EMASESA calcula su huella hídrica
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Objetivos y alcance del proyecto
Dentro de su compromiso por garantizar la prestación de un servicio de calidad preservando los recursos y el medioambiente, la Empresa Municipal de Abastecimiento y Saneamiento de Sevilla (EMASESA) ha realizado el cálculo de su Huella Hídrica (HH) y su Huella del Agua (HA), según las metodologías Water Footprint Network e ISO 14046, respectivamente. El proyecto comenzó en la segunda mitad de 2020 y los resultados e indicadores finales se obtuvieron en el primer trimestre de 2021. En los meses siguientes se ha realizado una revisión pormenorizada de los resultados, del método y de las vías de difusión tanto a nivel interno como externo. El estudio ha cubierto todo el ciclo urbano del agua, desde la captación en los embalses hasta el vertido a cauce en las EDAR. Se trata de una apuesta por la integración de los aspectos ambientales en la toma de decisiones y a su vez, aumentar la información transmitida al ciudadano para incrementar la conciencia en el uso racional del agua potable y en la conservación del medio natural.
EMASESA gestiona directamente el abastecimiento y saneamiento de doce municipios sevillanos, y suministra con agua bruta a otras veintinueve poblaciones de la provincia de Sevilla. En total, EMASESA abastece con agua potable a más de un millón de personas, a las que hay que añadir cerca de cuatrocientas mil personas abastecidas con agua bruta potabilizada y distribuida por otras empresas.
El proyecto comenzó con la definición de los límites organizativos que se estudiarían, la cobertura geográfica y el horizonte temporal. En este primer estudio, se han calculado las huellas de los años 2018 y 2019 (los resultados de 2020 se esperan tener para el último trimestre de 2021), abarcando todas las etapas del ciclo integral que la empresa metropolitana incluye dentro de su catálogo de servicios como empresa pública.
Respecto a los límites organizativos, se determinó incluir todas las actividades relacionadas con el ciclo integral del agua desarrolladas por la empresa. Además, el enfoque de control se estableció en las instalaciones y procesos productivos sobre los que la organización ejerce un control operativo y/o financiero. Por último, se definieron cinco subsistemas correspondientes a las etapas principales del ciclo integral del agua (captación y aducción, potabilización, distribución, saneamiento y depuración), obteniéndose así resultados parciales por etapa y totales de la actividad. Este enfoque ha requerido un minucioso trabajo para asignar a cada etapa cada una de las instalaciones e infraestructuras, así como el consumo de recursos (agua, gasóleo, electricidad, consumibles de oficina, etc.) y los residuos generados.
El estudio ha contemplado todas las infraestructuras gestionadas por la empresa, entre las que se encuentran: 6 embalses, 3 ETAP, 3.725km de red de abastecimiento, 2.900km de red de saneamiento y 6 EDAR. La cobertura geográfica estimada de EMASESA abarca las 145.000 hectáreas, incluyendo parte de las cuencas de los ríos Rivera de Huelva, Rivera de Cala, Viar y Guadalquivir.
Con el objetivo de crear un punto de partida robusto, con un inventario de datos lo más completo y desglosado posible, se determinó realizar el cálculo de los ejercicios de 2018 y 2019. De esta forma, se pretende aumentar la utilidad de estos primeros resultados, poder realizar comparaciones y sacar conclusiones en la evolución de los resultados e indicadores.
Una vez definidos los límites y los objetivos del estudio, se definieron todas las corrientes directas e indirectas a considerar, se realizó el inventario de datos y se realizaron varias iteraciones de cálculo en las que se corrigió y actualizó tanto las corrientes como el inventario. Respecto a la HH, la huella verde no se ha calculado por no ser de aplicación dentro del ciclo urbano del agua.
Resultados y conclusiones
Como complemento a los resultados generales del sistema y parciales por subsistema, durante la fase de interpretación de resultados se detectó la oportunidad de incluir indicadores específicos en algunos de los subsistemas. Algunos de estos indicadores reflejan la HH y/o la HA del consumo de reactivos, consumo de energía por ETAP, tratamiento biológico vs tratamiento químico para eliminar nutrientes, huella unitaria por proceso, huella del ciclo integral por habitante, etc. Con esta visión se pretende incorporar los conceptos de HH y HA dentro de la operativa de las instalaciones.
Dada la incertidumbre que existe en el sector sobre el método de cálculo de la huella gris, se decidió que los indicadores válidos para valorar el proceso de depuración y su impacto en el medio serían los procedentes de la Huella del Agua (HA). Consecuentemente y debido al peso del proceso de depuración en el ciclo integral del agua, para la interpretación general de la gestión de la actividad se optó por usar los resultados de la HA. No obstante, la Huella Hídrica (HH) se utiliza en la interpretación parcial de algunos procesos (potabilización y/o distribución), donde la huella gris tiene una incidencia mínima. Utilizar la HH en estos procesos ayuda a la comparación de resultados entre empresas al eliminar el factor geográfico y temporal que incluye la HA.
Las etapas del sistema con mayor impacto son Captación, Aducción y Potabilización (procesos en los que se extrae el recurso del medio) y la etapa de Depuración (donde se devuelve a cuenca). La huella de los tres primeros procesos supone el 95% del impacto negativo total de la actividad. Por otra parte, gracias a la acción de las EDAR gestionadas por EMASESA el impacto del agua vertida al medio ambiente se reduce más de un 70%.
En la interpretación y comparación de los resultados se ha confirmado la incidencia que tienen las precipitaciones en el impacto global de la actividad. Así, en 2019 las precipitaciones descendieron un 65% respecto a 2018 y la HA de EMASESA en 2019 fue un 23% superior a la 2018. Por otra parte, la huella directa supuso en torno a un 90% del total en ambos años, debido a que la materia prima principal del proceso productivo es el agua captada del medio. El restante 10%, correspondiente a la huella indirecta, se asocia al proceso de producción. Los resultados del estudio refuerzan la política de gestión actual de EMASESA, orientada al aumento de la eficiencia de las redes y al fomento de una cultura de consumo responsable en la población.
EMASESA, como prestadora de un servicio público indispensable y con el objetivo de desarrollar su actividad preservando el medioambiente y los recursos, incorpora el cálculo y evaluación de la huella de agua y la huella hídrica a la batería de indicadores medioambientales que actualmente se calculan dentro de la empresa (Huella de Carbono, Declaraciones EMAS, etc).