La falta de materias primas plásticas pone en peligro la cadena de suministro del sector
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El suministro de productos esenciales plásticos, como envases para alimentos o productos de higiene, puede verse en peligro por la situación de escasez de materias primas que se está viviendo en el sector de los fabricantes desde finales de 2020, producida por un aumento alarmante de declaraciones de fuerza mayor por parte de los fabricantes de materias primas. Una situación que está provocando subidas de precio de los polímeros sin precedentes –el 30 por ciento de las empresas está sufriendo ya subidas de más del 60 por ciento– y que ya está empezando a provocar caídas en la producción.
De hecho, para este mes de marzo el 45 por ciento de las empresas del sector de la transformación de plásticos espera que su producción pueda descender hasta el 39 por ciento, tal como se desprende de la encuesta que hemos elaborado en ANAIP entre nuestros asociados para monitorizar la evolución de esta crisis en el sector de transformación de plásticos a nivel nacional.
“Hasta ahora gran parte de las empresas sigue consumiendo su stock, pero lo que más preocupa a la industria es que la situación se alargue y que acceder a las materias primas sea cada vez más difícil, produciendo demoras en los plazos de entrega e incluso desabastecimiento de productos tan necesarios como envases de alimentos, productos sanitarios o de higiene y limpieza”, afirma Luis Cediel, director general de ANAIP.
Además, los empresarios del sector hacen hincapié en la incertidumbre que vive la industria: están teniendo que alargar los plazos de entrega y no pueden asegurar a sus clientes que vayan a disponer de la materia prima necesaria para atender sus pedidos.
Disminución de márgenes y ajuste de costes
Para hacer frente a esta situación, la mayoría de las empresas ha tenido que subir los precios de sus productos, pero en un porcentaje mucho menor al de la subida de precio de las materias primas. Las que más han subido sus precios los han aumentado por debajo del 40 por ciento. Para las empresas de transformación de plásticos no es fácil gestionar esta crisis, ya que reciben la presión tanto de sus proveedores como de sus clientes. Así, el 22 por ciento de ellas no están repercutiendo todavía este aumento de precio en sus clientes, ya sea porque no pueden, o porque de momento prefieran asumirlo internamente.
Pero la disminución de la producción y la reducción de sus márgenes obliga a restringir gastos en otras partidas y el 22 por ciento de las empresas de transformación empieza a verse en la obligación de reducir su plantilla, ya sea por medio de la figura del ERTE o llegando a hacer despidos si la situación no mejora. Y para la mayoría no hay indicios de que vaya a mejorar a corto plazo. Así, el 54 por ciento de las empresas prevé que la situación se alargará varios meses, incluso más de medio año.
Así mismo, en ANAIP estan en contacto con todo tipo de asociaciones implicadas cuyos sectores puedan verse afectados por esta problemática y estan recopilando información de manera directa para trasladársela a las instituciones con responsabilidad para solicitar una actuación urgente. Así mismo se unen a la solicitud de la Asociación Europea de transformadores de plásticos, EuPC, para que los productores de materia prima trabajen junto con sus clientes para intentar resolver esta difícil situación cuanto antes sin poner en peligro el suministro de productos básicos.