Genia Bioenergy y AXPO Spain exponen el panorama español del biometano
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Luis Alberto Sebastián, director Técnico y de Producción de Genia Bioenergy y Jacobo Canseco, director de Gren energy en AXPO Spain, dos de las compañías más activas en promover plantas de generación de biometano a partir de residuos orgánicos, evidencian en esta conversación la diferente percepción que se tiene del biometano como energía renovable en Europa y en España.
Para Canseco, mientras en Europa se entiende su valor como vector descarbonizador, en España todavía no se ha entendido porque es difícil explicar que el CO2 que se emite al quemarlo se está compensando con el que se ha dejado de emitir en granjas, vertederos o depuradoras. El biometano contribuye a solucionar otros problemas medioambientales, además deveitar quemar gas de origen fósil, como es la contaminación de suelos o la gestión de los residuos.
Destacan que en un futuro próximo no será necesario estar buscando al cliente final del biometano, sino que acabará habiendo un mercado desarrollado
Canseco admite que el problema ha sido de la industria del biometano que no ha sabido transmitir ese mensaje. Esto explica en parte que las administraciones locales apuesten más por la movilidad eléctrica que por la movilidad a gas, cuando deberían ser complementarias.
Sebastián destaca que hoy se se habla más de hidrógeno, que es una excelente opción de futuro, que de biometano, que es una excelente opción de presente, tanto para su generación, como para su uso, ya que no requiere cambiar la tecnología de los usuarios y cuenta con una demanda ya existente.
Impulso al cambio
No obstante, ambos expertos detectan un cambio tanto en las empresas como en las administraciones, especialmente a partir de la guerra de Ucrania que ha puesto en evidencia la necesidad de pensar en la autosuficiencia energética. El biometano producido en España no llegará a cubrir el 100% de las necesidades, destacan, pero sí un porcentaje considerable.
Este cambio de actitud se ha puesto de manifiesto en las hojas de ruta que Gobierno y autonomías han desplegado, hojas de ruta que a Canseco le parece que podrían haber sido más ambiciosas y a que ahora hay muchas más empresas y administraciones interesadas en el biometano.
Ambos finalizan esta conversación en la confianza de que ya estamos en un momento de materialización de numerosos proyectos para el desarrollo de esta energía renovable y de que, en un futuro próximo, no será necesario estar buscando al cliente final del biometano, sino que acabará existiendo un mercado desarrollado que hará mucho más rápido el despliegue de este gas renovable.