La ISO 16075 sobre reutilización de agua para riego, a exámen
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Hace poco más de un año que se publicó la nueva ISO 16075, Guidelines for treated wastewater use for irrigation projects, que sirve como herramienta para la reutilización de las aguas residuales tratadas para finalidades de riego de forma segura y eficaz.
El objetivo de esta guía es proporcionar especificaciones para todos los elementos de un proyecto de utilización de aguas residuales tratadas en el riego, incluyendo el diseño, los materiales, la construcción y el rendimiento, para los siguientes usos:
• Riego de cultivos agrícolas con y sin restricciones,
• Riego de jardines públicos y privados y zonas de paisaje,
• Riego de jardines privados individuales.
La guía ISO 16075 incluye tres partes:
ISO 16075-1 la base de un proyecto de reutilización para el riego.
ISO 16075-2 desarrollo del proyecto.
ISO 16075-3 componentes de un proyecto de reutilización para el riego.
Así mismo, se está preparando una cuarta parte, dedicada a monitoreo.
Esta herramienta se hace, por tanto, objeto de estudio con gran minuciosidad, sometiéndola a la evaluación de expertos relacionados con la temática. En este sentido, el pasado día 11 de Mayo en la ciudad de Barcelona se reunieron representantes de instituciones, como el MAGRAMA, Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, Dirección General del Agua, Agencia Catalana del Agua, CEDEX, AEAS, Diputación de Barcelona, ESAMUR o CENTA, entre otros. Bajo la batuta de ADECAGUA y del Instituto de Recursos del Agua-Univ. Barcelona, contó con la presencia del Presidente del Comité 282/SC1 ISO/TC para la reutilización de aguas residuales tratadas para el riego, el Dr. Jorge Tarchitzky.
“La calidad del agua subterránea está disminuyendo y los cauces, ríos, mares, suelos y plantas están contaminados con aguas residuales o afectados por un tratamiento inadecuado de las mismas. Las aguas residuales debidamente tratadas constituyen un recurso adicional para el riego agrícola, permitiendo disminuir las detracciones de agua dulce realizadas para dicha actividad. Así mismo, constituyen un recurso a considerar en la recuperación de suelos, la mejora del crecimiento agrícola y la reducción de los costes de fertilización. “El uso ambientalmente beneficioso del agua residual tratada puede también evitar el deterioro ecológico de las fuentes de agua” recoge el propio Jorge Tarchitzky durante su intervención en el acto de presentación de la norma.
Tras las intervenciones sobre la seguridad sanitaria y consideraciones sobre el riego agrícola, se debatió, además de otros aspectos, si la nueva ISO representa un impulso a la Economía Circular que se está potenciando desde la Unión Europea; la Dra. Isabel Martín (miembro participante en la revisión de dicha norma) de la Fundación CENTA y el Dr. Tarchitzky pudieron dialogar y resolver dudas y matizaciones de los expertos asistentes.
Sin duda, esta nueva norma ha de ayudar a los principales actores en el regadío a maximizar los beneficios y minimizar los posibles riesgos asociados con los sistemas de riego agrícola.