Para enfrentar los retos que el agua está experimentando como consecuencia de los nuevos patrones climáticos, en materia de gestión hídrica se están desarrollando numerosos proyectos para incrementar la circularidad de este recurso y garantizar su suministro. Uno de ellos es la iniciativa REGREEN, liderada por Cetaqua en colaboración con Aigües de Barcelona, cuya finalidad es aplicar recursos alternativos como el agua regenerada para la promoción de la agricultura hidropónica en entornos urbanos. Hablamos con Catalina Balseiro, directora innovación de Aigües de Barcelona, para dialogar acerca de los ambiciosos objetivos que se marca este proyecto, la prueba piloto que prevén ejecutar y los hitos que esperan conseguir a raíz del mismo.
El cambio climático obligará a explotar recursos hídricos alternativos como el agua regenerada, ¿cómo espera que evolucione el uso de éstos en los próximos años?
Efectivamente, los efectos del cambio climático se hacen cada vez más patentes. La sequía excepcional del último año afecta ya a las reservas de agua y el pasado 2021 fue el año con menos precipitaciones en Barcelona desde 1835. Asimismo, el índice de precipitación estándar que utiliza el Meteocat para evaluar el déficit de precipitación dibuja un panorama excepcional de sequía atendiendo a los datos de los últimos doce meses.
Es innegable que la emergencia climática, así como la limitada capacidad de los ríos y acuíferos, junto con el aumento de la demanda de agua previsto para los próximos años, dibujan escenarios de déficit hídrico que exigen respuestas urgentes.
Para ponernos en contexto, actualmente y de manera aproximada, el 92% del agua en el área metropolitana de Barcelona procede de fuentes de baja resiliencia expuestas a las condiciones climáticas, mientras que casi el 34% del agua proviene de fuentes no locales. Según datos del informe IMPRESS 2019, elaborado por la Agencia Catalana del Agua, la disponibilidad de agua en el horizonte 2051 se reducirá en Cataluña en una media del 18%.
Aigües de Barcelona y Cetaqua lideran una investigación para evaluar el potencial de la regeneración de agua para la agricultura hidropónica en el entorno municipal. ¿Cómo surge la idea de llevar la hidroponía a los municipios barceloneses? ¿Qué ventajas ofrece este tipo de usos?
La agricultura hidropónica consiste en el cultivo de plantas utilizando disoluciones minerales en vez de suelo agrícola. En comparación con la agricultura convencional, presenta algunas ventajas como el ahorro de agua y fertilizantes, ya que el suministro del recurso hídrico se realiza de forma eficiente, promoviendo su recirculación y evitando su desperdicio. Además, la agricultura hidropónica aporta cultivos de alta calidad gracias al control óptimo de nutrientes y agua; permitiendo incluso el cultivo en condiciones desfavorables, en lugares con escasez de agua o en aquellas zonas donde los suelos no son buenos para la agricultura. Por último, su implantación a nivel municipal promueve no solo una mejor gestión de la huella hídrica municipal, sino también una agricultura urbana sostenible y de proximidad que puede reducir la huella de carbono global.
Aún con esto, para que la hidroponía sea eficaz y exitosa es imprescindible un cuidado de los cultivos con más atención de la que exige la agricultura en el suelo, además de una adecuada selección de las plantas, pues no todas las especies se pueden cultivar utilizando hidroponía.
Lo más destacable e interesante es que la combinación de hidroponía y agua regenerada presenta un consumo de agua reducido, debido a la eficiencia de este tipo de agricultura y al uso de recursos hídricos alternativos; sin olvidar que la reducción del uso de fertilizantes disminuye también la huella ambiental.
¿En qué consiste la colaboración entre Aigües de Barcelona y Cetaqua?, ¿Cuánto se espera que dure esta prueba piloto?
En el marco del proyecto REGREEN, en nuestra Central de Cornellà, hemos instalado un pequeño huerto hidropónico con cultivo de lechugas que nos permitirá sensibilizar sobre la necesidad y la idoneidad del uso del agua regenerada para la agricultura.
REGREEN es un proyecto que nace con el objetivo de utilizar los recursos alternativos como el agua regenerada en la agricultura hidropónica en entornos urbanos, promoviendo un nuevo uso del agua regenerada y, de este modo, contribuyendo a fomentar modelos circulares dando una nueva vida al agua.
"REGREEN nace con el objetivo de utilizar los recursos alternativos como el agua regenerada en la agricultura hidropónica en entornos urbanos"
El proyecto durará hasta junio 2023 con el desarrollo de 3 fases principales: la primera comprende el diseño, la selección de localización y la construcción e implantación de la planta experimental para el cultivo hidropónico. La segunda fase se centrará en la operación y seguimiento de los cultivos hidropónicos con agua regenerada, y en la última fase del proyecto se analizarán los resultados y se realizará la evaluación económica y ambiental.
