EuRIC reúne al sector de los RAEE para abordar los retos y oportunidades asociados a su reciclaje

Este 3 de junio, el acto de EuRIC sobre reciclaje de residuos electrónicos «Plug into sustainability: E-waste recycling", reunió a unos 1.000 participantes y a diversas partes interesadas para abordar los retos que plantea el fomento de la circulación de residuos electrónicos y trazar el camino a seguir para aumentar la recuperación de materiales en la UE.

Tess Pozzi, Presidenta del grupo de trabajo sobre RAEE de EURIC y Directora de Asuntos Públicos de la UE en Derichebourg Environnement, inauguró la reunión insistiendo en la necesidad de políticas ambiciosas para aumentar el uso de materiales reciclados en los nuevos productos del mercado de la UE.

Aurel Ciobanu-Dordea, Director de Economía Circular de la Comisión Europea (DG ENV), destacó el potencial de la economía circular para mejorar la competitividad, la seguridad, la autonomía estratégica y la reducción de las emisiones de carbono de la UE.

«Los actores geopolíticos que controlan los recursos de la CRM han intentado y están intentando activamente convertirlos en armas», señaló.

loannis Bakas, experto en seguimiento de la economía circular de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), señaló la necesidad de políticas más vinculantes y orientadas a objetivos concretos, estrategias específicas para la cadena de valor, reciclado de alta calidad, una fuerte demanda y productos seguros y sostenibles según el diseño.

En el primer panel sobre el papel de los residuos electrónicos en una economía circular participaron Fanny Rateau (ECOS), Pascal Leroy (WEEE Forum), Korrina Hegarty (APPLiA), Ulf Arnesson (Stena Metalls), John Wante (Ministerio Federal de Medio Ambiente belga) y Annett Linemann (H.B Fuller/FEICA). Pidieron que se mejore y aumente la recogida, incluso cuando los productos aún puedan repararse, que se eviten las exportaciones ilegales de residuos electrónicos, que se mejore el diálogo entre recicladores y fabricantes, que se incentive a los consumidores, que se facilite el desmontaje de los productos y se alargue su vida útil, y que se promulgue una legislación tecnológicamente neutra.

«Deberíamos ser considerados productores de materias primas recicladas, no sólo recicladores», insistió Christian Winkler (Remondis Electrorecyclinp), presentando el material de salida de alta calidad que la industria del reciclado es capaz de producir gracias a las continuas inversiones.

En la segunda mesa redonda sobre el cierre del ciclo en la cadena de valor de los plásticos electrónicos participaron Laura Baillargeon (Comisión Europea, DG Grow), Pablo León (Sosten plas), Federico Magalini (Dss+) y 3udit Guerra-Falcon (Plastics Europe). Destacaron la necesidad de una metodología concreta para los objetivos de contenido reciclado, de evaluaciones exhaustivas antes de tomar decisiones, de igualdad de condiciones con los agentes extranjeros, de abordar los problemas de exportación que plantean las nuevas normas sobre traslado de residuos y de crear cadenas de suministro de plásticos resistentes.

La responsable de la DG Grow expuso los retos a los que se enfrenta el plástico reciclado en Europa, como la competencia con los plásticos vírgenes, el abaratamiento de los plásticos reciclados importados y la competitividad de la industria europea del reciclado de plásticos. También hizo un llamamiento a la realidad para garantizar que las nuevas medidas de la UE sean viables y rentables para los recicladores.

Desde EuRIC extienden un agradecimiento a todos los ponentes por sus valiosas aportaciones, al moderador por facilitar los debates y a los participantes de todos los sectores, incluidos los recicladores, los sistemas de RPE, las ONG, los fabricantes de productos electrónicos, los organismos de investigación y los funcionarios de la UE. El evento envió un mensaje contundente: el reciclaje de residuos electrónicos y el ecodiseño deben ir de la mano. Para lograr la circularidad de los residuos electrónicos, necesitamos incentivos para los recicladores, capacitación de los consumidores y un marco jurídico con objetivos y disposiciones adecuados que garanticen la igualdad de condiciones e impulsen la demanda de materiales reciclados en la UE.