Empresas e instituciones académicas impulsan la economía circular en 11 sectores industriales
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Funseam, la Cátedra de Economía Circular y Sostenibilidad del TecnoCampus Mataró y la Cátedra UNESCO de Sostenibilidad de la Universitat Politècnica de Catalunya han desarrollado el proyecto “Economía Circular España”, que analiza la situación actual y las oportunidades en modelos de economía circular en distintos sectores empresariales. Además, detecta barreras al cambio, identifica instrumentos y propone recomendaciones prácticas a las administraciones, asociaciones sectoriales y empresas. El proyecto ha sido dirigido y coordinado por el empresario Jaime Ferrer y ha contado con la colaboración de Accenture.
El objetivo es identificar las oportunidades que ofrece y elaborar un Plan de Acción dirigido a empresas y a administraciones. En total han participado cerca de 100 empresas y asociaciones sectoriales, pertenecientes a 11 ramas de actividad: energía, agroalimentación, automoción, logística, construcción, turismo, textil, ciclo del agua, ciudades, sector TIC y banca.
La investigación aborda la relevancia de los modelos de negocio y mejores prácticas en cada uno de los sectores a la hora de aplicar la economía circular. Se analizan las necesidades en materias como los cambios normativos, las tecnologías clave, las competencias formativas y de empleo, así como los estímulos y ayudas públicas necesarios para conseguir que la economía circular sea más rentable que la economía lineal tradicional, motivando a las empresas y a la sociedad.
Esta iniciativa quiere contribuir a la consecución de las medidas recogidas en la Estrategia Española de Economía Circular 2030 (EEEC) anunciada por el Gobierno.
Según Jaime Ferrer, “las empresas coinciden en que los modelos de economía circular tienen una importancia distinta según el sector; nos referimos a temas como el ecodiseño, el uso de recursos renovables, la recuperación de materiales, la extensión de vida útil, los modelos de negocio de “servitización” o las plataformas de consumo compartido”.
Mar Isla, investigadora de la Cátedra de Economía Circular y Sostenibilidad del TecnoCampus, adscrito a la Universitat Pompeu Fabra, cree que: “si se aspira a cumplir con las metas del EEEC 2030, harán falta medidas que impulsen la incorporación de materiales recuperados en los ciclos productivos de todos los sectores y, además, habrá que integrar los principios de reparabilidad y extensión de la vida útil de los productos en los modelos de negocio.”
Jordi Morató, investigador de la Cátedra UNESCO de Sostenibilidad de la Universitat Politècnica de Catalunya, se muestra sorprendido del nivel de conciencia de las empresas a la hora de afrontar este cambio y de la claridad a la hora de identificar las barreras que lo dificultan: “Solo alcanzaremos los objetivos de la EEEC 2030 si la regulación y los incentivos movilizan al capital privado para desarrollar una red estatal para la recogida y valorización tanto de fracciones domésticas como de residuos industriales. Los fondos Next Generation de la UE no serán suficientes.”
Joan Batalla, director general de Funseam, recalca: “Las nuevas normativas impulsan las energías renovables y la recuperación de residuos, pero la transición hacia la economía circular exigirá nuevos ajustes, particularmente en materia de estímulos al capital privado. Hay que impulsar modelos de negocio que fomenten el ahorro energético, la valorización de residuos y las redes de generación energética renovable, así como los proyectos de simbiosis industrial y energética entre sectores complementarios”.
El documento aporta a las administraciones algunas propuestas para el diseño de medidas regulatorias, así como de programas de ayuda específicos ante las necesidades reales de las empresas. Jaime Ferrer destaca, por ejemplo, que “las medidas de apoyo al vehículo eléctrico deberán ser complementadas con medidas que faciliten la reconversión industrial del sector hacia actividades como el desarrollo de nuevos materiales, la reconversión de vehículos de combustión interna en eléctricos y la remanufactura de componentes para su reincorporación en los procesos productivos de la fabricación de vehículos y otros bienes industriales.”
Las conclusiones del proyecto se están dando a conocer a empresas y administraciones. Ya se han concluído los informes relacionados con 8 sectores (energía, ciclo del agua, textil, turismo, transporte y logística, automoción y bienes industriales, consumo y alimentación y construcción). Está previsto que en las próximas semanas se publiquen los 11 informes sectoriales derivados de la investigación, así como un informe general.