Europa necesita acciones inmediatas para la gestión sostenible de la biomasa
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Hay demandas crecientes y competitivas para el uso de biomasa en la UE, utilizándola para productos de base biológica en sectores como la construcción, la energía, el transporte, el mueble y las industrias textiles, pero también reservándola para la conservación de la naturaleza y el secuestro de carbono. Un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), destaca que existe una necesidad urgente de priorizar los usos de la biomasa debido a las diferentes funciones previstas para la biomasa en el Pacto Verde Europeo y a la posible escasez de suministro de biomasa en el futuro.
El informe de la AEMA 'El rompecabezas europeo de la biomasa: desafíos, oportunidades y compensaciones en torno a la producción y el uso de biomasa en la UE' analiza cómo la biomasa puede ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos climáticos y medioambientales, y cómo el cambio climático podría afectar a la producción de biomasa de la UE en sectores agrícola y forestal. El informe también analiza las sinergias y compensaciones clave en el uso de la biomasa para diferentes objetivos políticos.
El desafío clave destacado por el informe de la AEMA es que los objetivos políticos de la UE tienen demandas contrapuestas de biomasa europea que proviene de la agricultura y la silvicultura, mientras que su suministro sigue limitado por la superficie terrestre, el crecimiento de la vegetación, el cambio climático y el comercio global.
El rompecabezas de la biomasa europea
El informe de la AEMA destaca que existe una necesidad urgente de tomar decisiones sobre la gestión de la biomasa en Europa para cumplir los objetivos medioambientales y climáticos para 2030 y 2050. Se necesitan decisiones para revertir las tendencias negativas en la salud de los ecosistemas, así como para aumentar los sumideros de carbono para cumplir objetivos climáticos. Para lograr resultados para 2030 y 2050, ya se necesitan intervenciones políticas sobre la gestión de la tierra, especialmente las que afectan a los bosques y la agricultura.
Las respuestas políticas inmediatas planteadas por el informe de la AEMA incluyen especificar cómo se pueden combinar la protección de la naturaleza y el secuestro de carbono con la producción de biomasa, garantizar que el aumento del uso de biomasa no conduzca a prácticas insostenibles en la UE y en el extranjero, y mejorar un uso más circular y en cascada de biomasa. Es necesario evaluar cuidadosamente qué materias primas y productos de biomasa deben priorizarse y para qué fines, teniendo en cuenta los costos económicos y sociales y los impactos ambientales y climáticos.