. Pero, ¿qué podemos hacer al respecto?
Compromiso con la calidad
Calidad. Una palabra en esencia sencilla, pero de aplicación compleja. Sí; necesitamos poner en valor los servicios que prestamos como gestores de residuos y necesitamos producir una calidad que esté a la altura de un mercado exigente y repleto de restricciones. Pero, para conseguirlo, necesitamos una mayor inversión y una regulación que impulse al sector, haciendo a nuestras empresas más competitivas con la disminución de las cargas burocráticas y administrativas.
Búsqueda de mercados alternativos
Europa necesita exportar. Millones de toneladas de materia prima secundaria lista para ser consumida queda almacenada, con todos los riesgos que esto supone para las plantas, como los incendios, sin que, prácticamente, podamos hacer nada. Con las exportaciones a China casi descartadas - todo apunta a que en 2021 ya no se podrá exportar material recuperado-, la búsqueda de mercados alternativos es fundamental, para la supervivencia de las empresas del sector.
Y así lo hemos hecho, dirigiendo el foco a otros países periféricos como Indonesia, Vietnam o Malasia. Pero lo que en principio parecía ser una alternativa viable, ya no lo es tanto. Estos países han seguido el ejemplo de China poniendo cada vez más restricciones a la entrada de nuestro material, por lo que la solución tampoco vamos a encontrarla ahí.
Entonces, ¿cómo podemos dar salida a todo nuestro material y hacer frente a tantas restricciones? Apostando por la innovación. El propio sector busca alternativas y, por ejemplo, cada vez encontramos más proyectos que transforman el papel recuperado en pulpa de fibra de celulosa, cuya exportación no está sujeta a limitaciones, y que puede ser otra vía competitiva para estabilizar la oferta y la demanda global. Y como no, apostando por la calidad.
Un marco normativo eficiente y eficaz
Para este año se prevén cambios legislativos importantes como el Anteproyecto de Ley de residuos y suelos contaminados, la revisión del Real Decreto del traslado de residuos, el Real Decreto de vertederos, y la esperada Orden Ministerial de fin de condición de residuo para el papel recuperado. Una propuesta normativa que, en REPACAR, consideramos que sería necesario implementar con procedimientos y ajustes que faciliten su aplicación y supongan un alivio real a nuestras cargas administrativas.
Confiar en la fortaleza de un sector clave para la economía europea
Nos gustaría decir que 2020 será mejor que el periodo que dejamos atrás, pero, a estas alturas, nadie puede afirmar qué sucederá. Y aunque sabemos que no será un año fácil, en REPACAR confiamos en que la obtención del Fin de la condición de Residuo para el papel recuperado, unido al establecimiento de unas competencias claras de gestión y a la unificación de criterios entre las administraciones, podrían suponer un impulso para el sector.
También hay que recordar que los mercados son cíclicos. Nada es permanente y esta crisis, al igual que lo han hecho otras, también pasará. Hasta entonces, tenemos que mantener la confianza y seguir luchando por dignificar y poner en valor un sector clave para la economía europea, como es el nuestro.
Artículo publicado en el número 219 Noviembre/Diciembre 2019