La garantía del suministro desvinculada de la pluviometría en Cataluña
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La cuenca Mediterránea está condicionada por un clima con una marcada dualidad: largos periodos de sequía, como el que estamos viviendo en la actualidad y que encadena 3 años de lluvias por debajo de la media, con episodios de lluvias torrenciales. Esto provoca que la gestión del agua deba ser equilibrada, optimizando al máximo los recursos disponibles, pero al mismo tiempo que se disponga de capacidad para atenuar los episodios de lluvias torrenciales que se puedan producir en nuestro territorio. Esta dualidad se está extremando con los efectos del cambio climático, haciendo que las sequías sean más largas y que los episodios de tormentas sean más destructivos.
En situaciones de normalidad, el 80% de la demanda en las cuencas internas se garantiza con el agua de los embalses. Esto provoca que haya una dependencia casi exclusiva de las lluvias, algo que condiciona la garantía del agua, tanto para el uso doméstico, las actividades económicas y los usos ambientales.
Por esta razón, el Govern de Cataluña se ha fijado como objetivo incrementar la disponibilidad de agua con recursos adicionales para desvincular la garantía de agua de la pluviometría y que no dependan de la climatología. Nuestro objetivo es avanzar hacia la autosuficiencia y dotar a nuestro país de un sistema más robusto, eficiente y resiliente ante los efectos adversos del cambio climático y los fenómenos climatológica extremos.
Para ello, se prevé conseguir, en un periodo de 5 años y con unas inversiones que superan los 2.000 millones de euros, que el 70% de la demanda se pueda satisfacer con nuevos recursos hídricos.
La nueva estrategia del agua del Govern se centra en incrementar la disponibilidad de agua desalinizada, consolidar la regeneración y un mejor aprovechamiento de la cuenca del río Besòs, además de medidas para mejorar la eficiencia de las redes y la gestión de la demanda.
La importancia de la diversificación
La gestión del agua debe pivotar con el despliegue de un conjunto de medidas que sirvan para incrementar la garantía, asegurar el desarrollo socioaconómico y mantener el buen estado de las masas de agua. Es por eso, que, desde finales del mes de agosto, el Govern catalán aprobó un Acuerdo de Gobierno en el que se fijaba la nuestra estrategia hídrica, con el objetivo de desvincular la disponibilidad de agua de la pluviometría, siendo más resilientes de manera estructural.
Esta nueva estrategia se centra en buscar todas las soluciones posibles para ir incrementando los recursos hídricos en las zonas con un mayor riesgo. El primer objetivo que nos hemos marcado es incrementar entre 2024 y 2025 los recursos adicionales en ámbitos como el sistema Ter Llobregat, la Muga (Alt Empordà) y en las comarcas de Tarragona. En este lapso, conseguiremos disponer de 31 hm3 a través de la ampliación de la potabilizadora del Besòs Trinitat, la incorporación del agua procedente de la riera de Rubí al río Llobregat, la recuperación de pozos en el entorno metropolitano y la aportación de agua regenerada desde la depuradora de Gavà hasta el río Llobregat.
En el ámbito del norte de Cataluña, concretamente en la comarca del Alt Empordà, ya se han iniciado las pruebas para aportar agua regenerada en el río la Muga para incrementar la disponibilidad de agua y en los próximos meses se pondrán en servicio 12 desalinizadoras móviles y nuevos pozos para paliar el déficit del agua.
Todas estas actuaciones supondrán una inversión cercana a los 100 millones de euros y nos permitirán que se pueda retrasar al máximo la posible entrada en escenarios que impliquen una mayor restricción en algunos usos.
Finalmente, en el ámbito de las comarcas del Priorat y el Baix Camp, en la provincia de Tarragona, se prevén actuaciones centradas en incrementar la disponibilidad de agua para el riego y también para mejorar la disponibilidad de agua. En este ámbito, la Generalitat aprobó el 25 de septiembre una serie de medidas urgentes para paliar la sequía en estas comarcas, con ayudas director al sector primario y el avance de actuaciones como la aportación de agua del Ebro al embalse de Guiamets o la conexión del Garrigues Sud con la zona del Montsant.
Se prevé conseguir, en un periodo de 5 años y con unas inversiones que superan los 2.000 millones de euros, que el 70% de la demanda se pueda satisfacer con nuevos recursos hídricos.
Incremento del 50% del recurso en el sistema Ter Llobregat
La nueva estrategia del agua del Govern se centra en incrementar la disponibilidad de agua desalinizada, consolidar la regeneración y un mejor aprovechamiento de la cuenca del río Besòs, además de medidas para mejorar la eficiencia de las redes y la gestión de la demanda.
Después de abordar las medidas más urgentes e inmediatas, entre 2027 y 2028 dispondremos de la activación de mayores recursos que nos permitirán disponer de un ciclo del agua más equilibrado. Muchas de las actuaciones previstas en este periodo se centrarán en el ámbito de la potabilización. Se prevé, en 2027, que ATL acabe las obras de la potabilizadora de Montcada, que prevé aprovechar los recursos subterráneos de la cuenca del Besòs. Además de la puesta en marcha de esta nueva infraestructura, ATL prevé activar mejoras en plantas potabilizadoras que están en servicio, como la del Ter, en Cardedeu, y la del Llobregat en Abrera. Ambas plantas, con una inversión conjunta de 230 millones de euros, modernizarán sus instalaciones y mejorarán el tratamiento del agua.
Será, sin embargo, en 2029 cuando se dé un salto adelante en el incremento de disponibilidad, con la puesta en servicio de dos nuevas plantas desalinizadoras (Tordera 2 y Foix), que provocarán que la capacidad de desalinizar pase de los 80 hm3 hasta los 170 hm3. De este modo, a finales de 2029 se prevé que dispongamos de hasta 280 hm3 de nueva agua, lo que supone incrementar en un 50% los recursos hídricos en el sistema Ter Llobregat.
La gestión del agua debe pivotar con el despliegue de un conjunto de medidas que sirvan para incrementar la garantía, asegurar el desarrollo socioaconómico y mantener el buen estado de las masas de agua.
En otras zonas de Cataluña donde se requieren medidas para disponer de más recurso, se prevén actuaciones como la desalinizadora de la Costa Brava norte, que estará en servicio en 2032 y que aportará hasta 15 hm3 de agua. Esta infraestructura permitirá reducir la dependencia del embalse de Darnius Boadella, que en los últimos años se ha situado con un nivel bajo de reservas.
Este incremento de recurso, sin embargo, debe ir acompañado de un modelo de gestión equilibrado y flexible, con medidas que también contribuyan a preservar la calidad del agua, ya que sin calidad no tendremos cantidad. Por esta razón, seguiremos implantando la mejora del saneamiento de las aguas residuales (con la modernización de depuradoras en servicio y la construcción de nuevas plantas en núcleos con escasa población) y el buen estado del medio hídrico mediante la implantación de los caudales ecológicos y las medidas de restauración de tramos fluviales. No debemos olvidar que la otra cara de las sequías son las lluvias torrenciales. Es por esta razón, que la Generalitat destinará en los próximos 4 años más de 127 millones de euros en medidas para adecuar los cauces de los ríos y actuaciones de defensa frente a inundaciones. La gestión del agua es equilibrio y en esto estamos profundamente comprometidos desde el Govern de Cataluña.