La AEMA evalúa alternativas seguras y sostenibles para reducir el uso de PFAS en textiles
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Reducir el uso de PFAS, conocidos como sustancias químicas permanentes, en prendas de vestir, muebles y otros productos textiles es importante para aumentar la reciclabilidad y la transición hacia una economía más circular, según un nuevo informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
Los productos textiles son una de las mayores fuentes de contaminación por PFAS en Europa. Las sustancias polifluoradas alquílicas (PFAS), un grupo de sustancias químicas muy persistentes, se utilizan ampliamente en muchos productos textiles, como ropa, alfombras y otros artículos del hogar, para impermeabilizar, proteger contra el aceite, la suciedad y el calor y aumentar su durabilidad.
Sin embargo, también persisten en el tiempo y pueden acumularse en los seres humanos , los animales y el medio ambiente, aumentando el riesgo de graves consecuencias para la salud y el medio ambiente.
El informe de la AEMA ofrece una visión general de cómo el proceso en curso para restringir el uso de PFAS en la UE podría afectar a la posibilidad de reutilizar y reciclar los textiles usados. Se basa en un informe más amplio encargado por la AEMA y complementa el trabajo realizado por otras agencias de la UE, incluida la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA).
La información disponible sugiere que existen alternativas para sustituir los PFAS en la mayoría de las diferentes categorías de textiles. Sin embargo, para algunas categorías de textiles, faltan alternativas o no hay pruebas concluyentes para evaluar su viabilidad técnica y económica. Entre ellas se incluyen, por ejemplo, algunos tipos de equipos de protección personal para bomberos.
El uso de PFAS en textiles supone una barrera para el uso a largo plazo, la reutilización, el reciclaje y otros esfuerzos de economía circular para evitar que los textiles terminen en vertederos o incinerados en Europa o en el extranjero.
Además de adoptar alternativas sostenibles en los nuevos textiles, es necesario identificar y separar los PFAS al final de su vida útil en el caso de los textiles que ya se utilizan, pero esto rara vez se hace en la práctica, señala el informe de la AEMA. La mayoría de los residuos textiles de la UE se incineran actualmente, pero no se sabe con certeza si esto elimina adecuadamente los PFAS.
Es necesario desarrollar la capacidad para acabar adecuadamente con los PFAS a gran escala en la UE, al tiempo que se debe evitar en Europa y en otros lugares la gestión no regulada de residuos, que da lugar a vertederos incontrolados y a quemas a cielo abierto.