¿Cuáles son las barreras principales para el desarrollo del agua regenerada?
Nos dirigimos hacia un modelo de economía circular en el que la reutilización de aguas juega un papel clave. Hemos superado las barreras técnicas para producir agua regenerada y en los próximos años los esfuerzos deben centrarse en hacer frente a las barreras sociales, económicas y de gobernanza para maximizar el potencial que tiene la reutilización. Por esto, iniciativas como Regreen y Recaigua permiten mostrar a la sociedad el potencial de este recurso junto con el resto de los recursos hídricos disponibles.
Actualmente, ¿cuáles son los principales usos del agua regenerada por Aigües de Barcelona?
Ante el contexto de emergencia climática, regenerar el agua es la manera más sostenible y resiliente de aprovechar los recursos existentes. Aigües de Barcelona, a través de la gestión de tres estaciones de regeneración de agua (ERA) asociadas a las EDAR de Gavà, Sant Feliu y Baix Llobregat, consiguió regenerar en 2021 un total de 38 hectómetros cúbicos de agua.
Hasta ahora, los usos más demandados del agua regenerada son ambientales, como el mantenimiento del caudal ecológico del río Llobregat o la inyección en los acuíferos para evitar la intrusión salina, y agrarios, como el riego del Parc Agrari del Baix Llobregat, el Canal de la Infanta o el Rec Vell de Sant Vicenç dels Horts.
Por lo tanto, es necesario intensificar al máximo las capacidades de regeneración y ampliar con urgencia los usos del agua regenerada, para así liberar los recursos hídricos naturales y no locales, y en su lugar usar esta “agua resiliente” desvinculada de la climatología, que se produce y consume en el entorno local.
Uno de los objetivos del proyecto es concienciar a la ciudadanía sobre el uso del agua regenerada, ¿cómo estamos ahora mismo en este aspecto? ¿Son los usuarios conscientes del potencial e importancia de la regeneración de agua?
La transformación ecológica necesita no solo declaraciones o normativas, sino que es fundamental un cambio de mentalidad y una implicación real de los ciudadanos para cumplir los compromisos medioambientales. Tenemos que dar un nuevo rol a la ciudadanía, un rol más activo, que pasen a ser consumidores conscientes y comprometidos. Y en este sentido, es nuestra responsabilidad demostrar que el agua regenerada es la mejor alternativa, la más eficiente y segura, para hacer frente a la emergencia hídrica.
"La transformación ecológica necesita no solo declaraciones o normativas, sino que es fundamental un cambio de mentalidad y una implicación real de los ciudadanos"
¿Es la ciudadanía consciente de las ventajas del uso de agua regenerada para un modelo hidropónico de agricultura?, ¿será esta combinación más habitual en el futuro?
Se está documentando y analizando el vínculo entre la agricultura urbana y la mejora en la eficiencia energética, en la calidad del aire y en la calidad de vida en áreas residenciales, entre otros aspectos. Sin embargo, el espacio y el agua en nuestras ciudades son escasos y por ello creemos necesario apostar por una agricultura hidropónica basada en agua regenerada, una combinación que puede hacer viable su despliegue.
Respecto a la construcción de una planta para la prueba piloto, ¿dónde se ejecutará?, ¿Qué tecnologías se pondrán a prueba?
El proyecto probará la agricultura urbana hidropónica en dos municipios seleccionados por Aigües de Barcelona, Cornellà de Llobregat, Sant Feliu de Llobregat y Sant Boi de Llobregat, idóneos para este tipo de pruebas por su potencial positivo de visibilidad de los impactos ambientales y sociales derivados del uso de agua regenerada.
Para ello, Aigües de Barcelona y Cetaqua contarán con la colaboración de la empresa TecnumGarden, la cual nos ayudará a llevar a cabo una implementación óptima en estos municipios. TecnumGarden es una start-up especialista en agricultura urbana, spin-off del Grupo Sostenipra del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona. Entre algunos de sus colaboradores clave, cuentan con el IRTA, centro tecnológico especializado en agricultura sostenible.
A largo plazo, ¿qué esperan de este proyecto?
Esperamos que contribuya a desplegar todo el potencial que tiene el agua regenerada en el área metropolitana de Barcelona, con un impacto claro en la mejora de la calidad de vida de las personas. Nos gustaría sensibilizar a la ciudadanía y otros colectivos, como el sector agrícola, sobre los beneficios y la necesidad de utilizar el agua regenerada para garantizar su disponibilidad en un futuro.
