La ACA ejecutará un seguimiento de la cuenca del Besòs para restituir la calidad del agua
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La Agencia Catalana del Agua (ACA), en coordinación con el Consorcio Besòs Tordera (CBT), los Agentes Rurales y el cuerpo de Bomberos de la Generalitat, ha llevado a cabo diferentes actuaciones a raíz del incendio del viernes en Polinyà, en varias naves industriales de una misma empresa encargada del almacenamiento y distribución de productos químicos, que no son vertidos a la red de alcantarillado. En los próximos días, la Agencia dispondrá de los resultados de los controles efectuados (un total de 4 muestreos en 3 días) y aplicará un Programa de seguimiento específico para analizar la evolución de la calidad y ver el posible impacto del vertido en cuanto a la calidad del agua y en la vida de los peces y macroinvertebrados. Paralelamente, la ACA ha iniciado un expediente informativo en la empresa para valorar, en su caso, posibles acciones para determinar alguna responsabilidad de carácter ambiental.
Desde el inicio de las labores de inspección, el agua empleada en la extinción del incendio iba a parar tanto a la red de alcantarillado como en un depósito de retención de agua de la propia empresa. A raíz de la cantidad de agua empleada en las tareas de extinción, además de despejar el depósito con siete camiones cisterna para poder retener el máximo de agua posible, se utilizó otro de una empresa vecina para evitar la llegada de agua al medio. Una parte del recurso, sin embargo, se evacuó por la red de pluviales, quedando encharcada en un punto de la riera de Polinyà (que bajaba seca), y sin que el agua llegara río abajo.
Inicialmente se contempló la posibilidad de habilitar una mota en Polinyà, con el objetivo de retener el agua y extraer el agua en camiones, pero se descartó esta posibilidad al comprobar que cerca de la zona donde quedaba el agua retenida estaba el colector de aguas residuales en alta. Esto supuso que se hiciera una conexión temporal para aportar el agua al colector, el cual de hígado estaba recogiendo todos los productos derivados del siniestro a través de la red de alcantarillado, y que ésta llegara a la depuradora.
Afectaciones en la depuradora de la Llagosta
Toda el agua resultante del incendio llegó a la depuradora de La Llagosta. La planta, que dispone de un depósito de retención, interceptó 9.000 m3 del vertido, evitando así su llegada directa al río Besòs. Aunque la planta no ha visto interrumpida su actividad en ningún momento, sí ha afectado a su normal funcionamiento, por lo que se ha alterado la calidad del agua depurada entregada al río Besòs. La entrada de una parte del vertido en el reactor biológico, con una elevada carga de componentes químicos y contaminantes -para los que no están diseñadas este tipo de instalaciones-, ha inhibido la actividad biológica de depuración. Actualmente, técnicos y responsables del Consorcio Besòs Tordera están realizando las actuaciones correctivas pertinentes dirigidas a restablecer su normal funcionamiento. Ya durante el domingo, el tratamiento de la depuradora empezó a recuperar su normalidad y en los próximos días se prevé que su tratamiento sea totalmente operativo.
Según informa el Consorcio Besòs Tordera, aunque desde el sábado se han venido realizando acciones para restituir el funcionamiento del reactor biológico afectado, puede requerir unos 10-15 días para recuperar el normal funcionamiento del sistema biológico (hasta que las bacterias que procesan el agua residual urbana vuelvan a crecer y funcionar con normalidad), por lo que el agua que sale de la planta todavía no puede cumplir los parámetros de calidad del vertido.
En este sentido se ha informado a los ayuntamientos aguas abajo para que tomen las medidas que consideren oportunas hasta que la depuradora pueda volver a funcionar con normalidad.
La ACA y el CBT tienen suscrito un convenio para digitalizar los sistemas de saneamiento y crear gemelos digitales para mejorar la gestión del saneamiento en la cuenca del Besòs y prevé financiar actuaciones de mejora en la cuenca del río a través de los fondos PERTE. Paralelamente, desde principios de julio que están a información pública los municipios que deben elaborar planes integrales de gestión de los sistemas de saneamiento (PIGSS), con el objetivo de definir la localización del vertido, sus características cualitativas y cuantitativas, con indicación de la posible presencia de sustancias peligrosas, la calidad ambiental del medio receptor, las instalaciones de depuración, entre otras. En total, deben elaborar estos planes un total de 80 municipios (7 de menos de 10.000 habitantes, 40 de entre 10.000 y 50.000 habitantes y 33 de más de 50.000 habitantes).
Asimismo, se está en coordinación con los operadores del abastecimiento de agua municipal, como con Aigües de Barcelona, que ha cerrado la captación de agua del acuífero hasta que se pueda constatar la no afectación a la calidad de el agua que captan en profundidad para tratar a la potabilizadora que gestionan en el tramo final del Besòs.
Primeros resultados
A la espera de los resultados de las muestras tomadas el viernes y el sábado por los inspectores de la ACA para detectar qué contaminantes afectaron al río, el sensor en continuo de que dispone la Agencia Catalana del Agua en el río Besòs detectaron un incremento significativo del amonio que llegó al medio (25 mg/L) ayer domingo a las 22h., ya partir de ahí ha iniciado el bajón. La madrugada del viernes ya detectó las primeras subidas por encima de 5 mg/L, cuando los valores que registra habitualmente están por debajo de < 1 mg/L de amonio. Ante esta situación, se recomienda que las zonas de baño cercanas se mantengan con bandera roja entre 24 y 48 horas más, hasta que los niveles de amonio recuperen la normalidad.
La presencia de amonio en concentraciones a partir de 1 mg/L ya puede afectar directamente a la vida piscícola.
Evolución de las concentraciones de amonio en el tramo final del río Besòs, entre el 15 y el 22 de julio.
También se han detectado otras alteraciones en los siguientes parámetros en el punto cercano al incidente y que se tomaron el mismo viernes.
Conductividad: Se han detectado 11.606 µS/cm en el vertido, cuando en valor de referencia son 1.000 µS/cm.
pH: Se han detectado 4,9 en el vertido (cuando los valores normales son entre 6 y 9).
Cloruros: Se han detectado 5.139 mg/L en el vertido /(valores normales hasta 200 mg/L.
La Agencia Catalana del Agua ha establecido un programa de monitorización y toma de muestras para realizar el seguimiento y evaluación del impacto sobre el medio los ecosistemas asociados en diversos tramos del río Besòs.
Recogida de peces muertos
La alteración de la calidad del agua provocó la muerte de varios cientos de peces entre el viernes y el sábado. Tanto desde el Consorcio Besòs Tordera como de diferentes Asociaciones de Defensa Forestal (ADF) de la zona, se llevó entre el sábado y el domingo la retirada de los peces muertos. Se han retirado cerca de un millar de ejemplares.
Como medida de precaución, se propuso al Ayuntamiento de Sant Adrià del Besòs que se izara la bandera roja en la playa del Fòrumfins que se tenga constancia del producto vertido y de que la calidad del agua es apta para el baño. Ante esta situación, se recomienda que las zonas de baño cercanas se mantengan con bandera roja entre 24 y 48 horas más, hasta que los niveles de amonio recuperen la normalidad.
Plan de seguimiento específico
Para realizar seguimiento del estado del río Besòs, se ha definido un plan para evaluar la calidad a través de 8 puntos de control:
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3 puntos de control de aguas superficiales Besòs (1 de referencia “antes EDAR Llagosta” + 2 de control episodio “después EDAR Llagosta y Sta. Coloma”)
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5 puntos de control en aguas subterráneas (3 en la Cubeta de la Llagosta + 2 en el bajo Besós, coincidiendo con nuevos pozos potabilización)
Se realizarán un total de 3 muestreos durante las tres próximas semanas en estos ocho puntos de control, con el objetivo de analizar las aguas superficiales y subterráneas y detectar la presencia de BTEX (benceno, tolueno, etilbenceno y chileno), disolventes, nutrientes , metales y PFAS (agentes químicos) u organofosforados (dependiendo de los retardantes de llamas usados). En aguas superficiales se realizará seguimiento de macroinvertebrados, diatomeas y peces a través de dos muestreos entre julio y agosto.